Relámpagos [EXO Chen]

Hola!!

Este es un One Shot (lemoooon)

CHENchual es todo un experto

~Disfrutalo~

........

Beep~

"¿Hola estas ahí?"

Beep~

"Se que lo estas"

Beep~

"Estoy abajo, abreme"

¡¿Pero que le pasa a este tipo?!, maldito Chen va a pagar, como se le ocurre venir a mi casa a las 2:00 am?

Gracias al cielo que mañana era mi día de descanzo y no había escuela.

¡Vendito seas viernes social!

Sin duda lo haré pagar.

-¿Pero que demonios pasa contigo Kim JongDae?- dije al momento de abrir la puerta. -¿Crees que son horas de venir a mi casa?!- realmente estaba furiosa.

-Perdóname Neah- esa carita de perrito abandonado no me convencería de perdonarlo -Esque olvide mis llaves... Y no hay nadie en casa.

Realmente esto no podía ser más cómico.

Éramos amigos desde la secundaria, siempre me costó hacer amigos, siempre fuí la rara, pero por alguna razón Chen decidió regalarme ese "Hola mucho gusto mi nombre es JongDae" hace varios años.

Y desde ahí hemos sido inseparables, siempre nos enojamos y a veces peleamos, pero al final termina en una tarde de películas en mi casa, llorando con alguna película cursi, pero siempre termina dormido en mis piernas.

-¡Eres patetico Chen!- dije riendo desvergonzadamente, mientras el me miraba con curiosidad?, morbo tal vez?.

Esque sólo llevaba puesta una playera extremadamente grande de mi papá, que sólo cubría lo necesario.

-Lo se, lo se, perdóname pero ya déjame pasar, aquí hace frío- y era verdad, el invierno aún no terminaba.

-Ya, pasa tonto!- dije dejando entrar a Chen a la casa, dándole un pequeño golpe en el hombro.

Y así pasó media hora, explicando el porque de su llegada repentina.

El idiota había peleado con Tao su "mejor amigo" en una fiesta, por una chica, no me dijo quién era, pero eso sí, dijo que era muy "importante".

-Bueno me voy a dormir, te dejo aquí unas cobijas y una almohada, Descanza tarado- dije despeinando su cabello, para después darle un beso en la frente.

-Descanza Neah, y.... Muchas gracias -dijo antes de que saliera de la sala -de nada bobo.

No podía dormir, una tormenta estaba cayendo en pleno invierno, maldito clima, la noche no podría ser mejor.

Empecé a sentír algo que se movía debajo de las cobijas.

-¡pero que Carajo!- estaba muerta de miedo.

Cuando me atreví a alzar las sábanas, me encontré a un cobarde Chen a lado mío.

-¡Que haces aquí Chen?!- sólo podía sentir su cabeza en mi pecho, me estaba partiendo a la mitad.

-Ahhh, sí, relámpagos, lo siento amigo, estas bien?- sólo pudo asentir con la cabeza, mientras le acariciaba su cabello.

-Puedo... quedarme contigo?

-Pues ya que, no quiero que mi mejor amigo se muera de un infarto -dije riendo.

Genial, más relámpagos, Chen estaba muerto de miedo; ¿como es que un adulto como el les tuviera pavor?

Seguia acariciando su cabello, esperando que se calmara, pero no lo hizo.

Enserio que sí seguía así, me partiría a la mitad.

-Bien, hagamos algo ¿ok? -la verdad no estaba segura de lo que iba a hacer.

Sólo quería que se calmara.

-Por cada relámpago que caiga y no corras a abrazarme, te... Daré un beso-. Estabamos sentados frente a.frente en la cama, su cara no pudo mostrar más asombro.

-Pero sí lo haces, tú tendrás que darme un beso a mi -¿Enserio?, ¿Enserio haría eso?

Sí, sí lo haría.

-Pero... Yo no -y el cielo se iluminó trayendo con el un horrible estruendo, Chen se lanzó a abrazarme.

-Perdiste, vamos dame un beso, donde tú quieras- al fin sólo son besos ¿no?

Que más podría pasar.

La verdad no pensé que lo fuera a hacer, pero lo hizo, me dio un suave beso en la línea de mi mandíbula.

No decíamos nada, sólo esperábamos a que el cielo se iluminara, para ver quién era el ganador de ese beso.

Y así siguió el juego, primero fueron dulces y cortos besos en la mejilla, los oídos, la frente; después pequeñas lamidas en el cuello, suaves chupetones en el pecho, no se en que momento el quedó sin playera, un corto pero apasionado beso en los labios, mi amigo besaba bien,

vaya que lo hacia.

Los besos recorrieron su pecho desnudo, leves mordiscos, cortas lamidas; entonces fué mi turno, quitó mi pijama dejando mis pechos descubiertos, haciendo que estos se erizaran por el frío de la habitación, breves succiones, pequeños mordiscos recibían de su parte, gemidos casi inaudibles salían de mi boca;

bajo a mi ombligo, hacía círculos con su lengua, hasta que llegó a mi parte íntima, podía sentir su respiración caliente por encima de aquella prenda, la quitó rápidamente dejandome

totalmente desnuda.

¡Vaya que era bueno con la lengua!, sabía lo que hacia, los gemidos se hicieron más altos, estaba por terminar cuando paro,

¡pero que le pasa!

-Tú turno- dijo de la manera más sensual que hubiera oído.

Bajé sus pantalones llevándose también sus boxers, ya estaba más que necesitado el pobre, a sí que empecé con mi trabajo; mis manos y mi boca encontraron su ritmo intercalando acciones, entrando en un vaivén muy bien coordinado.

Ahora los dos nos necesitábamos así que paré y deje que llevara el control del asunto, una embestida rápida y ya estaba dentro; poco a poco tomaba más ritmo y velocidad,

¡Cielos!

Hace tiempo que nos habíamos olvidado de los relámpagos, ahora sólo escuchamos el sonido de nuestros cuerpos chocar, los gemidos, nuestros nombres.

Nos dejamos llevar.

Terminamos juntos, gracias a todos los santos que Chen traía preservativos!

-Wow, creo que he superado mi miedo a los relámpagos- dijo girandose para verme de frente.

-¿Seguro?- dije tocando su nariz.

-Bueno, pero no sería mala idea hacer esto en cada tormenta- dijo dándome un fugaz beso en los labios.

-Como quieras bobo, mientras superes tú tonto miedo todo estará bien, sabes que siempre te apoyaré, y ayudare a que estés bien.

Nuestra amistad es "única".

Claro que lo es.