Capitulo I

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Todo comenzo un dia en clase de literatura, de las pocas clases de las que disruto mi estancia en aquel lugar, el profesor nos dio un ejercicio, en este, teniamos escribir nuestra autobiografia, era un trabajo que valia el 60% de nuestra calificacion, eso significaba que era la unica manera de que pudiera pasar el año, a si que tenia que sacar una A+ si queria aprovar.

Una aclaracion: dije "disfruto estar en esa clase" sin embargo eso no significa que me fuera bien en la materia, me va como en todas las demas; pèsimo, y la unica razon por la que disfruto mi estancia ahì es porque ese es el salon al final del pasillo, el mas obscuro al que no le entraba ni la mas minima porcion de la luz del sol, iluminada con infinidad lamparas blancas para tratar de que no se vea tan obscura, sin ebargo, estas, no cumplian muy bien su trabajo. El pasillo estaba iluminado por luces del mismo tipo ubicadas en los altos techos de pasillo, por suerte, varias estaban o se estan fundiendo, esto le da un toque.... "misterioso" y eso me gusta, ademas las chicas populares odian ese salon por las razones que yo ya dije, dicen cosas ridiculas como "se me va a opacar la piel" y eso es simplemente.... una cosa mas por la que creo que estan cada vez mas pendejas.

Volviendo al punto inicial, tenia que escribir mi autobiografia de la mejor manera posible si es que queria aprovar, y es que eso de escibi no se me da muy bien... Pero en este caso, creo que es bastante necesario.

En cuanto llegue a casa, subi las escaleras, me encerre en mi cuarto y empeze a escribir. Y asi escribi las primeras 2 palabras en la hoja de papel en balnco: " Mi vida"

-Mi vida.... mi vida.... mi vida.... mi vida.... mi vida....- me decia a mi misma mientras que recargama mi cabeza en una mano, y con la otra movia el làpiz de arriba a abajo golpeando el escritorio -Mi vida... Mi vida es un asco!- dije casi gritando mientras abentaba el làpiz al escritorio y me levantaba de la silla- Tranquila, tienes dos meses para escribir esto.... sera sencillo - ya un poco nerviosa comenzè a dar vueltas por la habitacion arrastrando ligeramente los pies.

Se escucho un grito desde la cocina -Hija podrias callarte! estoy al telèfono!- y ese "estoy al telèfono" me lo decia todo, por supuesto que no era nada de su "grandioso", o eso le decia a todos, trabajo. Estaba hablando con el que probablemente seria mi futuro padrastro.

-Yo tambièn estoy en algo importanate mamà!- me atrevia a decir eso, y ya me estaba arepiniendo, senti como el horrible sentimiento de impotencia crecia cada vez mas dentro de mi, se empezaron a escuchar los pasos de mi madre subiendo las escaleras claramente enojada. Lo mas rapido que pude me acerquè a mi puerta y la cerrè con llave, en cuanto termine de hacerlo me metì en el closet, en el pequeño muevle de madera que ya se habia convertido en mi escondite favorito.

Mi madre por fin llegò a mi habitaciòn, y en cuanto se dio cuenta que la puerta estaba cerrada nisiquiera se detuvo a ordenarme que la abriera, si no que la empezo a tocar de una manera tan fuerte y repetitiva que llegaba a se estresante. El sonido que producia su puño contra la madera de la puerta ràpidamente empezò a retumbar en mi cabeza, produciendo un eco.

Me cubri la cabeza con una almohada que ya habia puesto ahì desde hace tiempo, por lo menos eso aminoraba un poco el sonido, pero no por completo. Mi madre siguio tocando la puerta, hasta que llegò un punto en el que yo creì que se habia cansado e ido, como ya habìa pasado otras veces, pero para mi mala suerte, ella solo fue por la llave de mi habitaciòn, esto significaba que dentro de no mucho mi cuarto ya no seria seguro, ninguna parte de el. Despues de eso solo pude escuchar como mi madre movìa la manija para poder abrir la puerta, el rechinido que esta provoco al abririse causò un escalofrio que recorrio todo mi cuerpo. 


Gritos silenciosos- escondida tras una sonrisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora