La Fiesta de Pijamas de Alfred

Parte 2

—Uhmm...esto se ve muy interesante....y divertido...—Alfred estaba leyendo en internet que cosas deberían hacerse en una pijamada, ya que no tenía ni la menor idea de qué hacer.
—Alfred, idiota, Matthew y yo hemos estado esperando a que hagas algo por más de una hora. —El inglés y el canadiense estaban sentados en el sofá, contemplando como Alfred deslizaba su dedo pulgar en la pantalla de su celular, llevaba más de una hora haciendo eso.
En la pantalla del celular de Alfred:

"Sé amable cuando lleguen tus invitados" ¿Amable? ¡Obviamente estaba siendo super amable! Desde que llegaron, está pendiente de todo lo que necesitan, por eso, esta ignorándolos justo ahora para leer este artículo.

"Prepara la comida" ¿Alguien dijo comida? Lo primero que se le vino a la mente es ¡Hamburguesas!

—¡Oigan! ¿Tienen hambre?—Dijo Alfred emocionado, es su primera cena en una pijamada.
—Desde hace horas.—Respondió el ojiverde, aliviado por escuchar esa pregunta. Desde hace mucho rato que su estómago sonaba.
—¡Que bueno! ¡Tengo hamburguesas del McDonalds! —El americano sonrió y se levantó del sillón en donde estaba sentado, se dirigió hacia la cocina. Haciendo un gesto con la mano en señal de que lo sigan.
Arthur y Matthew se levantaron del sofá para hacerle caso a quien les obligó a venir a esta aburrida fiesta de pijamas.
Alfred les hizo sentarse en las sillas del comedor, y les colocó unas hamburguesas del McDonalds encima de la mesa. No quería gastar sus preciadas hamburguesas, pero debía hacerlo, por el bien de sus invitados, ya que él era un hero.
—Que mierda—Dijo el inglés, asqueado por la "comida" recién servida.—No comeré eso ni muerto.
Alfred se ofendió a más no poder, parecía que el mundo iba a explotar.
—¿Perdón?—El americano fijó su mirada en el inglés, a quien le pareció muy tenebrosa y perturbante. En ese momento el ojiazul parecía peor que Rusia.
El inglés se dispuso a comer, antes de que Alfred pudiera hacer algo que le causara más temor.
Y Matthew, solo comía tranquilo, no se quejaba, pues, conocía perfectamente a su hermano.
Cuando terminaron de cenar, Alfred revisó el siguiente paso para una pijamada perfecta.

"Pon un poco de música y bailen" ¿Música? ¿Qué podría poner? Lo pensó un rato. ¡El himno nacional de los Estados Unidos de América!

—¿What the fuck?—Arthur empezó a oír la canción.—¿Oyes eso, Matt?
—Si...es el himno de Estados Unidos ¿No lo conoces?—Respondió el canadiense.
—Si lo conozco, es horrible. —Arthur creía que su himno era mucho mejor.
—¡HEY! ¿Cómo la están pasando?—El americano los abrazó por detrás, metiéndose en ma conversación.
—Súper Mal—Suspiró el inglés. —Un himno nacional no se puede bailar, idiota.
—¿Eso significa que quieres bailar, Iggy?—Se sorprendió.
—N-NO IDIOT—Arthur se sonrojó, proyectándose escenas de él mismo bailando, que vergonzoso.
—Hermano, tengo mucho sueño...—Bostezó el canadiense.
—¡Pero si es muy temprano!—Alfred se alarmó, no quería que su hermano se vaya a dormir tan temprano, recién comenzaba la "diversión".

En fin, el americano tendría que respetar la decisión de su hermano. Tal y como decía en el artículo que anteriormente estaba leyendo.

—Alfred, realmente quiero dormir...—Matthew bostezó nuevamente y entrecerraba sus ojos.

El ojiazul suspiró —Bueno, sígueme. — Se dirigió hacia la invitación de invitados, para dejar a su hermanito dormir, y seguir la "diversión" con el británico.

El canadiense lo siguió, hasta que llegaron a una habitación no muy grande, tampoco pequeña, tenía una cama personal, y un par de muebles.

—Esta es la habitación de invitados, dormirás aquí esta noche.
—Gracias, hermano —El canadiense sonrío, le sorprendió bastante que Alfred respete su decisión. Se acomodó en debajo de las sábanas de la cama y apagó la luz de la lámpara que estaba encima de la mesita de noche, justo al costado de la cama.
Alfred cerró la puerta, y se encaminó a donde estaba el inglés.

—Bueno, supongo que solo quedamos tú y yo...—Dijo Alfred, sonriéndole al ojiverde.
—¿Eh? Uhm...si—Respondió el inglés, se notaba incómodo. En realidad, estaba muy nervioso, iba a quedarse con Alfred esa noche, solo con él, ¡Solos!
Alfred tomó su celular para seguir leyendo.

"Tengan una batalla con almohadas" ¡Esto sonaba muy divertido!

—Hey, Iggy. Vamos a mi habitación—El americano agarró del brazo a Arthur y lo jaló hasta llegar a su pieza.
Oh dios, dios, ¡Dios! por el amor de la reina—Pensó el británico. ¿Alfred llevándolo a su habitación? Esto no podía ser posible.
Alfred abrió la puerta de su pieza y llevó a Arthur a la cama.
—Échate
—¿¡Perdón!?—El inglés estaba malpensado la situación. Pero no pudo terminar de imaginarse todo lo que podría pasar esa noche, ya que sintió un golpe, aunque no dolió, fue con una...¿Almohada? ¿Es en serio?
—Alfred...eres un idiota inmaduro—Insultó Arthur.
—NAHAHAHAHA—Alfred lo ignoró por completo y siguió dando golpes con la almohada.
—Este idiota...—Murmuró para sí mismo. No se quedaría sin hacer nada, haría la venganza.
—¡Ahh!—El menor gritó al sentir la almohada golpeándole. Al fin le seguían el juego. Hizo una venganza también.
Los dos angloparlantes estuvieron golpeándose con almohadas por aproximadamente una hora.

—Hey, Iggy, si hacemos esto toda la noche, no tendremos tiempo para jugar videojuegos.—Comentó el americano entre risas, ya que aún seguían golpeándose.
—A la mierda tus videojuegos, yo quiero leer—El inglés dejo de golpear y se levantó de la cama para empezar a buscar libros en la habitación de Alfred.
—Si estas buscando libros, no los encontrarás, no existen.—Dijo el menor, aún sobre la cama.
—No puedo creer que no tengas ni uno—Suspiró—Entonces, solo quiero dormir.
Alfred se decepcionó un poco, no esperaba que todos que quieran ir a dormir tan temprano.
—Bueno, vete a dormir.—Le dijo sin molestarse, solo estaba triste
—¿En donde, idiota?—Preguntó el mayor.
Alfred no tenía otra habitación para invitados, eso significa que...¡Iba a dormir con Arthur! Se formó una gran sonrisa en su rostro.
—Dormirás en mi cama, conmigo—Le respondió.
...—Ahora, el inglés no sabía que pensar, estaba realmente nervioso, pero no tenía otra opción. Simplemente aceptó.—Esta bien...
Arthur se fue al baño para vestirse con su ropa de dormir.
A continuación, el inglés regresó a la cama y la deshizo para acomodarse. Sentía su cara arder, y odiaba admitir esto, pero, dormir con Alfred en la misma cama, empezaba a excitarle.
Alfred no quería aburrirse solo, así que se cambió con ropa de dormir, la diferencia es que él no se preocupó en cambiarse en el baño, lo hizo en su habitación, sin importarle que Arthur lo pudiera ver desnudo.
Arthur escuchaba las prendas de ropa caer, sabía que Alfred estaba desnudándose, esto le excitaba mas, y empezaba a calentarse.
Alfred terminó de vestirse y se acostó en su cama, de costado, observando la espalda del inglés.
Algo interrumpió el silencio en la habitación.
—A-Alfred...—Dijo Arthur entre jadeos.
—¿Uhm? Tu voz esta rara, ¿Estás bien?
—Y-Yo, c-creo que e-estoy c-caliente...—La ultima palabra lo dijo con mucha vergüenza, ahora estaba totalmente sonrojado, y con un problema entre sus piernas, estuvo proyectándose escenas algo vergonzosas todo este tiempo.
—Pues, simple, quítate la sábana, así ya no tendrás tanto calor—Sonrió el estadounidense, inocentemente.
...—Arthur definitivamente pensaba que Alfred era un completo idiota, ¿Tendría que ser mas directo?