Capítulo 15

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Las "compras" no fueron lo que creí que serían. Y tampoco creí que estaría tan cansada para hacerlo.

La tienda en la que fuimos a hacer las compras era tan enorme que podía perderme si perdía de vista a Harry. No quería sujetarme a su mano, a pesar de que me la ofrecía, porque había decenas de personas que hablaban y señalaban a Harry mientras él caminaba junto a mí, mientras yo empujaba un carrito casi repleto de cosas "innecesarias".

-¿Tomas vino?- preguntó Harry, deteniéndose ante unos estantes llenos de bebidas. Casi sentía ganas de vomitar al verlo.

-No, no bebo normalmente. Solo cuando salgo con amigos...- comenté y él movió la cabeza, arriba y abajo, como si estuviera meditando. Metió dos botellas de vino dentro del carrito y me señaló con la cabeza a la siguiente sección.

-¿Galletas?- preguntó y casi tuve que sostener mis manos detrás de mi espalda para no atacar. Si fuera por mí, llevaría una caja de cada una... O todos, en cualquier caso.

-Podría ser... ¿Aquella?- pregunté, señalando unas de fresas con forma de rosquillas y, sorprendiéndome por completo, Harry tomó una caja de cada una que estaba cerca de nosotros, y luego las metió en el carrito. Me quedé viéndolo con la boca abierta y él solo se encogió de hombros.

-Podrías no decidirte, las probamos luego. Además, adoro las galletas.- aseguró y aun sin creerlo, cuando pasamos por el area de postres, hizo algo parecido.

Este chico leía mi mente.

Como el tamaño de la tienda lo permitía, compramos distintos artículos, desde productos de higiene a comidas y medicinas, libros, películas y accesorios, en fin. Distinas cosas que podían ser "necesarias" pero cuando llegamos a la caja, casi me desmayé por todo lo que había que pagar. No sabía como iba a hacerlo, pero Harry se encargó y me arrepentí de haberme dejado llevar por su poder de convencimiento a la hora de elegir.

Varias bolsas después, y el asiento trasero del auto repleto (un gran tamaño necesario en esta ocasión), Harry comenzó a conducir hacia algún lugar al que no sabía donde. A su casa, a donde me quedaría por quién sabe cuanto tiempo. ¿Sería así toda mi vida? ¿Dudas y más dudas? ¿Tendría alguna vez algo distinto? ¿Tendría algo seguro sobre lo que caminar o seguiría viviendo sin estabilidad?

-¿Sabes? Mientras veías los libros me tomé la libertad de comprarte un pijama con el que realmente te imaginé, y te veías muy hermosa.- balbuceó Harry sacándome de mi ensueño y le sonreí al ver una enorme cantidad de árboles y arbustos con formas graciosas afuera.

-¿Es algo sexual, Harry? Porque yo no me presto a fustas y látigos.- le aseguré, riendo y arrancándole una risa también.- Es en serio, no puedo con esas cosas.

-No, es algo... Cómodo, que puedes usar para estar en la casa, sin nada complejo.- dijo, viendo a una casa justo antes de entrar, donde una puerta de rejas electrónicas se abrió y continuó por el camino hacia el estacionamiento.

-Vaya...- balbuceé, al ver el tamaño de la casa. Parecía tener tres pisos y era tan grande como tres departamentos como el mío, uno junto al otro.- ¿Tú vives aquí?

-Se necesita una buena casa para vivir en paz.- contestó, con una pequeña sonrisa mientras cerraba la puerta de su lado luego de salir. Se apresuró a mi lado para abrirme y le devolví la sonrisa mientras salía.- Pero, bueno, si vives conmigo, no me importa que no haya paz.

-¡Oye!- lo regañé con un golpecito en su hombro, sacándole una nueva risita. Abrió la puerta trasera y sacó varias bolsas, que pronto le quité.- Déjame ayudarte con...

-No, es demasiado para ti. Solo toma las llaves de mi bolsillo y abre la puerta, sería de mucha ayuda para mí.- dijo con una sonrisa, tomando las bolsas nuevamente y resoplé para no gritarle en la cara. ¿Demasiado para mí?

Crazy Little Things In My Head (Crazy Little Things #1) [TERMINADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora