Todos los niños deben crecer [KuroTsukki]

Parte 1

*Los personajes no me pertenecen, todos los derechos reservados a Furudate Haruichi*

Anime/Manga: Haikyuu!!

Pareja: Kuro Tetsuro & Tsukishima Kei 

Cuando era niño una vez leí un libro, fue mi primer libro y por eso jamás lo olvidaré. Por la forma en que estaba escrito realmente sentía que llegaba a conversar con el protagonista y ser parte de sus aventuras. Después, como es natural crecí y aprendí a ver la vida de forma distinta, tal cual había descubierto en aquel libro: todos los niños deben crecer e inevitablemente cuántos más años se acumulen los fantasmas de su pasado se volverán anhelos inalcanzables. En ese momento no entendía del todo a lo que se refería, creía que sería como desear jugar nuevamente con mi juguete favorito y entonces estaba bien para mí, pero ahora alcanzo a comprender el significado de esas palabras...

A mis 24 años soy un hombre promedio, tengo juventud, una vida aburrida, un empleo medianamente posicionado, conservo un par de amigos de la universidad, visito a mi padres de vez en cuando, aunque ahora estoy solo he tenido novias y me gusta beber desde hace un par de años, no me siento decepcionado después de todo me he convertido en lo que imaginé que sería, puede incluso decirse que estoy satisfecho, sin embargo; toda la calma y tranquilidad en mi vida fue completamente destrozada hace tan sólo dos días. Me encontraba de vuelta del trabajo, estaba agotado y lo único que quería era tirarme a descansar, así que después de una ducha tomé una cerveza, me recosté sobre el sofá de la sala y encendí el televisor, curiosamente el canal que se sintonizaba era el de deportes, un partido importante de volleyball se disputaba... confieso que fue la nostalgia la me incitó a mantener la transmisión, hacía tantos años no miraba un partido; solía jugarlo en la preparatoria, incluso llegamos a las nacionales un par de veces, sin embargo después de eso enterré esa parte de mi vida y me alejé completamente; Era increíble, un par de nombres y rostros me eran familiares, y de pronto de la nada mis ojos se abrieron insólitamente sin poder creer lo que veían, mi corazón dentro de mi pecho latía rápidamente y un sinfín de recuerdos comenzaron a bombardear mi cabeza uno tras otro sobreponiéndose al anterior sin dejarme visualizarlos con claridad, el eco de la voces resonaba en mi mente y la causa de todo tenía conmbre: Kuro Tetsuro, un jugador profesional de talla internacional, vice capitán de la selección nacional de Japón, mi primer amante y causa directa de la patética vida que tengo; alguna vez ingenuamente creí que podría ser feliz no sólo jugando volleyball, sino simplemente al enamorarme y ser correspondido, pero esa clase de falsos ideales quedaron muertos junto con mis deseos de intentarlo.

Todo comenzó en mi primer año de preparatoria, una noche después de la práctica durante el campamento de entrenamiento en Tokio, en los vestidores, él y yo conversábamos, aunque básicamente era él quien hablaba todo el tiempo, luego sin darnos cuenta nuestros labios jugaban juntos, yo estaba acorralado por sus brazos que me tenían cautivo bajo mi propia voluntad. Después de aquello todos los días esperábamos hasta ser los últimos para repetir el acto incontables veces antes de dormir, pero a veces no era suficiente y me escapaba cuando ya todos estaban dormidos. La última noche del campamento hablamos de lo nuestro, yo tenía la idea clara de dejar el juego, pero él insistió en seguir adelante. Nos escribíamos todos los días, él me visitaba de vez en cuando en Miyagi y poco a poco fuimos tomando las cosas de forma más seria. Su sueño, más allá de la batalla del basurero, era convertirse en un jugador profesional, todo el tiempo alardeaba acerca de lo que haría para conseguirlo, yo lo miraba callado pero no me daba cuenta de la forma en que inconscientemente sonreía al escucharlo hablar, incluso llegué a creer que si me esforzaba podría alcanzarlo y jugar a su lado pero una vez más, como la primera vez fui tan ingenuo y me deje llevar. Finalmente llegamos a las nacionales y por primera vez me sentía ansioso de pisar la cancha. Gradualmente fuimos ganando cada uno de nuestros partidos hasta que por azar del destino tuvimos que enfrentarnos como enemigos. Kasarsuno vs Nekoma, la batalla del basurero finalmente se llevaba a cabo, el resultado tuvo a Karasuno como el vencedor. Fue entonces cuando todo comenzó a derrumbarse, su actitud cambió completamente. Poco a poco se alejaba de mí. Después de graduarse nuestra relación tomó un giro complicado, el tiempo y la distancia fueron nuestros peores enemigos y mejores aliados en los malos momentos. Escasamente nos reuníamos, yo seguía siendo un crío de preparatoria que no podía viajar continuamente a Tokio sin el permiso de sus padres así que siempre esperaba por él, yo sabía que gradualmente terminaría hartándose de mí, el único que se sacrificaba era él, pero desesperadamente fingía que eso no pasaba, quería creer que funcionaría por siempre, y fue entonces cuando el momento de la ruptura llegó.