02:35 de la mañana, todos duermen en casa, hay tanto silencio que el vago sonido que emite mi teléfono al presionar los teclados pareciese estruendoso, estoy en mi habitación, sentado sobre el escritorio, el cual está repleto de objetos gracias al desorden que hay, puedo escuchar el sonido de los coches a tres manzanas de mi casa, el respirar de los integrantes de mi familia, los cuales están acabados después de un largo día de trabajo, son las 02:35 de la mañana y en lo único que puedo pensar es en ella, aquella chica en la que no dejo de pensar desde hace ya tres años, no puedo sacarla de mi mente; su sonrisa, su pelo de color negro intenso, sus hermosos ojos, aquellos que me han cautivado desde el principio, su torpeza, la forma en la que podía ser delicada y ruda, su perfección...
Han pasado tres años y dos meses desde que cortamos, tengo todos los días contados, aún puedo recordar la sensación cuando ella me decía que lo nuestro no podía seguir, que no éramos el uno para el otro, que era mejor que cada uno siguiese por su cuenta, en aquél salón en el que solíamos ensayar para nuestra presentación de teatro que era al día siguiente, frente a todos nuestros amigos, amigos que en las semanas siguientes desaparecieron.
En aquél entonces tenía catorce años, lo sé, era solo un crío, fue la primera vez que alguien terminaba conmigo, dolió mucho, pero sabía que al ser yo un simple chico que apenas empezaba la adolescencia se me pasaría en unos días o en unas semanas, que esta peculiar señorita pronto dejaría de importarme, que no había por que ponerse triste si la iba a superar más temprano que tarde, o al menos eso era lo que creía. Poco tiempo después de la ruptura me mudé a otro país, en el que volvía a empezar de cero, nueva vida, nuevos compañeros, nuevo colegio, nuevos problemas y nuevas oportunidades, creí que sería para siempre el vivir en aquella ciudad que amé enseguida, lleno de todo lo que quería, hasta que por circunstancias de la vida tuve que volver al lugar del que tanto había querido escapar desesperadamente, no solo por aquel romance fallido, sino por todo lo que había pasado en ese vecindario, en esa casa, con esa gente, traté de no darle mucha importancia a esas cosas ya que se trataba de mi madre, pero entonces, cuando volvía a acostumbrarme a mi nueva vida vieja, la vi a ella caminando por la calle, y todo volvió a empezar...*******
Hola a todos, espero que les haya agradado el comienzo de la nueva historia que empezaré a escribir, sé que es corta, pero es porque soy nuevo en esto, quisiera que vayan comentando si les gustó o no, dar consejos y eso, dicho esto, nos vemos...