Sigo tu cabello rojo con mi voluntad herida y un libro cualquiera que me va llevando al infierno, escuchaba la platica de ebrios, uno de ellos decía que todo se pagaba en este mundo, aquí y solo aquí, yo desentonaba con silencio.
En Un Bar
Sigo tu cabello rojo con mi voluntad herida y un libro cualquiera que me va llevando al infierno, escuchaba la platica de ebrios, uno de ellos decía que todo se pagaba en este mundo, aquí y solo aquí, yo desentonaba con silencio.