Corazones encontrados

un día raro

Bueno chicos, quiero daros la bienvenida de nuevo, vuestro último año en la universidad Stanford, sentiros orgullosos por haber llegado hasta aquí, creedme, yo lo estoy. Espero que este año lo deis todo y que todo salga bien, me alegro de teneros de nuevo, decía el profesor de ética.

Definitivamente, ética es mi clase favorita. Al profesor se le fue un poco la hora con el discurso porque del timbre sonó, lo que significaba que ya habíamos acabado por hoy, era la última asignatura que me quedaba por dar.

Mila: Heeeeey Allison, qué tal te ha ido la mañana?

Allison: Mila, nos hemos visto hace 3 horas en el descanso y me has preguntado lo mismo.

Mila: Jajajajajajaj me da igual tía, te quiero!!!

Allison: Estás loca, vamonos anda, que me muero de hambre.

Yendo para el coche, me llamó la atención un chico que iba vestido entero de negro, se estaba poniendo su casco para irse en moto. Al observarlo supongo que se dio cuenta y me miró.
Nos quedamos así unos segundos hasta que le aparté la mirada. Dónde he visto esos ojos antes, pensé

El chico se fue y yo me monté en el coche con Mila.

Mila: Oye, ¿qué ha sido eso?

Allison: ¿El qué?

Mila: No te hagas la tonta, que nos conocemos, ¿por qué mirabas tanto a ese chico?

Allison: No lo sé, simplemente me llamaba la atención su ropa

Mila: sí claro, su ropa...

Llegamos a casa, nos preparamos algo de comer y nos pasamos la tarde viendo pelis de miedo y comiendo a lo bestia. Ésto de vivir solas tiene sus cosas buenas.