Miku, ¿cuál es tu secreto? [MIKUXLEN]

18: El secreto de Miku [F I N]

¿Qué es lo que podría ocultar aquella carita tan celestial?

—¿Qué clase de secreto...?— respondió dudoso el chico. No quería más sorpresas, solo quería volver a los días tranquilos con Miku.

Miku asintió y le sonrió.

—Yo...— Miku desenredó sus brazitos del cuello de Len y lo miró directamente a los ojos. Len se sintió completo otra vez— Yo soy muy diferente a tí.

>>Nací en el mar. Soy parte del mar, yo no soy humana totalmente. —río incómoda— seguramente pensarás que soy una loca pero... Supongo conoces el cuento de las sirenas, aquellos seres mitológicos que causan tanta curiosidad, sé que suena algo totalmente descabellado, pero es la verdad. Soy una sirena. —soltó un suspiró y sus ojos brillaron— Una sirena enamorada de un humano...

Len le devolvió la sonrisa a duras penas, sintiendo millones de emociones dentro de él.

—Aunque es algo descabellado; Eso a mí no me importa mucho.— susurró el chico, diciendo la verdad.

—¿Me crees?— preguntó la chica esperanzada.

—Totalmente. Y vuelvo a repetir que eso no me complica en absoluto— Len acarició un mechón de cabello acuamarino— Solo me importa que tú estés conmigo. Te necesito, Miku. Sin tí no soy nada.

>>Necesito el ruido de tus pies en el piso en las mañanas, el olor de tu cabello y tus pequeños ronquidos en la noche. Quiero tener por siempre tu compañía, me haces falta a cada minuto. No soy yo si tú no estás. Me encanta tu torpeza y tu sonrisa. Me encanta como eres, me encanta todo de tí. Te necesito para ser feliz. No me imagino un futuro feliz sin tí...

Miku sentía como su pecho latía fuertemente, y como su corazón se reparaba. Quería llorar, gritar, abrazarlo, quería hacer tantas cosas, Len le provocaba todo tipo de sentimientos, pero decidió expresar todos aquellos sentimientos en una frase:

—Te amo, Len...— soltó al fin aquellas palabras. Len sintió que el alma volvía a su cuerpo, cada partícula de su cuerpo vibró. Ya nada importaba.

— Y yo te amo a tí, Miku...

Sus ojos se conectaronpor milésima vez en la noche y toda la tristeza cesó. Solo eran ellos y el sonido de las olas. Las manos de Miku se posicionaron en las mejillas del chico y sus miradas bajaron a sus labios.

Ya no había vuelta atrás.

Sus respiraciones se entremezclaron y sus labios se juntaron en un tierno y anhelado beso. Len sintió como todo este tiempo valió la pena, como toda la pena en su corazón quedaba atrás.

El beso se profundizó y luego de un par de minutos sus miradas volvieron a encontrarse, ya las palabras no eran necesarias.

Todo estaba dicho, y el final feliz se veía muy cerca.

Mirándose a los ojos, supieron que nada ni nadie los podría separar y si por algún motivo algo salía mal, siempre estarían en el corazón de el otro. Y cada uno con una sonrisa en la cara y las manos entrelazadas comenzaron una nueva vida, sin tristeza ni odio, solo alegría y más alegría juntos.

<EL FINAL.>