"Gracias Jude" - Fueron las últimas palabras, acompañadas de un gran suspiro, antes de quedarme plácidamente dormido en esa fría y oscura noche.Tenía su número, tenia que aprovecharlo... Geraldine me dijo que Jude tenía Whatsapp, sería más fácil comunicarme desde ese medio. Estaba en un lugar no muy cómodo, la única conexión a internet que tenia en ese momento era gracias al Wi-Fi de Kristian, que con suerte, la buena señal llegaba a mi casa, pero en un lugar, digamos que, incomodo. Estaba nada más y nada menos que parado en la ventana de la cocina. Pero de que me quejaba, si allí pasaba parado por horas conversando con mis amigos, y eso si mis padres no me mandaban a hacer algo.
Pensaba, mientras miraba por la ventana y a la vez me frotaba las manos por una corriente de aire frio que entraba sigilosamente desde afuera, pensaba que no podía esperar más, no iba a dejar que Cobardía me arrebatara el momento de satisfacción que obtuviera cuando me respondiera mi mensaje.
Me atreví como todo un acosador a revisar su perfil, el cual en su foto de perfil ( que esperaba que tuviera una foto de aquella chica) tenia una imagen con una frase de Kurt Cobain, muy representativa de aquel exitoso músico. Pero me decepcionó cuando leí:
"Jude 🎸
Ultima conexión: ayer..."Era muy tarde, no creí que se conectara. Además, teníamos clases mañana temprano y es muy improbable que solo mire su teléfono a casi media noche para responderle a un número desconocido, sabiendo que mañana se levantaría temprano para ir al cole. Deseche mis esperanzas, y si, Cobardía se acomodaba plácidamente en mi subconsciente, con una victoriosa sonrisa... Como los odio demonios.
Frustrado, acomode mi cuarto, tire mi ropa a mi silla, los audífonos a un lado junto a una mesita con la foto de mi madre y padre y procedí a acostarme buscando conciliar el profundo sueño... Pero, no podía... Su imagen en la oscuridad de mi cuarto era muy nítida, ni idea si estaba soñando o solo imaginando, pero aquella chica se veía tan real. Cada detalle que me gustaba observar cada vez que la miraba cuando hablabamos: su pelo, sus labios, su cuerpo... Sus ojos... Ahh que ojos tenia esa chica, me hipnotizaban con solo recordarlos. Lástima que nos veamos muy poco y no poder observar como yo quiero esa cara angelical que escondía algo, tenia un presentimiento como aquella vez, pero no me fije mucho en eso. Deje que mi mente se cansara de pensar y que pudiera dormir al fin con una sonrisa dedicada a aquella noche y a aquella chica que me tenia loco de una manera nunca antes vista por mí.
- Gracias Jude - Fueron las últimas palabras, acompañadas de un gran suspiro, antes de quedarme plácidamente dormido en esa fría y oscura noche.
Al día siguiente me despertaba, como era de costumbre, el incomodo y fastidioso sonido de la alarma de mi teléfono que me indicaba el comienzo de la rutina diaria. Ese sonido cuanto lo odio y me daba igual si lo cambiaba, me daban ganas de estampar mi teléfono contra la pared (no pongan su canción favorita de alarma, es una trampa).
En fin, me bañaba, cepillaba, me vestía y desayunaba como lo hacía en la escuela y hasta ahora en mi última etapa en la educación diversificada y profesional. Pero últimamente me sentía diferente, un tanto contento y feliz por el simple hecho de tener un motivo para asistir a aquella institución educativa. Tener un motivación cada día es muy gratificante y me ayudaba a luchar por lograr ese objetivo.
Las sospecha por parte de mi familia no tardaron en aparecer. Mi cara comúnmente con ojeras del cansancio acumulado y una expresión no muy bonita al levantarme cambiaron a una expresión alegre y esperanzada de un día a otro Aunque trataban de disimular para que yo no diera cuenta y me daba igual lo que pensaran, era feliz pensando en ella.
Sería un día ajetreado por la cantidad de evaluaciones que tenia, pero nada de eso iba a impedirme ver, aunque sea por un momento, a Jude... Bueno o eso pensaba.
Soy muy aplicado en mis estudios y faltar a una clase, jamás. Además de estudiar en la mayoría de mis tiempos libres, tuve que dedicarle un poco de mi tiempo a Daniel, Miguel y alguno que otro compañero de estudio, a explicarles algunas cosas de matemática que no comprendían. Disfrutaba hacerles comprender un tema a mis amigos y por eso no me fijé en que mi primera hora libre se había acabado.
-Bueno, todavía hay tiempo - me decía a mi mismo, siempre positivo para animarme...
Pero en realidad, cuando tuve un momento para subir sigilosamente al primer piso, ya que no permitían a los que estudiaban en 4to y 5to año subir por cuestiones de "seguridad", me asomé donde estudiaba aquella fémina que me había robado el corazón, sin mucho éxito. Jude se había marchado temprano y mis ánimos se fueron al suelo.
Respire profundo y seguí con mi rutina, esperando que mañana tuviera un pequeño momento con esa pequeña poeta robacorazones... Su rostro era inolvidable, la recordaba en los ratos aburridos de una clase de matemática a ultima hora, esas clases que lo que provoca es saltar por una ventana. Cada vez que terminaba ejercicios primero que todos mis compañeros, siempre hacia pequeños dibujos atrás de mi cuaderno, en esas últimas páginas que sirven solo para simplemente arrancarlas para hacer bolas de papel y lanzarlas o escribir notas que nunca leías porque simplemente el pobre contenido que veíamos no iba a llenar un cuaderno entero. Dibujaba y a la vez escribía su nombre con una delicadeza y tanta soltura que no parecía mi propia letra. Lo admiraba unos segundos, recordando la vez que nos presentamos y también la vez que bailamos juntos, era espectacular... Hasta que llegaba el típico compañero a preguntarme como se realizaba el ejercicio que ya había hecho minutos antes...
5 años estudiando y nunca cambian...Llegue a casa con el único fin de descansar, pero siempre estaban los quehaceres, favores y los oficios que siempre me mantenían ocupado, sin contar lo que tenia que estudiar para mis futuros exámenes, horripilante para algunos, pero me gustaba mantenerme ocupado.
Ya en la tarde después de cumplir con mis labores y dejando la noche para estudiar, aproximadamente a las 4:30, ya estaba mi tableta cargada y colocada en el lugar estratégico para tomar el internet "prestado" de mi queridísimo amigo Kristian y conectarme un rato en las redes, sin olvidarme de robar algún bocadillo de la cocina; que hambre me da y mucho más si me la paso en la cocina... En fin, la deficiente velocidad de la web no me dejaba ver algunos vídeos ni abrir la red social que mas utilizo, tan solo estaba disponible para mensajería instantánea. Tenia la idea en mi cabeza y mis demonios formaban un alboroto en mi subconsciente. Le escribiría finalmente a Jude.
Vi que estaba en línea, sabia que no tenia mi número y tendría qur explicarle de donde saque el suyo. Entré al chat y escribí un misero "Hola soy Javier" pero no lo envíe, la duda siempre me intervenía:
"En serio Javier, así aburres a cualquiera. Se original"
Cierto, la primera impresión es la que importa, ¿no? Y tenia la creencia de que ese refrán también aplicaba en los saludos... En seguida cambie el texto:
Escribiendo...
"Oye ¿Cómo estás? Pase por tu salón y no estabas...""Suenas a acosador Javier"
-Lo se, lo se... Lo cambiaré - escribía de nuevo mientras le hablaba a mi propio demonio Duda:
Escribiendo...
"Jude Hermosa! ¿Cómo estás cariño? Soy yo, Javier!""Oye oye, ¿qué haces? Creo que te abalanzas muy rápido, creerá que es solo interés..."
-Ahh estúpido demonio, solo lo que haces es fastidiar...
Demonio... ¡Demonio!... - y allí se me ocurrió la mejor y a la vez la peor frase para iniciar la conversación:"¡Holaaa! ¿Estás por allí? Soy un demonio, vengó a buscarte..."
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Recuerdos del Corazón
Romansa¿Puede una persona simplemente cambiarte la vida? ¿Marcar un antes y un después en tus recuerdos? Pues para mí, si existe. Gracias a ella sentí muchas cosas que no me atrevía a explorar, mis miedos y mis debilidades temblaron con todos estos cambios...