Nada es como parece. (Niall Horan y tú)

Capitulo 28

¡Dios que ricura de chico! Me había preparado una cena, en la playa, de noche, sólo con la luz de las velas y la luna. Esto era lo más precioso que había echo nunca nadie por mi antes. No sabía que Niall podía ser  tan cariñoso y tan tierno con cosas como estas, era tan romántico. Aw, me lo comía. Nunca nadie me había preparado una cena sorpresa y mucho menos en la playa, me parecía un detalle muy adorable de su parte, la verdad.

- ¿Qué es esto? - exclamé sin quitar la sonrisa de mi cara.

- Tu sorpresa. - me abrazó por detrás mientras me daba pequeños empujones para que amanzara. - Sientante, cariño. - señaló el mantel y yo me senté una vez que me soltó. 

- Gracias. - murmuré a la vez que Niall se sentaba delante de mi. - ¿A qué se debe esto? - no podía quitar la sonrisa de mi cara, era algo imposible.

- A que te quiero. - me sonrogé al escuchar esas palabras de sus labios. ¡Se oía tan bien de esos malditos labios! - Y a que quería que nos conociesemos mejor. - sonrió de una manera muy tierna.

- Claro. - exclamé mientras juntaba mis manos.

- Bueno, primero comamos algo. Seguro que te mueres del hambre, con ese apetito que tienes. - dijo mientras soltaba una carcajada.

- ¡Oye! Yo no como tanto. 

- Claro, claro. 

La cena fue bastante divertida. Niall estuvo haciendo el idiota todo el tiempo y yo simplemente no podía dejar de reír. No habíamos formulado ninguna pregunta todavía y no me importaba. Si él quería, podía decirle lo que él quisiese, yo no iba a ocultarle nada. Bueno, habían cosas que prefería que no supiera como el tema de mi padre, por ejemplo... No es que no quería que no lo supiese, es simplemente que no sabía como podría contarle eso de una manera delicada sin que pareciera que me importa todavía. El tema de mi padre siempre me importará, lo sé, pero no quiero darle mucha importáncia a alguien que no merece la pena, la verdad.

Niall y yo estuvimos recogiendo las cosas de la cena y las guardamos en la cesta. Nos levantamos y fuimos a dar una vuelta. Niall guardó la cesta y la manda en... La verdad no lo se, pero da igual. 

Una vez que nos levantamos y ya estabamos listos, ese chico tan precioso que había cenado conmigo, me cogió de la mano y caminamos juntos hacia la orilla, donde allí, estuvimos paseandonos. Al acercarnos lo suficiente al agua, corrí hacia allí para mojarme los pies. ¡Amaba el agua! ¿Qué quería que hiciese? Me encantaba desde pequeña, el mar, el oceano, las picinas, todo eso me calmaba, bueno, el agua en general me calmaba. Me parecía muy tranquilizante. 

- Luego me preguntas que por qué te llamo niñata. - dijo Niall sentándose en una piedra mientras me observaba.

- ¡Oye! Me gusta el agua. ¿Algún problema? - pregunté poniendo mis manos en mi cintura mientras le miraba con las cejas alzadas.

- No. Yo no tengo ningún problema. El problema lo tienes tú. ¡Hasta mi prima de cuatro años ya no hace eso!

- ¿El qué?

- Comportarse como un bebe. - uh, este no sabe con quien se estaba metiendo.

- ¿Perdona? Mira niñato...

- Uh, la niñata se rebela. - me interrumpió mientras se ponía de pie y caminaba hacia donde yo estaba. - ¿Tienes algo que decir, niñata? - dijo una vez que estabamos a menos de diez centímetros de distáncia.

- Sí. - él me miró alzando las cejas, esperando a que yo le contestara. - Que eres un idiota.

- Me han dicho cosas peores. - dijo soltando una carcajada. - Pensaba que eras mejor que eso. - se dió la vuelta y caminó de nuevo hacia la roca.