La tercera Evans.

Capítulo 8: No estás solo.

Maratón 2/4:

Querido diario:

Todo salió perfecto, este ha sido el mejor día de mi vida. Te tengo una sorpresa, por eso no te había escrito desde hace tanto, me costó trabajo ocultártelo pero era necesario, nadie podía saber lo que iba a hacer, excepto las personas que me ayudarían a llevar a cabo mi plan.

Verás, mamá y yo nos encontramos hace unos días a la señora Snape en el supermercado y ella nos contó lo triste que estaba por no poder estar con Severus en su cumpleaños, le pregunté cuándo sería y ella me dijo que el 9 de enero, desde ese momento mi mente empezó a trabajar a toda velocidad.

Quería una manera de recordarle a Severus que no estaba solo y sabía cómo podía lograrlo aunque no sería sencillo, o eso creí. Apenas llegué a casa inicié con l parte más difícil del plan, enviarle una carta al único que haría la diferencia entre que todo fuera un éxito o un fracaso. Tuve que ir a preguntarle a la señora Snape si había una forma de hacer llegar una carta a Hogwarts sin una lechuza porque Lily no había enviado a Snow, por fortuna la mamá de Severus tenía a "Night" y pude cumplir con el paso 1 "enviar mi petición al director Dumbledore".

En la carta le expliqué detalladamente lo difícil que era para un niño de la edad de Severus pasar su primer año lejos sus amigos y familia durante su cumpleaños, le di estadísticas sacadas de revistas sobre psicología, no hablaban en específico del tema pero sí sobre la importancia de los lazos familiares y amistosos, todo fue lo más formal que pude, hasta usé su nombre completo, y qué largo es. Al final de mi exposición de razones, le pedí que dejara venir a Lily y a Severus sólo por ese día, son magos y tienen trasladores, chimeneas y toda clase de cosas para ir de un lugar a otro en un parpadeo, no le veía gran dificultad.

Esperé todo un día con los pelos de punta, casi podía ver el "No" sobre el pergamino, y así fue. La respuesta del director fue "En verdad lamento tener que negar su petición señorita Evans pero los estudiantes no pueden abandonar el colegio durante época de clases, por mucho que coincida con sus más que acertados datos y opiniones, sin embargo, si usted desea, las puertas del colegio están abiertas para que pueda venir a celebrar con el joven Snape el día de su cumpleaños. Espero su respuesta, con cariño, Albus Percival Wulfric Brian Dumbledore."

Sí, lo sabes, sé que sí. Fui a Hogwarts hoy, Dumbledore vino hasta aquí por mí y nos aparecimos en el Bosque Prohibido, tuve una aparición conjunta con un Orden de Merlín Primera Clase, y acabo de gritar mientras lo escribía. Todo fue maravilloso, no, todo fue espectacular, tampoco, ya sé, todo fue marespecreible.

El castillo es inmenso e indescriptible, creí que por ser muggle no podría verlo pero Dumbledore debió lanzarme un hechizo para permitirme hacerlo y no sabes cuánto lo adoro ahora, ojalá fuera mi abuelo, es genial. Había árboles por todos lados y la tierra desprendía un aroma muy peculiar, no a simple tierra mojada sino como a tierra mezclada con aire y mar y río y flores, no lo sé, estaba enloquecida, sigo enloquecida.

Cuando llegamos al castillo y vimos a todos los estudiantes me quedé de piedra, era como ver a mi propia escuela sólo que sabía que si hacia enfadar a alguien aquí me lanzarían por los aires antes de siquiera pensar en disculparme. Las manos me sudaban de la emoción y el pastel de chocolate que mamá me ayudó a preparar casi se me caía pero no lo iba a permitir, era para el cumpleaños de Severus.

El Gran Comedor casi me hace gritar, sí puede que soltara un gritito o dos, entrar ahí fue como entrar a mis sueños más desorbitantes. En las mesas todos comían despreocupados, busqué a Lily y a Severus con la mirada pero él me vio primero, sus ojos se hicieron enormes y corrió hasta mí, me tocó un hombro como para ver si era real, reí demasiado por eso y cuando vio el pastel que traía entre brazos, lo entendió todo y me dio la sonrisa más hermosa que he visto en mi vida, y eso me hizo más feliz que estar en Hogwarts.

El director me dijo que a las nueve volvería por mí y nos dejó solos, le pregunte a Severus por Lily pero él sólo se encogió de hombros, volví a preguntarle y me señaló la mesa de Gryffindor. La vi sentada junto a un niño con gafas que miraba a todos como si él fuera el dueño del universo, lo supe, era Potter, no podía creer que Lily estuviera riéndose de lo que le decía, me acerqué completamente enfadada, con Severus siguiéndome de cerca.

¿Sabes lo que hizo cuando me vio? Se levantó de prisa, me abrazó e hizo como si nada pasara, iba a preguntarle ¿qué estaba haciendo con ese? Pero no quería iniciar una discusión en un día tan genial como ese así que sólo le dije que había ido para celebrar el cumpleaños de Severus, Lily y él se emocionaron y dijeron que debían llevarme a conocer tantos lugares que apenas si daría tiempo, Severus hizo flotar el pastel para que no tuviera que seguir cargándolo y empezó a caminar hacia afuera. Antes de seguirlo a él y a Lily, me acerqué a la los leones hasta quedar frente a ese tal James Potter, me saludó con una sonrisa de "¿te gusté, cierto?" y me dijo "eres la otra Evans, vaya, lo lindas es de familia, mucho gusto, yo soy" y le tiré en la cara el jugo de calabaza que tenía en la mesa, le sonreí y le dije "sé quién eres, un brabucón" Todos en su mesa se quedaron boquiabiertos pero los ignoré y corrí para alcanzar a Lily y a Severus.

Lo que pasó no puedo contártelo con lujo de detalles, es una de esas cosas que quiero guardarme para mí y para nadie más, aunque sepa que no irás a contárselo a medio mundo pero es que fueron momentos tan increíbles que quiero atesorar en mi mente y mi corazón para siempre y nada que pudiera escribir sobre ellos les haría la justicia necesaria. Severus, Lily y yo nos la pasamos fenomenal, conocí lugares que jamás imaginé que siquiera existían y cumplí con mi cometido principal, Severus sabe que no está solo.

Nox.