Madona Diana

309 14 0
                                    

Capítulo X

Madona Diana

Erase una vez, en un tiempo muy lejano, en el Condado de Cettardo, una
muchacha de una belleza asombrosa, que fue prometida a un joven tan
hermoso como ella misma; pero aunque de buena cuna y bien criados, la
suerte o la desgracia de la guerra y el destino los habían hecho a ambos
extremadamente pobres. Si algún defecto tenia ella, este era su gran
orgullo, por lo que no consentía en casarse si no era como ella deseaba, con
un gran lujo de detalles, buenas ropas, una gran fiesta y muchas damas de
honor.

Y esto llegó a ser para la hermosa Rorasa, pues ese era su nombre, tal
objeto de deseo, que su cabeza medio enloqueció, y las otras chicas que la
conocían, por no decir de los muchos hombres a quien ella había
rechazado, la ridiculizaban amargamente, preguntándole cuando se
celebraría la lujosa boda, junto con muchas otras burlas, debido a eso, en
un momento de locura, fue a la cima de una torre muy alta, y de se lanzó al
vacío; y cayó por un barranco terrible que había debajo.

Más no se causó ningún mal, ya que mientras caía se le apareció una
hermosa mujer, no perteneciente al mundo mortal, y tomándola de la mano
la transportó por el aire a un lugar seguro.
Toda la gente alrededor que vio o se enteró de esta proeza gritó, "Milagro,
Milagro" e hicieron una magnífica fiesta, y fueron a persuadir Rorasa que
ella había sido salvada por la Madona.
Pero la dama que la había salvado, acudió a ella secretamente y le dijo, "Si
tienes cualquier deseo, sigue el Evangelio de Diana, o lo que se llama el
Evangelio de las Brujas, que venera la luna."
"Si tu adoras a la Luna, entonces
lo que tu desees obtendrás"
Entonces la hermosa chica salió sola por la noche y fue al campo, y
arrodillada en una piedra de una ruina vieja, ella veneró a la luna y a Diana
así invocó:

¡Diana, hermosa Diana!
Tu que me salvaste de una muerte espantosa cuándo yo caía por el barranco oscuro
Rezo para que me concedas otro favor.
Dame una boda gloriosa, repleta de muchas
cosas hermosas y grandiosas y muchas madrinas;
Y si este favor me concedes,
¡En verdad que del Evangelio de las Brujas seré!

Cuándo Rorasa se despertó por la mañana, ella se encontraba en otra casa,
dónde todo era mucho mas bonito, y una hermosa doncella la dirigió a otra
habitación, donde fue vestida con un lujoso vestido de bodas de seda blanca
y diamantes, era su traje de novia de verdad. Entonces aparecieron diez
señoritas, todas espléndidamente vestidas, y con ellas muchas personas
distinguidas con las que ella fue a la iglesia en su carruaje. Y todas las
calles se llenaron de música y de gente que llevaba flores.
Entonces ella encuentra al novio y se casa conforme a los deseos de su
corazón, diez veces más grandemente de lo que había soñado jamás.
Después de la ceremonia, tuvo lugar allí un banquete en el que toda la
nobleza de Cettardo estaba presente, y, además, el pueblo entero, ricos y
pobres, fueron invitados.
Cuándo finalizó la boda, las madrinas le hicieron cada una un regalo
magnífico – una le dio diamantes, otra un pergamino en oro, después
pidieron permiso para ir a la sacristía y allí tranquilos durante unas horas,
hasta que el sacerdote mandó a su monaguillo a preguntar si necesitaban
algo. Pero lo que más asombró a la juventud fue al contemplar las diez
imágenes talladas en madera y terracota junto a Diana de pie sobre la luna,
enormemente adornada y de un valor inmenso, con la semejanza de las diez
damas de honor.
Por lo tanto el sacerdote puso estas imágenes en la iglesia, que es la más
antigua de Cettardo, y por eso ahora en muchas iglesias se puede ver a la
Madona y la Luna, pero es Diana. El nombre Rorasa parece provenir del
latino ros rocío, rorare, para rociar, rorulenta, roció - de hecho, la diosa del
rocío. Su gran caída para ser levantada por Diana sugiere la caída de rocío
por la noche, y su transformación en el vapor bajo la influencia de la luna.
Es posible que este sea un cuento mítico, latino muy antiguo. La seda y los
diamantes blancos indican el rocío.

Aradia- El Evangelio de las brujasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora