Era un día lluvioso en las calles de París, dos niños jugaban dentro de la casa pensando “a que podemos jugar”, sus nombres eran Anni y Sebastian, eran vecinos y mejores amigo, ella era hija de un ministro y él de un extranjero holandés que acababa de mudarse justo al lado de la casa de Anni, ella era una niña algo traviesa y un poco mal portada aunque también era preciosa y muy inteligente, tenia un cabello tan negro que cuando se ponía al sol brillaba intensamente, algo largo a la mitad entre el hombro y el codo, tenia unos ojos azules tan brillantes que podrían confundirse con el mismísimo mar y su piel era tan blanca que a diario usaba bloqueador solar para que no se le maltratara la piel. Él era un poco contrario a ella, él también era algo travieso aunque no le gustaba meterse en problemas pero siempre se quedaba con Anni para ver si no se metía en problemas, el era de cabello castaño claro y ojos verdes con un poco de amarillo; A él le encanta leer, tiene un buen promedio en la escuela y aunque Anni no se a dado cuenta el esta total y completamente enamorado de ella. El día que se conocieron ella jugaba con su aun cachorra Mina, la perrita era una labradora blanca que su padre le había regalado una semana antes y se había ganado el corazón de Anni; un camión de mudanza se estacionó en la casa de al lado, y del carro que iba atrás del camión salio el chico de ojos verdes y sonrió amigablemente a Anni y se le acerco.
- Hola ¿cómo te llamas?- preguntó Sebastian algo sonrojado de la vergüenza.
- Mmmm me llamo Anni ¿ y tu como te llamas?
- Me llamo Sebastian me acabo de mudar a la casa de al lado.
- si lo note- contesto Anni.
- Ammm... ¿ y quien es ella?- refiriéndose a Mina.
- A ella es Mina mi cachorra.
- Es preciosa ¿ puedo acariciarla?
- si claro.
Sebastian acarició a un poco a Mina y ella le lamió la cara en forma amistosa.
- Le agradas- dijo Anni sonriendo
- ¿En serio?
- si claro te lamió.
- oye ¿ amigos?- le tenió la mano a Anni
- pero apenas si te conozco.
- no importa tenemos mucho tiempo para conocernos, ¿entonces amigos?.
- Ok amigo- y Anni le contesto el saludo.
- bueno jugamos al rato porque tengo que desempacar
- si ve.
El tiempo paso y esos niños hicieron muchas travesuras, tantas que los papás de Anni ya no podían más y tomaron la decisión más difícil de sus vidas, mandarían a Anni a un internado.
- Anni tenemos que hablar- dijo su padre con una voz muy firme.
- ¿Qué pasa papá?- dijo Anni un poco asustada.
- Tu madre y yo lo hemos hablado y te iras a un internado para niñas mal criadas en Inglaterra para ver si ha si puedes volverte una señorita.
- Noo!!!!! Pero papá!!!! ¿ porqué?!!!!!!
No me quiero ir tengo muchos amigos aquí y Mina me extrañara.- Pues lo siento pero tu comportamiento es total y completamente desastroso para ser la hija de un ministro y es mi ultima palabra. - y se va enojado su padre.
- Mamá... ¿ Porqué papá es así? - dijo Anni a punto de llorar.
- No te preocupes hija harás muchos amigos allá y regresarás pronto.- le dijo su madre y le beso la frente.
Una semana después era hora de que Anni se marchase y Sebastian fue a despedirla.
- Por favor cuida de Mina- dijo Anni a Sebastian entregándole a la pequeña Mina.
- si claro no te preocupes por ella- y abrazo a Anni llorando y rogando que no se fuera. - Por favor no te vayas.
- Tengo que irme, son ordenes de mi padre. - le dio un beso en la mejilla y se fue llorando rápidamente hacia su nueva vida en Inglaterra.