Te amo

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¿Que tenía que hacer para que me ames? Hice lo imposible por ti. Me he enfermado gracias a tus estereotipos de niño bonito y delgado. Aún quedan secuelas de aquella anorexia mortal. Aún siento desprecio hacia mi persona. Pero lo peor... Aún sigo amándote.
(...)

El chico delgado de diecisiete años, caminaba a gusto en aquel parque.
Jungkook solía caminar cuando algo le atormentaba. Ese día se miró al espejo. Y lo que vio, lo atormentó.
Tenía un pequeño rollito de grasa en su panza.
Aunque su mejor amigo insistió con que solo era piel, el menor se agobió por eso.
Estaba lloviendo a chaparrones. Pero... ¿Que le importaba si un rayo acababa con su vida?. Sus padres lo abandonaron aquel uno de enero. En un orfanato de Busan. Ahí conoció a su mejor amigo Taehyung. Era el único que estuvo a su lado. Aún cuando su amor imposible lo rechazó por ser gordo. Aún cuando su locura por adelgazar casi lo mata. Aún lo aguanta cuando su cuerpo le agobia.
Aún cuando lo impresiona con sus notables huesos. Sus marcadas ojeras y su rostro demacrado. Taehyung siempre está ahí.
Siguió rodeando el parque. Los rayos y truenos eran cada vez más fuerte. Jungkook parecía sordo, autista. Parecía un muerto viviente.
A lo lejos. Un chico más bajo que él, pero obviamente de más grande cuerpo, lo divisó. Corrió hasta Jeon.
Se había preocupado sin saber la razón. Solo su lado humilde lo arrastró.
El menor sólo tenia una remera manchada y rota; al igual que sus pantalones y zapatillas.
El contrario se quitó su chaqueta y se la colocó al menor.
-¡Oye!, hace demasiado frío para que estés aquí. La tormenta podría matarte.- el mayor no se había percatado de la demacrada y pálida cara que llevaba.
Jungkook permaneció quieto. No tenía fuerzas para seguir caminando.
Jimin lo cargó en sus brazos.
No soportaba la idea de que un chico tan joven pudiese estar en tales condiciones.
El menor cerró sus ojos, y sin darse cuenta. Cayó rendido en los brazos de su salvador.
Jimin al llegar a su casa. Llenó la bañera con agua tibia. Quitó las inmundas prendas del menor, y lo acostó en dicha bañera.
El cuerpo de Jungkook no se movía. Su piel era tan blanca como la de un muerto en descomposición. Tanto así que se aseguró de que éste respirara.
Cuando terminó de asear el lívido cuerpo del pelinegro, lo acogió en una gran toalla blanca. Volvió a cargarlo y lo llevó hasta su gran habitación. Le puso uno de sus nuevos boxers y una remera holgada.
Aunque el menor fuera mas alto, su remera le llegaba arriba de la rodilla.
Lo tapó con sus sabanas y mantas.
-Pobre chico.- susurró.
Tiró la ropa rota de Jungkook.
-No volverá a estar así.- se dijo para si mismo. Estaba dispuesto a que aquel desconocido chico viviese con él. Tenía la gran suerte de vivir solo.
Pasaron horas hasta que el joven pelinegro despertó. Estaba confundido.
>>¿Dónde estoy?<<
Era lo único que se preguntaba.
Un hombre de pelo marrón, cachetes regordetes y muy masculino, entró a su habitación. sonrió al ver
que ya había despertado.
-¿Donde estoy?.- preguntó Jungkook, observando minuciosamente el espacioso cuarto.
-En mi casa. Te desmayaste en mis brazos. No podía dejarte allí.- sonrió satisfecho.
-Ya veo.- susurró. Debía volver al orfanato, o la policía lo buscaría.
-Debo volver a mi casa.- aseveró el menor, mientras se destapaba de las suaves mantas.
-Te acompaño.- ofreció Jimin. Otorgándole una muda de ropa nueva.
Jungkook preguntó por su ropa, pero Jimin cambió de tema instantáneamente.
Rendido, aceptó aquella ropa, que, se notaba a kilómetros, que era de marca.
Ambos salieron del gran apartamento de Park.
-Aquí es.- dijo el menor. Luego de haber caminado en un sepulcral silencio hasta su orfanato.
-Este es tu... ¿Hogar?.- preguntó Jimin. Con un terrible nudo en la garganta, al solo imaginarse la vida que podría llevar adentro de ese espantoso lugar.
Jungkook asintió.
-No me has dicho tu nombre.- habló Jungkook.
-Jimin. Park Jimin. ¿y tu?.
-Jeon Jungkook.
Ambos jóvenes se despidieron y Jungkook entró a su asqueroso hogar.

(...)
Jimin estaba preparando los papeles para poder adoptar a Jungkook.
Aunque dudaba en hacerlo, aquella inesperada visita hizo que inmediatamente presentara los papeles en el lugar.
Jungkook llegó a su departamento con tajos en su rostro, un ojo morado y su pierna quebrada. Había llegado arrastrándose.
Jimin con pánico, lo cargó hasta la tina. Limpió cualquier rastro de sangre en su cuerpo. Asombrándose por como sus manos podían tocar sus huesos.
-¿Que te pasó, Jungkook?.- preguntó espantado al ver como las lágrimas no dejaban de caer.
-Me... Me peg-garon.- Confesó en sollozos.
Jimin vistió a Jungkook y lo llevó como un rayo al hospital.
Jungkook debía quedarse en observación por un día. Tiempo en el que Jimin llevó los papeles al orfanato. De inmediato, casi como un milagro, Jungkook quedó a su tenencia.
Pudo observar como un chico, casi de la misma edad de Jungkook, se acercó a él.
-Cuida a Kookie.- pidió en sollozos desgarradores. Iban a separarlo de su único amigo.
Jimin, sorprendido, asintió.

(...)

Había pasado medio año desde que Jimin adoptó a Jungkook. Pero solo cuatro meses desde que se hicieron pareja. Jimin lo amaba. Lo amaba como a nadie.
Jungkook por su parte, lo amaba con su vida. Pero su inseguridad lo atormentaba. Jimin se preocupaba por su alimentación. Jungkook se negaba a comer mas de lo normal.
Había aumentado cuatro kilos desde que comenzó a vivir con Jimin. Motivo para llorar sin control, tener pesadillas y despertar gritando. Estaba asustado. Pensaba que Jimin lo dejaría por ser así. Pero Jimin jamás lo haría. Estaba perdidamente enamorado de Jeon.
Todo marchaba bien entre ellos. Salían, se divertían. Cada dos días, iban a visitar a Taehyung.
Hasta el día en el que tuvieron relaciones. Jungkook se sintió insuficiente para él. Más cuando Jimin hizo una mueca de tristeza al tocar sus caderas frágiles.
Lo hicieron más veces. Jungkook disfrutaba tener a Jimin arriba suyo. Mientras lo amaba de la manera mas placentera. Jimin también estaba feliz. Lo amaba a Jungkook en todos sus aspectos. Ellos eran felices, hasta aquel día.

(...)

El día en el que se enteraron que Jungkook sufría leucemia, fue el peor de todos. Jungkook recién había comenzado a vivir. No estaban listos para su partida.
Los síntomas se hicieron mas severos.
Jimin llegaba borracho a casa. No quería aceptar que su pequeño conejito no estaría más a su lado. Jungkook cada vez estaba mas delgado. Aún mas muerto que aquel día frío de noviembre.
Ese era el día en el que todos sufrían.
Jungkook se había dormido para jamás despertar. Estaba acostado en la cama. La cama en la que habían compartido sus mejores momentos. Sus risas, locuras, sus momentos mas apasionados. Jimin estaba aferrado a Jungkook. A su cuerpo sin vida. A su cuerpo vacío. Jungkook ya no estaba a su lado. Jungkook jamás volvería a acariciar los grandes brazos de Jimin. Jimin jamás volvería a besar los amados labios de su conejito. Jungkook ya no existía.

(...)
Jimin estaba desvastado.
Se encontraba tirado en la puerta de su habitación. Llorando como si su vida dependiera de eso. Aún estaba vestido con el mismo traje del funeral. Le dolía la perdida de su novio. Y mucho.
A lo lejos, pudo observar un cajón entreabierto. Caminó hacia él.
Era la ropa de Jungkook. Removió las prendas, encontrándose con un papel blanco, doblado a la perfección.
Se sentó en su cama y lo abrió. Dispuesto a leer la carta que Jungkook le había dejado. Lo único que tenía de él.

Jimin:
Si lees esto significa que ya no estoy contigo. Pensar eso hace que mi corazón duela :c
¿Pero sabes una cosa?
Mi espíritu estará contigo. Todo lo mío lo estará.
Te amo Park Jimin.
Te amo como no amé a nadie.
Te amo porqué fuiste el único en amarme.
Te amo porque le diste sentido a mi vida.
Te amo porque si, por que te amo.
No llores.
No sufras.
Eres tan lindo cuando sonríes, que jamás querría que dejes de hacerlo.
Te amo Jiminnie.
Siempre estaremos juntos. Pase lo que pase.
Jeonggukie.

Jimin no paraba de llorar. Su corazón dolía como nunca.
Con la carta pegada a su corazón, se acostó en su cama. Esperando el día en el volverían a juntarse.

~Fin~

November [One-Shot] [JiKook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora