"Home, sweet home"

39 2 0
                                    

Al llegar a casa dije lo mismo de casi todas las tardes: "No me sirvas nada mamá, no tengo hambre". Entonces, una vez más, noté la indiferencia maternal que existía en mi "hogar" , al ver que aquella señora que me dio la vida, ni se inmutó al oír mi pedido, era como si le diera igual que yo comiera o no. Al instante me sentí como un inquilino en aquel lugar. Bajé la mirada y con lágrimas en los ojos, maldije el día de mi nacimiento mientras me dirigía a encerrarme en mi cuarto, como de costumbre.

Versos AdolescentesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora