Back To You ✔ YuSol •Summer•

❝ Capítulo Cero❞

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Llevaba más de media hora observando cómo aquel pequeño cuerpo se deshacía en sollozos. Naturalmente él era una persona fría, o eso decían sus amigos. Hansol culpaba principalmente a sus padres por su actitud, todo era mejor y más divertido cuando era la culpa de los demás.

Hansol lo conocía muy bien. Pertenecía al equipo japonés, Nakamoto Group. Era el único hijo de la familia, una familia adinerada de Japón, tenían una bonita cadena de hoteles por toda Asia, así que era común verlos en eventos como estos.

Su familia estaba a punto de asociarse con ellas, era el trato perfecto para ambas empresas. La cadena de hoteles Nakamoto con el imperio de los Ji. Los padres de Hansol deseaban que su hijo se interesara por el negocio familiar, pero al mismísimo Hansol le importaba una mierda.

Minutos antes, había presenciado la razón por la cual Yuta lloraba. Al parecer, por lo que él pudo observar, el actual, o quizás ya era su ex novio, le había estado reclamando algo. Miro como las manos de ambos volaban entre ellos haciendo ademanes. El tipo reclama algo, y al parecer Yuta hacia hasta lo imposible por hacer cambiar de opinión al otro, pero nada funcionaba.

No le gustaba meterse en las relaciones de los demás, principalmente porque no era su problema. Pero cuando observó como el tipo azotaba a Nakamoto contra la pared, Hansol quiso intervenir.

No entendía por qué quiso hacerlo. Ellos nunca habían hablado, sin importar cuan unido era su círculo. Lo conoció hace casi dos años y nunca habían hablado.

Pero cuando vio como los ojos del chico se habían puestos llorosos, quiso intervenir. Yuta le había pedido perdón, Hansol pudo leer perfectamente sus labios. Al parecer el chico no lo perdonó y se fue dejándolo destrozado mientras caminaba hacia el jardín y se dejaba caer en una de las pocas bancas que habían en el jardín del hotel.

Y eso había pasado hace más o menos media hora. Y Yuta seguía llorando, y alguna clase de fuerza misteriosa le pedía a Hansol que se acercará a él. Así que por primera vez en mucho tiempo, quiso hacerle de buen samaritano, hacer la buena obra para así poder limpiar su karma.

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La suave brisa de verano golpeaba en su rostro, haciendo que las lágrimas de sus ojos se sintieran frías. No tenía caso que siguiera llorando por él, no es como si eso le devolviera a su ex novio. Había cometido un pequeño error. La mayoría de las personas dirían que era una estupidez, y que lo mejor que pudo haberle pasado era que él saliera de su vida.

Tenía que calmarse, alguien podría salir a buscarlo y no era una buena vista en estos momentos. Tenía, no, debía mantenerse y pensar en positivo. Quizás esto haya sido lo mejor.

Su madre podría salir a buscarlo, y ella iba a querer una explicación por la cual su hijo estaba llorando. No es como si a ella le importara los problemas y desgracias de su hijo, no, a ella le importaba la opinión de los demás. No iba a querer que sus amigos se enteraran que su heredero era un llorón a los veintiún años, Dios no lo permita.

Sus padres, no había pensado en ello. Sus padres iban a matarlo cuando se enterasen que había terminado con el hijo de su socio, más bien a él lo habían terminado.

Enterró su rostro entre sus manos, tenía que calmarse sí o sí. Estaba tan encimado en sus problemas, que no se dio cuenta cuando una figura se paró a su lado. Estaba preparado para recibir una reprimenda, o un nuevo insulto de parte de su ex. Pero para su mayor sorpresa, no era quien esperaba.

Yuta lo había visto algún par de veces, de lejos. Era el hijo de los Ji, Hansol. El chico era atractivo, o eso escuchaba, a la única persona que Yuta podía ver atractivo era a su ex, ceguedad de amor, o algo así decía su abuela.