Hoy vengo a quejarme del metro.
Estoy segura que más de un@ estará de acuerdo conmigo. Como persona ordenada que soy, me he apuntado los aspectos que más me molestan de viajar en metro.
1. La gente que se apoya en las barras.
Cuando cojo el metro por las mañanas siempre hay el inteligente de turno que está apoyado en las barras para sujetarte y no caerte.
Vamos a ver señor@, no ve que si usted se apoya, yo no puedo cogerme?!
Este aspecto no me molesta tanto si el metro va casi vacío, pero si va lleno, haz el santo favor de no apoyarte porque los demás nos vamos a caer.
2. Esa persona que se te queda mirando.
Esta es una de las cosas que más me molestan.
¿Por qué narices la gente se te ha de quedar mirando fijamente? ¿Por qué lo hacen? No lo entiendo.
¿Qué pasa? ¿Nunca has visto a una persona? Me hierve la sangre.
Lo que siempre hago es quedarme mirando a esa persona yo también, hasta que aparta la mirada.
Mi cabeza aún no comprende el porque de esta práctica común en el metro. Yo que sé quédate mirando el suelo del metro que es precioso o mira los zapatos de la gente como yo hago, pero no mires directamente a una persona, porque es jodidamente incómodo.
3. Quedarse parado en el lado izquierdo.
Algún día, por culpa de estas personas, voy a cometer un asesinato.
Todo el mundo sabe que, en las escaleras mecánicas, el lado derecho es para subir parado y el lado izquierdo es para subir a pie. Pues bien, hay gente un poco boba que se para en el lado izquierdo. ¿Por qué narices te paras ahí en medio? ¿No ves que la gente esta subiendo a pie y tú eres el único que está parado? Eso si, no intentes pasarle, porque encima te mirará mal, porque quieras o no, vas a empujarle. Las escaleras no son tan anchas.
4. Dejar salir antes de entrar.
En el metro hay unos carteles muy monos que pone "Dejar salir antes de entrar". En teoría, si ya tienes un mínimo de educación, dejaras salir y luego entraras tú. Pues a lo largo de estos años he podido comprobar que esta regla muy poca gente la cumple.
Ponte en situación: tú estas ahí, delante de la puerta, preparado para salir, se abren las puertas y, de repente, sin dejarte tiempo a reaccionar, llega el listo de turno que te empuja para adentro otra vez, porque no se ha esperado a que tú pudieras salir.
Y entonces la vena asesina se enciende en tu interior. Y con razón.
No entiendo a que viene tanta prisa. El conductor tiene un espejo donde puede ver si aún falta gente por subir o no. El metro no va arrancar sin ti.
¿Sabéis que me hace más gracia? Que quien no cumple esta regla, es esa población en concreto que se queja siempre de la mala educación de los jóvenes. O sea, las personas mayores.
5. No me toques.
Soy una persona muy escrupulosa para según que cosas y puede que este punto solo lo experimente gente como yo.
No me gusta que me toquen. O sea, lo odio. Me da asco.
Yo no sé que manía tiene la gente con tocar. Oye, enserio, porque tienes que tocarme? ¿No puedes decirme educadamente "¿Vas a bajar?" o "¿Me dejas pasar?"? Yo te dejare pasar, pero no es necesario que me toques. Cada vez que lo hacen, tengo la necesidad de limpiarme.
Yo que sé, seré muy especial, pero no me gusta nada.
Estas son las cosas que más me molestan del metro y, de verdad, algún día mataré a alguien. Porque la educación no la veo por ningún sitio y me da un nosequequequeseyo cuando alguien es maleducado conmigo.
Claus :)
ESTÁS LEYENDO
VIVENCIAS DE UNA PERSONA QUE ODIA EL MUNDO
JugendliteraturMe gusta quejarme, y me quejo siempre que puedo. Necesitaba un sitio donde poder plasmar mis quejas e indignaciones de mi día a día.