Era un día como cualquier otro en mi nuevo trabajo, dada la ansiedad del momento y mi capricho de encajar de buena manera, he decidido cocinar un nuevo plato para los dueños. Mi elección fue pescado, desconociendo los albores de este animal en la cocina, sin mayor miedo comencé, inocentemente sin saber donde me encontraba. Use los pocos ingredientes que pedí me consiguieran, los cuales no tenían armonía entre si en absoluto, pero dadas las circunstancias esto jamas lo sabrían, puesto que el chef era yo. Tome la sartén improvisada, encendí el motor y la coloque a fue máximo para así calentar el aceite que luego vertería. Comencé con los filetes, el primero con solo un poco de trabajo pude retirar el hueso lo trocé y dispuse en el fuego, tome el segundo, para mi sorpresa me costó mucho, demasiado diría yo, limpiarlo, a lo que al momento de cocinarlo el primero se estaba desarmando; rápidamente improvisé, corte las cebollas, agregué el vino y dispuse todo en los lugares que pude.
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Faded
Fantasy¿Alguna vez has tenido que releer un libro para poder comprender? A veces las cosas no son lo que creemos, ni mucho menos cuando las recordamos.
