Aun sigo sin saber el porque de la existencia de todo, recuerdo que era un día de lluvia, un día triste, cielo oscuro, soledad en la calle, ríos de agua vagaban por los callejones, recuerdo que hacia bastante frío, un día normal de Enero, soledad allá donde dejaba cada huella, pisadas arrasadas por una avalancha de agua, la vida desordenada, y no se, el corazón también..., tal cual.
Recuerdo que esperaba impaciente el último tren de la tarde, el único que evoca mis suspiros, si mi memoria traicionera no falla, te vi de lejos con aire descuidado y a la vez bello, me fijé que de tu muñeca colgaba ligeramente medio corazón azul, y yo mientras soñando con formar parte de la otra correspondiente mitad.
De pronto noté como unos ojos color café se clavaban lentamente, con misterio en mí, como intentando descifrar mis enigmas más profundos, tímidamente alcé mi cabeza y me topé con una sonrrisa y la perfección hecha carne, el sonido del tren llegando a la estación pasó a formar parte de un segundo plano, solo escuché un dudoso: << ¿Perdona, nos conocemos?. No se que cara de sorpresa impactó más al otro, eché a correr para no perder mi tren, bastante sonrrojada por cierto, viendo poco a poco como se alejaba de mi aquel extraño con miles de cosas que decirme, tartamudeando, sin ni siquiera imaginarme que este no sería el último encuentro...
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Memorias Adolescentes
Randomfragmentos cortos de la mente de una chica adolescente, la cual se encarga de explotarle al mundo del papel todas sus emociones, esas de las que nadie entiende, su lado más poético