Dios te bendiga, mi amor. Esas fueron mis últimas palabras para ella y sin dudarlo cerré la puerta y partí. El tiempo logro hacer menos visible ese recuerdo, pero no el amor que sentía. Y cuando lo creía olvidado, ahí renacía nuevamente para atormentarme. Bastaba con oler el café de la mañana para que su presencia inundara mis pensamientos. Sabía que tarde o temprano nos tendríamos que ver y eso no lograba apaciguar la angustia que sentía y las ganas de revivir todo aquello que alguna vez nos hizo felices... Pero no podía ni debía ser egoísta, yo no estaba solo, tenía una pareja a quien respetar y cuidar. Pero el recuerdo de Laura no me dejaba, en cada pareja que había tenido, buscaba al menos una pizca de aquello que con ella compartía. 12 años pasaron de aquel adiós y no hubo canción que no le dedicara, esperando que ella lograra ver lo arrepentido que estaba por haberme marchado y haberla dejado con el corazón destrozado. Y ahora es el momento de vernos nuevamente y esa ansiedad de pensar en tenerla cerca, me ahoga, me hace hervir la sangre, No sé cómo reaccionara ella, ni como podre soportarlo yo, el tenerla tan cerca y a la vez sentir que, aquella mujer que ame y amo aún podría mirarme con desprecio, me paralizaba. El momento se acerca y es hora de enfrentar la realidad., y ahí estaba, con su sonrisa tímida, esquivándome la mirada y yo sin poder dejar de observarla. Estaba mucho más bella y los años habían hecho de su sonrisa un paraíso. Por un instante nuestras miradas se cruzaron y volví a sentir ese fuego como ayer. No estábamos solos, los chicos del grupo gritaban y vitoreaban y mi mente estaba en ella, en sus ojos, en sus curvas que tanto recordaba haber besado. Solo éramos ella y yo en esa habitación, no había nadie más. El ansiado abrazo llegó y aunque fue fugaz, me basto para necesitar más y para convencerme que debía encontrar la manera de verla a solas...
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Dios te bendiga , Mi amor.
FanfictionPequeño relato inspirado sobre el reencuentro de David Bisbal y Chenoa