Together

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A las siete en punto de la mañana sonó el reloj de la mesita de noche.

Me había resultado difícil conciliar el sueño la noche anterior, por lo que me costó despegar los ojos mientras me sentaba en la cama. Dudé sobre darme una ducha hasta que me miré en el espejo del baño. Tenía que estar presentable.

El tren llegaría a las nueve y media a la estación. Eran más de las ocho cuando recién puse las llaves del departamento en mis bolsillos y revisé desde la puerta que todo estuviera bien, teniendo la misma sensación de que olvidaba algo. Justo entonces lo recordé y me devolví corriendo hasta adentro.

—Ah, ahí estás.

Tomé el gran tubo enrollado con una de mis manos y volví a salir. Mientras comencé a recorrer las calles a paso rápido sentí mi estómago enrollarse, estaba nervioso e inquieto y aquello no me gustaba. A medio camino me detuve para regular mi respiración y mis pensamientos, apoyado en la baranda del puente que daba hacia el río.

Jungkook había viajado a Busan para encontrarse con su familia el diez de febrero, hacía un poco más de una semana. Él había recibido sorpresivamente la noticia de que su madre estaba enferma.

—No es nada demasiado grave —me aclaró—. La llevaron al hospital y le darán el alta mañana, pero mi madre me pidió que fuera de todos modos, para visitarla. Supongo que me extraña.

La señora Jeon, a diferencia de mi madre, no soportaba estar lejos de su bebé durante mucho tiempo. Ambos estudiábamos en Seúl y con los años las visitas a nuestras familias se redujeron a viajar únicamente por las vacaciones y en ocasiones muy especiales, era comprensible que tuviera ganas de verlo. No dudé en darle mi aprobación sobre su viaje, ni intenté retenerlo aunque aquella idea me diera vueltas por la cabeza. Luego de que hiciera papeleos en la universidad, hicimos su maleta juntos y lo acompañé a comprar los pasajes, mientras me preguntaba un par de veces si quería acompañarlo.

Yo me limité a sonreír y negar con la cabeza.

—Alguien debe quedarse cuidando nuestro apartamento —dije. Vivía con Taehyung, pero él no era capaz de cuidarse ni a sí mismo—. Además, no creo que tu madre sea feliz si le robo tu atención.

—Sabes que hyung invitará a Hoseok a quedarse si ninguno de nosotros está —apuntó y casi lo vi rodar los ojos—. Piénsalo, mamá te ama, y también podríamos pasar a visitar a tu familia. —Jungkook me recordó que ambos compartíamos la misma ciudad de origen. Pero yo volví a negar, arrugando los labios.

—No creo que mi madre espere recibirme por estas fechas, menos si voy de improviso. Ella no es muy fanática de las sorpresas.

En realidad, hacía varios días que tenía algo rondándome en la mente y no sabía si sería una buena idea pasar tiempo a solas con él, no justo ahora. Mucho menos si tendríamos que compartir habitación en su casa e inevitablemente descubriera que  me comportaba extraño. Lo acompañé ese día a la estación. Hablamos y bromeamos sobre su miedo a los viajes hasta que por el altoparlante se anunció que su tren había llegado.

Jungkookie chilló.

—Por favor, no me extrañen demasiado.

—¿Por qué extrañaría a alguien como tú, conejito egocéntrico?

Después de que toqué su nariz me dio un golpe. Me reí.

—Hablo en serio, Jimin. ¿Estarán bien sin mí? Tú y Taehyung, digo. Me preocupa que les pase cualquier cosa y que yo no esté aquí para ustedes. Nunca nos hemos separado por tantos días.

—De él no tengo idea, pero yo estaré bien —aclaré, rodando los ojos. A veces me sorprendía cómo este niño podía estar tan seguro de sí mismo—. ¿Qué crees? Yo existía antes de ti, Jungkookie.

Together [Jikook] [OneShot]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora