Primera parte

444 43 37
                                    

-Nombre: Mil aviones de papel

-Advertencias: Drogadicción, malas palabras, Smut, violencia.

Tenía esto dentro de un borrador sin querer sacarlo, pero   HuvasXD me ha hecho que me entren ganas de publicarlo y terminarlo. Gracias :)

Louis daba vueltas por uno de los suburbios de Londres, no sabiendo bien qué hacer. Retorcía sus manos enguantadas en tela vieja y casi deshecha, descolorida por el tiempo, mientras se mordía esos labios ya de por sí despellejados y agrietados con nerviosismo. Se echó el aliento en sus pequeñas manos, tratando de calentarlas, pero lo único que logró fue que saliera una nube de vaho de sus labios. Era diciembre, cinco de la mañana, y la chaqueta raída y rota negra no le abrigaba porque estaba completamente empapada, como todo él. Un gorro gris con zonas negras, por las veces que ha dormido en la calle con él, sin conseguir encontrar un cartón, tapaba su cabeza, intentando sin mucho éxito mantener el calor, barba de unos días, aunque no mucha, ya que, por mucho tiempo que pasara, no tenía demasiado pelo, era lo único que mantenía su rostro como capa contra el verdadero frío, aunque a veces le picara. Hacía tiempo que no se veía en un espejo, pero sabía lo que vería: un chico de enormes ojeras debajo de unos ojos azules, demasiado demacrado y delgado.

Quería dormir, lo necesitaba, y el entumecimiento que sentía en el cuerpo era sólo un recordatorio de que no debía. Nevaba y no tenía lugar para quedarse esta noche y si se dormía, no iba a despertar.

Sin embargo, y a pesar de su problema, en su cabeza sólo podía pensar en que no le quedaba cocaína. O cualquier otra cosa que pudiera conseguir. A Louis había llegado un momento en el que le daba igual qué meter a su cuerpo, estaba lo suficientemente desesperado como para no rechazar nada. Lo necesitaba para su cuerpo, que ya lo empezaba a sentir pesado, le dolían los músculos del cuerpo, apenas podía seguir andando. Y también lo necesitaba para su mente, porque sin ella, sentía que nada bueno podría llegar a pasarle.

Cuando estaba colocado, se metía dentro de un mundo de fantasía y de cosas bonitas, nada ni nadie le dañaba. Lo había empezado a hacer por un chico de su clase, cuando tenía dieciséis, sólo por probar. Se sintió tan bien, y se divirtió tanto, que no pudo dejar de consumirlo. Tras la cocaína, decidió probar la heroína. La primera vez, vomitó. Pero después, oh, él sólo recordaba lo bien que estaba en casa de su amigo, todos los del grupo, flipando gracias a la droga.

Claro que nadie le avisó de que después de un subidón, venía un bajón. Un enorme bajón. Su madre le echó de casa cuando se dio cuenta de que le robaba dinero para poder comprar más. Ella le dio un ultimátum: o la droga o su familia.

Louis miraba sus roídas vans negras, que ya llevaban un año sin tocar una casa por dentro, desde que decidió irse. Su madre había dejado escapar dos lágrimas, pero no se retractó. Cuando Louis tenía más dinero de lo normal, iba a una cabina, aunque ya quedaran pocas, y llamaba a su madre para preguntar qué tal estaban.

Ella le quería mucho, Louis lo sabía. También le preguntaba si había decidido volver, él nunca había contestado a eso.

Sus amigos también habían sufrido. Luke, el que les conseguía la mercancía, en la cárcel. De sus otros tres mejores amigos, uno de ellos había muerto de sobredosis, otro estaba desaparecido y su mejor amigo, Stan, no se enganchó a ella, con lo que él estaba bien. Louis se había apartado de él para que pudiera hacer bien su vida, para que siguiera adelante. De vez en cuando, se pasaba por la universidad a la que iba para poder verle desde lejos y confirmar que estuviera bien.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Feb 22, 2017 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Mil aviones de papel- Larry (Two shot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora