-Primero-

5.7K 291 12
                                    

-Narro Yo.-

- Mi señor... Ya puede pasar.- le respondio tristemente una sirvienta de aquel lugar.

Él no lo penso dos veces que ya estaba al lado de su mujer, esta tenía a su bebe en brazos, era castaño, ojos dorados, una marca color azul a cada lado de sus mejillas y la luna menguante color púrpura. Su mujer se veía mal, estaba pálida y al tocarla se podía sentir su piel fría, algo no muy común en ella.

- ¿Cómo se llama y qué es? - le pregunto él a su mujer.

- E..es... un...hombre..cito fu..fuerte.- decía con dificultad, su voz apenas se escuchaba.

- ¿Qué nombre quieres ponerle? - pregunto para darle un beso en los labios a su amada.

- Ho..hotaru.- dijo el nombre mientras acariciaba el rostro de su bebe, pensaba irse con ese hermoso recuerdo. Ella sabía que allí terminaría todo, hasta ese momento llego su vida.

- Se parece a ambos.- le respondio él cargando a su cachorro.

- Cui..cuida..lo.- los parpados le pesaban, no creí poder mantenerlos abiertos por unos segundos más y esto fue notado por él ya que se empezo a alarmar.

- ¡No cierres los ojos, Kagome! ¡Ti..tienes que estar despierta! Te vas a recuperar y cuidaremos los dos juntos a nuestro cachorro. - le dijo tratando de buscar otra realidad a lo que estaba sucediendo.

Ella con mucho esfuerzo levanto su mano y acaricio la mejilla de él, podía sentir una humedad en esta, él estaba llorando precisamente por miedo a perderla, aun que era lo obvio él se negaba a aceptar eso, no quería que se fuera de su vida, quería tenerla, quería que ambos vieran el crecimiento de su cachorro, ya estuvo mucho tiempo solo para volver a estarlo ahora.

- ¿Me..me pro..prometes.. a..algo? - le pregunto ella, se le hacía difícil respirar.

- Lo que sea mi amor, siempre hice todo lo que me pediste.

- No..no te.. culpes p..por esto, J..je era m..muy obv..obvio.- él solo negaba a lo que ella decía.

- Quiero.. que..que cui..cuides de.. nu..nuestro hi..jo Sessho..Sesshomaru.. te amo.

Dijo lo último en un tono apagado, su corazón dejo de latir, la sangre comenzo a dejar de fluir, todos sus sentidos se estaban apagando. Su mano, que anteriormente sostenía la mejilla de él, ahora cayo como si nada al futón donde ella reposaba.

- N..no.. ¡NOO! ¡KAGOME DESPIERTA!  ¡No me dejes ahora! ¡Tu tienes que estar conmigo! Por... favor quedate.

Lo último lo dejo salir con un hípido para que lágrimas comenzarán a caer de sus ojos color dorados, él al igual que su bebe, se encontraban al lado del cuerpo de Kagome, que yacía sin vida en un futon, llorando, el niño por tener hambre y no sentir a su madre y él por a ver perdido a la persona mas importante en su vida.

Sesshomaru ordeno a una de sus sirvientas alimentar a su cachorro, él se quedo solo en la habitación con el cuerpo sin vida de su mujer, repentinamente se le vino una idea a la cabeza, se levanto de allí y fue a buscar su espada ( Tesseiga o Tessaiga, no me acuerdo exactamente el nombre ahora) se volvio a acercar al cuerpo de Kagome y espero que la espada palpitara y dejara ver a los mensajeros de la muerte, 2 minutos pasaron y ellos no aparecieron, ellos no aparecerían,  se dejo caer de rodillas y tiro la espada lejos suyo, se acerco al cuerpo de Kagome y lo cargo estilo nupcial, salio de la habitación con el cuerpo de su mujer, esta tenía un brazo colgando que él no dudo en subirlo, camino por los pasillos de su castillo/palacio, haría una visita a aquella mujer que le otorgo la vida, aquella que lo hizo frío e insensible. Su madre.

Tomo vuelo hacía el palacio de la luna, allí se encontraba la última oportunidad de que su mujer viva. Al llegar, los guardias le cedieron el paso sin pensarlo, le temían tanto como a Irazue, al llegar a la sala principal, tal como lo supuso allí estaba su madre sentada en su trono con la cara recargada en la palma,  al ver a su hijo con la Miko muerta su expresión de aburrimiento cambio drásticamente a una de sorpresa, se llevo una mano a la boca.

- Necesito tu ayuda.- le dijo él, lo haría por su mujer, no pararía acá.

- Sabes qué si lo intentas ella ya no podra ser revivida nunca más ¿Verdad?  - le pregunto Irazue a su cachorro.

- Lo se, esta vez no la dejare ir, quiero tenerla conmigo.- Irazue solo suspiro derrotada e hizo lo mismo que cuando Sesshomaru le pidió ayuda con la pequeña Rin.

- Solo tienes una oportunidad de sacarla, no la desaproveches.- le dijo ella.

Sesshomaru asintio y entro allí de nuevo, todo seguía igual de horrible.

Irazue se quedo esperando al lado del cuerpo de su nuera, le acariciaba los cabellos.

- Nunca pude decirte lo que en realidad pensaba sobre tí, eras una gran humana, Miko. Mi hijo prometio nunca casarse o juntarse con una humana.. pero ¡Mira! Se enamoro de ti, la humana del híbrido, bueno eras, hasta que este solo te ataco aquella vez y mi hijo te salvo, no dejabas de sangrar, ese día moriste por primera vez.. pero el terco de  Sessh no quiso dejar que pase eso, con ayuda de su espada corto los mensajeros de la muerte y te trajo de nuevo a la vida. Yo te veía como una humana débil, inservible, incompetente e inútil pero a medida que pasaba el tiempo, tu me demostraste lo contrario. Eres la única humana que admire y voy a extrañar mucho.- al terminar de decirlo le dio un beso en la frente, se levanto de allí y volvio a sentarse en donde estaba antes ya que su hijo ya estaba allí, tal y como paso con Rin, kagome fue retomando su color natural, sus latidos se empezaron a escuchar para los dos Youkai, poco a poco Kagome fue abriendo los ojos con algo de pereza, lo primero que vio fue a Sesshomaru acercandose a ella, sin pensarlo dos veces él la abrazo siendo correspondido de inmediato.

- ¿Mi bebe? - le pregunto ella separándose de él mientras buscaba a su hijo con la mirada.

- Esta en el el palacio/castillo. Le ordeno a las sirvientas alimentarlo.- respondio él pasando un mechón del cabello de ella por detras de su oreja

- ¿Cuándo podre ver a mi nieto? - ahora Irazue irrumpia en la conversación de ellos.

- Vamos ahora, quiero ver a mi bebe y así usted ve a su nieto.- le dijo Kagome para levantarse, se sentía cansada pero con ayuda de Sesshomaru, fueron de nuevo en donde vivían.

Cuidando De Mi HijoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora