Capítulo 4 Sentimientos extraños

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Sus sueños fueron interrumpidos por el sonido de unos pasos que se acercaba a su lugar. Inmediatamente se puso en alerta y sus manos apretaron la cadena que la mantenía unida a la pared.
Unos dedos rozaban con suavidad los barrotes que le impedían la huída. Una sonrisa amarga se formó en el rostro del monstruo, que hacía detallar notablemente su diente dorado el cual le daba un aspecto más oscuro.
Finalmente se detuvo al final de los metales, y aclaró un poco su voz para poder hablar más claro.

-¿Cómo estás, mascota? Espero que en buen estado para que matarte sea más divertido. Dentro de unas horas tendrás visita, cariño, asi que será mejor que mustres una buena cara -Pareciera que con cada palabra que escapaba de su boca su sonrisa se volvía más y más perversa.

-...Comida -Fué lo único que logró decir, para luego volver a bajar la mirada.

-Tsk. ¿No te gustó tu comida de animal? Bien... Si asi dejas de chillar, te traeré algo mejor. Espera aquí y no me hagas perder la paciencia o te detruíre -En un momento más desapareció, dejandola nuevamente sola entre la oscuridad.

Ella ya no lloraba. Eso no la iba a ayudar. Tenía que tener la mente clara para poder pensar en una manera de escapar de ese lugar.
Creyó oír una pequeña y agúda voz proviniente de algún rincón.
Se le hacía familiar.

Intentó fijar su vista y aguzar el oído para distinguirlo, pero el sonido y la "cosa" seguían siendo lejanos.
Suspiró.
Ese lugar la desesperaba, y a pesar de ello intentaba mantenerse firme. Mantenerse determinada.
Rendirse no era una opción. No en este mundo.
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Un plato humeante de spaguetti apareció en frente de la humana. Ella olfateó para asegurarse de que no era igual de repugnante que la otra porquería que le habían dado.

-Oye, la comida se come. No se le queda mirando por 15 minutos. ¡Anda, come ya!

-!!! -La castaña asintió y comenzó a comer obligadamente (Aunque ella en realidad se moría de hambre).

-¿Igual de "tóxico"?

En realidad ese spaguetti estaba delicioso. Demasiado bueno para ser verdad...
Con desconfianza se alejó un poco del plato y mantuvo la comida en su boca.
El esqueleto pareció arquear una ceja invisible y luego se echó a reir.

-¿Qué? ¿Piensas que está envenenado o algo asi? Nah. No puedo matarte.... "Yo" no.

La humana tragó saliva y asintió. Lentamente volvió a acercarse para seguir comiendo. Por extraño que sonara, Sans parecía satisfecho al verla asi. Supuso que era porque al fin había parado de quejarse.
Pero no, había algo más. Algo que el esqueleto no comprendía. Algo que comenzaba a nacer dentro de el.

-Agh... Pareciera que tu si me hubieras envenenado con tu maldita amabilidad. Vuelvo en seguida. No intentes nada, perra.

Y volvió a desaparecer. Ella le ignoró y continuó comiendo hasta que ya no quedó nada. El sueño comenzaba a apoderarse de su cuerpo, y cuando menos lo esperó cayó en un sueño profundo.

Cuando Sans regresó se encontró con una humana en su propio mundo. Gruñó leve, pero la dejó dormir un poco. La quería bien despierta para cuando la llevaran. Sin embargo Morfeo en unos minutos también logró llevarlo a el.
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Minutos después unas enormes botas rojas cruzaron la puerta y llenaron el lugar con el sonido de sus pisadas. El chico funció el ceño y despertó. El había llegado algo enojado (Como lo usual).

-¿Huh? ¿Q-Qué sucede jefe?

-Ese maldito pescado... ¿¡QUÉ COSAS MÁS IMPORTANTES PODRÍA ESTAR HACIENDO?!

-Eeeh... -Observa disimuladamente a la humana la cual miraba a Papyrus algo asustada. Los gritos de seguro la habrían despertado.

-Ugh. Mantén a la humana aquí, no la sacaremos hasta que arreglemos las cosas. Ahora deja de vaguear, ¡Y VIGILALA! -Entonces se fué dando un enorme portazo que estremeció a los dos sujetos.

Los gritos del menor le daban dolor de cabeza a Sans, pero tenía que aguantarlo. ¿En qué momento dejó que se convirtiera en aquel esqueleto hartante?

-P-Parece que no se llevan muy bien... -La voz de la humana resonó en su cabeza y se volteó para encontrarla con una media sonrisa dibujada en sus labios.

-Nah. Y no me importa llevarme bien con el. Solo soy su peón.

-L-Lo siento mucho. Una relación de hermanos no debería ser asi...

-¿Tú crees? Pues yo nunca he tenido una relación "aceptable" con ese maldito e irritante cabeza hueca.

La sonrisa de Frisk desapareció unos instantes, entre los cuales dijo:

-Yo podría ser tu amiga si quieres -Este se dió la vuelta y la miró incrédulo.

-Es una broma, ¿no? Porque si es asi me has hecho el día -A lo que la castaña negó varias veces y volvió a esbozar una sonrisa

-Hablo en serio. Yo podría enseñarte lo que es tener un amigo.

-Mira. No me tomes a mal, pero eso de tener amigos a mi no me interesa en lo absoluto. Asi que guardate esas ideas para alguien más, basura.

La humana frunció el ceño y suspiró. ¿Tan difícil era encontrar a alguien amable en ese lugar? Pero ella no dejaría de intentarlo. Ella sabía que alguien allí realmente no quería ser como lo era. Quizá.... A quién tenía enfrente.

-Hey... Vamos. Se que en realidad te sientes muy solo y quieres a alguien con quien compartir momentos. A alguien con quien reirse. A alguien con quien-...

-¡YA BASTA! -Ya harto de escucharla el esqueleto la atacó, clavando un hueso en cada brazo de ella-

-¡Ngh! -Esta evitó gritar de dolor.

-Será mejor que guardes silencio o el próximo irá a parar a tu cerebro. ¿Entendiste? -A pesar de que le estaba molestando un poco, cuando le hizo aquello se llegó a sentir algo mal por ella. ¿Acaso lo que sentía era compasión? ¿O era algo más?
Le era difícil ignorar aquello que sentía en el fondo de su alma cada vez que estaba en compañía de la castaña.
Esto era algo confuso y raro para el, pero el pensamiento que más le aterraba era...

¿Se estaría enamorando?
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Gracias por leer

《_Asriel-RoyalGuard_》

Knock Knock... (UF! Sans x Frisk) [CANCELADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora