The Sister Redhead.

Prólogo.

   Era uno de esos días nublados, de esos en los que no quieres hacer nada, sólo quieres un día en familia, acompañado de un café.

   Pero ese no era el caso de la familia Miller, esa familia era diferente. Está formada por un matrimonio, y dos niñas.

   Para la desgracia de Alisson, quien es la hija mayor, su vida no era normal como las otras, no era cariñosa, ni unida.

   Las hermanas Miller tuvieron que sufrir consecuencias de sus padres, en realidad la mayor, la cual era abusada por su padre. ¿Y su madre?, pues grabando todo, para luego poder vender la cinta y ganarse algo de dinero.

   No era la primera vez, la pobre Alisson, quien sólo con diecisiete años, ha sufrido por los abusos aproximadamente cinco años.

   Al tiempo después el matrimonio Miller notó que ya el dinero vendiendo su "mercancía" estaba descendiendo. Estaban dispuestos a vender a sus hijas, a un alto precio.

   Fue entonces que tuvieron una charla con "El Jefe", el mayor narcotraficante de la ciudad, el cual estaba dispuesto a pagarles un buen por ambas chicas.

   (...)

   Alisson supo que algo pasaba cuando sus padres les dijeron que hicieran sus maletas con todas sus pertenencias, en cambio Madison, su hermana pequeña, estaba emocionada, con el pensamiento de que se trataba de un viaje familiar, algo que ha esperado muchísimo tiempo.

   Cuando la mayor terminó de empacar, se dirigió al cuarto de su hermana. Al ver que Madison aún no terminaba, se decidió por ir a conversar con sus padres.

   Pero sus padres estaban hablando cerca de la escalera, solo bajar unos escalones en silencio lo comprendió todo...

   Sus propios padres las vendieron, ¿Lo peor?, al "Jefe"

   Aquella pelirroja ya había oído hablar del Jefe, gracias a sus amigos, sabía lo que le esperaba... Ayudar con la droga.

   Al oír aquella noticia, se le empañaron sus ojos azules, mientras hacía un intento de taparse la boca para que los sollozos no se oyeran. Pero la suerte no siempre está de su lado, uno se le escapó, provocando que sus padres pararan de hablar para dirigirse hacia la escalera. La indefensa chica, al oír pasos acercarse, intentando no hacer mucho ruido esta vez, se fue directamente a su cuarto, y se encerró.

   Pero lo que ella no contaba era que sus padres estaban caminando hacia su dormitorio, y no intentaban ocultar su enojo, especialmente el hombre, el cual daba grandes pasos, con un ruido bastante fuerte.

   —.¡Alisson Miller, abre la puerta en este instante!—. Ordenó su madre. No recibió respuestas —.Te ordeno que nos abras maldita hija de—. La puerta se abrió, dejando a la vista a una Alisson con los ojos rojos e hinchados.

   —.¿Qué fue lo que oíste abajo?—. Preguntó su padre.

   —.Lo suficiente como para saber el porqué tenemos que empacar—. Respondió indiferente.

   —.A mi no me hablas así, soy tu padre—. Dijo el hombre, claramente más enfadado que hace unos segundos.

   —.¿Padre?—. Preguntó burlona mientras más lágrimas amenazaban con salir —.¿Padre? ¿Padre es digno de hacerte llamar? ¿La persona que vende a sus hijas, se hace llamar pa—. Su discurso con lágrimas fue interrumpido por una mano en su mejilla derecha.

   —.No me hables así, ni me levantes la voz—. Respondió entre dientes —.Si siguieras viviendo bajo mi techo te juro que de aquí no sales con vida—. Dijo, para luego marcharse, con su señora detrás de él.