CAPITULO 19 SERAS MI RETRIBUCION

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Días después mientras observaba por el balcón Hana diviso la llegada en auto de 2 hombres, uno era mayor y otro debía tener 25 años aproximadamente.

Noto que este era muy guapo, de buen porte y con unos ojos azules semejantes a un mar embravecido que pudo ver cuando su mirada subió al balcón y la llevo a ella a ocultarse apresuradamente.

Eran Ashraf Rahamm y su padre quienes seguramente venían a hablar con su padre sobre la deshonra que les había ocasionado la huida de Sura

Por lo que decidió bajar al salón y ocultarse detrás de un taburete justo cuando ellos entraron siendo recibidos por su padre

Tomaron asiento y ambos hombres tenían cara de pocos amigos,

La madre de Hana les sirvió Kavech (café turco) y luego se excusó para dejar a los hombres solos y discutir el asunto que les competía.

Desde su lugar Hana escucho el tono alto e imperativo del hombre mayor, quien reclamaba el agravio que habían ocasionado a su familia y a su hijo lo sucedido con Sura.

Ashraf Rahamm por su parte permanecía callado pero su rostro era una máscara fría y sus ojos profundamente azules destellaban violencia, obviamente él era el más afectado, el hombre que había sido deshonrado y para un hombre de honor, y que su mismo nombre "Ashraf" significaba honorable, esto era algo imperdonable.

Hana sabía que él no amaba a su hermana, lo que se trataba este asunto era de honor y de retribución por el daño ocasionado.

Vio el rostro triste y avergonzado de su padre que mantenía la cabeza baja producto de la vergüenza que sentía y ella quiso salir de su lugar y abrazarlo.

Así que sin darse cuenta se había levantado quedando al descubierto de esos ojos azules que la penetraron con su mirada.

La mirada de ella y del Ashraf Rahamm permaneció por un instante fijas uno en el otro y cuando pudo reaccionar, salió huyendo discretamente, y afortunadamente el Padre de Ashraf y su padre no se dieron cuenta.

Llego a su cuarto con el corazón en la boca, y una sensación extraña de temor se apodero de ella, no sabía porque, pero su cuerpo temblaba, era como si un presagio horrible se apoderara de ella.

Esa noche tuvo pesadilla, aquellos ojos azules que la miraron la siguieron hasta sus sueños y la atormentaron.

Con los días la situación en su casa no mejoro, su padre se había encerrado en su estudio, y se negaba a probar bocado, por su parte su madre permanecía al lado de su esposo dándole apoyo moral y obligándolo a comer un poco para que no perdiera fuerzas, sus hermanas lloraban por la partida de su hermana Sura a la cual pensaban no volverían a ver más y ella necesitaba salir de esa casa y despejar su mente de tanto dolor

Así que sin permiso de sus padres salió a la calle y fue a un parque cercano donde había una fuente y allí permaneció durante unos minutos.

El sonido del agua muchas veces lograba tranquilizarla, pero esta vez no fue así, y por primera vez desde que este problema había acontecido ella decidió aflorar sus sentimientos, y lloro, hasta que sintió un poco de desahogo emocional y limpiando sus lágrimas decidió emprender el regreso a casa.

Iba tan ensimismada en sus pensamientos que choco inevitablemente con un cuerpo fuerte que la hizo tambalearse y al levantar su mirada se encontró con esos ojos azules que la habían perturbado en sus pesadillas.

Ashraf Rahamm estaba delante de ella con una mirada indescifrable en sus ojos

- Necesita prestar más atención -le reprocho

- Lo siento- se disculpó bajando su mirada nerviosa

- ¿Cómo te llamas?- pregunto el sin quitarle la vista de encima.

Ella solo podía pensar que él era el ex-prometido de su hermana, pero ¿qué hacia allí?, el destinado se había conjugado para provocar aquel encuentro fortuito y desafortunado.

De pronto se sintió tan asustada y no sabía a qué adjudicarlo, solo lo sentía en su corazón

- Responde- le apremio el tajante

- Hana- respondió con sencillez sin atreverse a levantar la cabeza

- Hana ¿qué?- pregunto y en tono aún más autoritario demando- Y mírame a los ojos cuando te hablo

Ella levanto la cabeza, y sus ojos verdes se encontraron con los azules profundos de el.

Ahora fue el quien se quedó perdido en sus propios pensamientos y en esos ojos que lo habían cautivado desde la primera vez que la vio en casa de Sahid

- Hana Caliskan- respondió ella

- La hermana de Sura - parecía sorprendido y al mismo tiempo satisfecho. Así que la niña que había estado espiando y confundió con una doncella era la hermana de la mujer que lo había deshonrado, no pudo evitar agregar

- La desgraciada que me dejo plantado- vomito con amargura

- No hable así de mi hermana- dijo a la defensiva, amaba mucho a su hermana y no permitiría que alguien la insultara

- Y como se supone que deba hablar de una ramera- continuo el, en el mismo tono amargo y grosero

Ella respiro profundo dándose tiempo para pensar en una respuesta que fuese razonable y convincente

- Es tan difícil entender que ella se enamoró, y decidió luchar por su amor y por su felicidad.

El la miro sorprendido por su respuesta pero también por la firmeza y seguridad de sus palabras, sin duda era una jovencita que no se dejaba intimidar y tenía criterio propio.

Sin embargo al cabo de unos segundos el siguió con su actitud tosca y amarga

- Amor, crees que existe, lamentablemente las mujeres de mi vida solo me han traído dolor y deshonor, así que no creo en el amor

- Lo siento- inquirió ella en tono suave

- Lo sientes-repitió resaltando cada palabra y subiendo su enojo ante sus palabras, no estaba acostumbrado a que alguien se compadeciese de él, eso era totalmente humillante inaceptable para un Rahamm.

- Es decir tú, una niña de 15 años me compadeces- aunque su tono quiso aparentar indiferencia y burla, se le veía muy afectado

- Nadie merece vivir sin amor- apunto ella

Pasaron unos minutos antes que el tomara de nuevo la palabra para concluir

- Tienes razón y quizás contigo allá encontrado la respuesta a todas mis necesidades, adiós Hana Caliskan, pronto nos volveremos a ver.

Hana lo vio irse y esa advertencia se clavó en lo más profundo de su corazón, y aunque no la entendía su ser sintió un temor antes no experimentado.

Hana; hacia la libertad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora