Al final, hicimos mi idea. Compramos un marco ancho y después, fuimos a una tienda de fotografía para que imprimiera varias imágenes juntas que teníamos nosotras.Después, compramos en una papelería papel de regalo, una cartulina grande negra y un rotulador blanco. Después, fuimos a mi casa.
—¿Qué hacemos? —preguntó.
—Primero, hacemos el marco. Ponemos una en el marco y las sobrantes, las pegamos por la cartulina y escribir oraciones.
Asintió.
Y así pasamos la tarde, pegando fotos y escribiendo hasta que tocaron el timbre. Me levanté y la abrí. Era Carlos.
—¡5SOS le ha dado me gusta el vídeo que subí sobre ti! ¡Y comentaron! —gritó como una fangirl.
Cristina se distrajo y miró el vídeo.
—Es que cantas muy bien, Laura. Y tocas bastante bien.
—¿Qué comentaron?
—Os lo voy a traducir —miró el móvil—. Canta muy bien. Nos ha encantado. Esperamos la versión completa. ¿Cuál es su nombre de usuario?
—Respóndele —le dije alterada.
A mí también me gustaba 5SOS.
Carlos sonrió y les respondió. Suspiré sonriendo.
—Los chicos son de tu edad y son guapos —habló Carlos sonriendo.
—Alguien se enamora —murmuré cerrando la puerta.
—¿Cuál es el que más te gusta?
—Michael y Luke. Esos dos me tienen enamorada —reí.
Rieron.
—¿Qué hacéis? —preguntó mirando la cartulina.
—El regalo para nuestra mejor amiga —miré a Cristina.
—Le hicimos este marco —lo cogió y se lo enseñó—. Después, esta cartulina.
—Seguro que le gustara.
—Seguro. Ella me hizo lo mismo para mi cumpleaños número doce. Me regaló una cartulina gigante donde había cosas kawaii y frases. Me encanto, todavía lo tengo en mi despacho.
—Yo aparte tengo un regalo —sonrió—. Tengo que ir a buscar.
—Que mañana es la fiesta.
—Vendrá El Rubius —sonrió Cristina.
—¿Cómo lo conseguiste? —le preguntó Carlos a Cristina.
—Díselo a Laura. Fue ella.
Carlos me miró.
—Se lo pedí por Twitter y aceptó. Dijo que era la primera vez que lo hacía —me encogí de hombros.
—¿Puedo venir a la fiesta? —preguntó.
—Pues claro, así tendremos más gente.
—¿A qué hora?
—Mañana a las siete y media de la tarde —dijimos Cristina y yo a la vez.
Sonrió y asintió.
—Me voy a mi casa —habló Carlos.
Asentí y le di un beso en la mejilla. Se fue y Cristina y yo terminamos la cartulina. Quedó preciosa.
—¿La guardas tú? —preguntó Cristina.
—Vale —sonreí—. Le va a encantar.
—Sí, le va a encantar —me abrazó.
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¿No quieres o no puedes? ➡ Antoine Griezmann ⬅
FanficElla no confiaba en el amor, porque había sufrido demasiado para su corta vida, aunque tenga 22 años. Sinceramente, no confiaba en nadie, nada más que en su familia y en sus mejores amigas. Después, le encontró. Él era perfecto. ¿Problema? Tenía...