DIA 3
Abrí los ojos tan grandes, que parecía que se iban a salir de sus órbitas. Me costaba procesar toda la información, era increíble que un niño de diez años esté preparado para un trabajo muy delicado e importante como este.
-Wow, Leo, cada vez me sorprendes más.- Fue lo único que atiné a decir.
Él esbozó una sonrisa.
-Ahora que les parece si llevamos a él...- Dijo Leo señalando a Fakundo.-...A la F.P.E.-
-¡Excelente idea!.- Exclamó Juan.
Agarré a Fakundo por las manos, ya que este tenía las esposas. En un momento vi que el terrorista miraba a todos lados tratando de encontrar una salida.
-No trates de idear un plan, esta vez no te saldrás con la tuya.- Le dije. Lo único que hizo fue rodar los ojos.
Llegamos a la camioneta. Juan se dispuso a manejar, aunque yo trate de negárselo, por todo lo que había pasado, él accedió igual a conducir.
Leo se sentó del lado del acompañante, y yo fui detrás con el terrorista, iba a interrogarlo un poco.-¿Creíste que te saldrías con la tuya?-
-Si no hubiera sido por tu maldito plan, sí.-
-¿Tus secuaces?-
-¿Crees que te voy a ayudar a atraparlos? Ja, ni lo sueñes.-
-¿Sabías que es de mala educación responder una pregunta con otra?-
No dijo palabra.
-Bien, si no quieres hablar, no te obligaré. Si al fin y al cabo logré atraparte a ti, atrapar a tus secuaces será el doble de fácil.-
Giré mi mirada hacia Juan. Este tenía una marca en su cachete derecho, y si, por la bofetada que le había dado el terrorista.
Luego miré a Leo, él era un gran sobrino. Me imagino por todo lo que tuvo que pasar para llegar a trabajar conmigo, es un gran espía.
Finalmente miré a Fakundo, no necesitaba ni que lo describiera, no iba a gastar mis pensamientos en él.
-Nérida, ¿En qué piensas?- Preguntó Leo.
Le estaba por contestar, pero llegamos a la F.P.E.
Juan estacionó al frente de la facultad.
Bajó Leo, luego bajé yo, sacando al terrorista dentro de la camioneta y finalmente bajó Juan.
Bien, llegó el momento. Nérida, prepárate para recibir a todos con una gran sorpresa.
Los cuatro nos paramos delante de una puerta de metal. Al lado de esta había un artefacto para insertar una clave, de esta manera la puerta se abriría. Juan colocó los números que corresponden y la puerta se abrió.
En este momento me sentí una de las personas más apreciadas del mundo.
Todos mis compañeros que trabajan en la F.P.E se encontraban parados formando un semi-circulo hacia mí. Tanto como espías, profesionales en buscar ubicaciones y demás se encontraban aplaudiendo en mi dirección. Pero hubo una persona que llamó mucho mi atención. Si, era Clara, mi hermana.
Corrí hacia ella como si no hubiera un mañana, dejando al terrorista a cargo de todas las personas que se encontraban allí. Sin embargo ahora todas las miradas no estaban puestas solo en mí, ahora en mi hermana.
Llegue y la abracé con mucha fuerza mientras lágrimas caían por mis mejillas. Ella también estaba llorando, lo noté ya que había empapado mi hombro.
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Nérida Gorbón "Ojos Que No Ven, Chica Que Lo Cuenta"
AdventureUna espía deberá encontrar al terrorista más temido de América. Su trabajo tomará dificultad cuando la situación sea de vida o muerte. ¿Podrá lograrlo? By : Chofi229