Nieve y Chocolate Caliente [Vhope]

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Las noches en Seúl eran frías y más aún cuando era invierno, las mantas de nieve cubrían cada espacio de las largas calles de la ciudad, las personas procuraban no salir en esas noches por miedo a contraer un resfriado; pero había un chico algo peculiar, a la vista de las personas, que amaba las noches frías y blancas, salía sin miedo alguno solo con un abrigo, guantes y con un gorro que Hoseok le obligaba a usar, alegando que, si se enfermaba, no lo iba a cuidar. Aunque Taehyung sabía que si llegara a enfermarse Hobi sería el primero en ir a cuidarlo.

Taehyung salió de su casa con una sonrisa mostrando sus blancos dientes, al igual que la nieve, su nariz se torno roja pero Tae seguía jugando con los copos como si fuera un niño, aunque tenía 17 años—¡Ya casi soy un adulto!—eso era lo que él decía. Moldeaba la nieve con sus manos y sonreía al crear figuras absurdas para cualquiera que las viera; pero para él eran cualquier cosa que podía imaginar.

Mirándolo por la ventana se encontraba Hoseok, observando con diversión y cariño la pulcra alma del menor. Dejó por un momento la gran vista que tenía para ir a servirle chocolate caliente a Tae, sabiendo que cuando este lo vería haría un puchero pidiéndole en silencio que le entregará una taza y que por supuesto le agregará malvaviscos de colores.

Tal y como lo sospechaba, Taehyung vio a su novio con una taza de su líquido caliente favorito, hizo un puchero acercándose para ver como su Hobi le tendía la taza y le entregaba una hermosa sonrisa. El vapor que emanaba el chocolate llegaba a la nariz de Tae volviendola a su color natural poco a poco. En silencio, al terminar sus bebidas, se arrastraron al dormitorio en donde una película de Super héroes los esperaba junto a muchas mantas que seguro no usarían ya que solo necesitaban el calor del otro para sentirse agusto y confortable.

Se recargaron en el respaldar de la cama, pusieron la película para luego deslizarse y que todo su cuerpo quedé totalmente echado sobre el colchón. Taehyung se quedó con una delgada frazada y botó al piso las demás sin importarle si podían ensuciarse, en su mente solo estaba la necesidad de recargarse en el cálido pecho de su Hyung y cubrirse con la sabana de seda color palo rosa.

Sin esperar una invitación Taehyung se acurrucó sobre el pecho de su adorado novio, abrazandolo con los brazos al igual que Hoseok lo hizo con su cintura. Los lentos latidos de Hobi cálmaban al menor y la respiración profunda de Tae relajaban a Hoseok.

—¡Te amo mucho mucho, Hobi!

—Tambien te amo mucho mucho, Tae Tae.

El nombrado alzó la cabeza para recibir gustoso el beso lento de su Hobi, saboreando el chocolate caliente en sus labios. Volvieron a su posición original y cayeron en un ligero sueño de nieve.