CAPITULO 23 INICIA EL JUEGO DEL GATO Y EL RATON

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Habían transcurridos una semana desde aquel encuentro y Hana no había vuelto a saber nada de Ashraf y eso por un lado le daba un respiro pensando que quizás tuvo que volver a Turquía, y quizás se olvidara de ella, pero algo en su corazón, su sexto sentido, lo que su padre llamaba un don especial de percepción le indicaba que algo no estaba bien.

Esa tarde Rosse le pidió ir a su oficina y ella diligente se dirigió allí

Cuando entro su corazón se paralizo al divisar la figura masculina detrás de Rosse que miraba por los ventanales

Ashraf se volvió lentamente con sus movimientos tan gráciles, seguros y pausados como los de un jaguar al acecho de una víctima y su mirada fiera la arropo.

Hana detallo a aquel hombre tan alto con su traje de corte italiano y no podía negar que era un hombre muy guapo que haría suspirar a cualquier mujer pero no a ella que conocía su naturaleza egoísta y nivel de oscuridad.

- Querida te he enviado a venir porque quería informarte que a partir de hoy Ashraf a aceptado ser mi asesor en algunos asuntos del negocio, él tiene ideas muy innovadoras y estrategias financieras que nos ayudara a crecer más y lograr esa soñada expansión a otros mercados internacionales

Ella trago en seco y le enfrento con su mirada, la de él era soberbia, llena de burla y despotismo, ella a su vez le devolvió una mirada cargada de odio y sin temor aparente.

- Rosee me ha comentado que a pesar del poco tiempo que tienes aquí, le has dado buenas ideas, así que creo que pasaremos mucho tiempo trabajando-expreso él y ella podía percibir la doble connotación que le dio a sus palabras.

- Si, por mí no hay ningún problema, encantada de que a pesar de ser mujer pueda ser tomada en cuenta y valorada mi opinión-subrayo con toda intención.

- Te pido querida prepares todos los balances financieros y se los muestres a Ashraf, quien a partir de hoy tendrá una oficina al lado de la tuya.

Aunque su corazón se llenó de inquietud y temor profundo supo disimularlo y dignamente acordó:

- Esta bien, me pondré en eso ahora mismo.

Y salió de allí sintiendo como el corazón estaba a punto de infarto.

Llego tan pálida en su oficina que su secretaria lo noto de inmediato y ofreció buscarle un té y un analgésico en la cafetería.

Ella lo tomo aclarando que no se había estado alimentando bien en estos días, lo cual era cierto, y quizás por eso se sentía un poco débil.

Gabrielle la regaño cariñosamente aconsejándole que se fuera a su casa y accedió, al fin y al cabo ya solo faltaban media hora y Vincent no estaba para llevarla ya que se había ido a encontrar con un cliente.

Así que tomo su cartera y se despidió de Gabrielle.

Entraba en el ascensor cuando Ashraf también entro y bloqueo el paso para que ella no pudiera escapar, marcando planta baja.

- Que te parece la idea que trabajemos juntos- le pregunto con su mirada intensa clavada en ella.

Hana ya no pudo controlar las emociones diferentes y nada agradables que la invadieron y arremetió contra él.

- Cuál es tu juego, eres un maldito maniático que clase de psicópata buscas enloquecerme, pues no lo lograras.

Inconmovible como una roca, el detuvo el ascensor y acorralándola contra la pared metálica señalo:

- Si algo no has cambiado, es en ese carácter altanero, supongo que heredado de tu madre

Que cuestionara sus orígenes maternos la lleno aún más de rabia y así lo expuso:

- Me cuestionas por ser mitad occidental, entonces cuál es tu problema, porque te empeñas en mi cuando puedes tener a cualquier mujer sumisa y dócil que besaría el piso por donde pasas.

La pego contra la pared y una mano se depositó en su mejilla acariciándola

Iba a besarla de nuevo y ella no podría impedirlo. El no solo era fuerte sino que se creía su dueño.

¡Era su dueño!- legalmente lo era.

- Tus ojos- dijo mirándola con fascinación- tus ojos verdes e inocentes han sido mi obsesión durante todos estos años. Me jure que debía volverlos a ver antes de morir.

Ella contuvo la respiración cuando su corazón empezó a salir desaforadamente de manera inexplicable porque no se trata solo de temor es su cercanía que la afecta en demasía.

- Al mismo tiempo estoy furioso contigo.

Ella pestañeo ante el odio que se sentía en cada una de sus palabras y su mirada era tan profunda que la paralizo y el cambiando su tono de voz a uno más suave e incluso "dolido" añadió.

- Por dejar que otro hombre bese tus labios- dijo con su boca a poco centímetros de su boca- no tienes ni la mínima idea de lo que sentí al verte con Vincent, me has llevado al Infierno Hana Caliskan y lo único que puede salvarme de mi oscuridad es sentir tus labios.

Hana contuvo la respiración y es incapaz de reaccionar cuando los labios de Ashraf se posan en los suyos como un acto de completa dominación.

La besa rabioso y al mismo como buscando borrar con su beso los otros besos de Vincent.

Son besos diferentes, los de Vincent son dulces y ansiosos y desesperados

Los de Ashraf son exigentes pero al mismo tiempo mesurados y experimentado, aunque el deseo es implícito no pierde su norte y no buscara solo satisfacerse el sino demandar de ella una respuesta.

- Sabes que te deseo tanto que duele-toma su mano y la lleva al corazón de él y con mayor énfasis y tortura manifiesta-y duele aquí.

Hana puede sentir que el corazón de el también palpita de manera violenta.

-Mi vida desde que te fuiste ha sido un agonía eterna donde no he tenido paz- sigue diciéndole a medida que su beso se vuelve más persuasivo, muerde su labio inferior haciéndole a ella involuntariamente soltar un gemido placentero que a él lo satisface mucho.

Pero reconoce que es un experto en el arte de la seducción pero más allá de un despertar sexual que va implícito le gustaría ganarse su corazón, que su alma le perteneciera.

Por esa razón es el mismo quien termina el beso

Hana al verse desprovista de sus labios abre los ojos

Ashraf ahora con los ojos vidriosos por un deseo no consumado sentencia:

- La próxima vez que te bese quiero que tengas los ojos abiertos para que me mires a los ojos, y descubras que soy yo tu esposo quien te besa, reconociendo que soy el único con derecho a besarte, quiero que te entregues en cuerpo y alma-

Ashraf va al tablero de control y precede a oprimir el botón para poner en marcha el elevador.

Hana se quedó en un rincón temblando y a punto de hiperventilar ante el cumulo de emociones que había experimentado y a las que aún no podía darle un nombre. Notando que el también estaba afectado, su expresión ya no era esa mascara que no mostraba emociones, sus ojos teñidos casi de un rojo escarlata asemejaba a ese infierno que el declarara haber vivido desde que ella se fue

Hana; hacia la libertad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora