capítulo 14

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" ¿ Y qué?, si el amarte me cuesta la vida; ¿ Y qué?, si aunque siempre te pienso tu olvidas; ¿ Y qué?, si esperando me quedo sin días, si probarte es un acto suicida... ¿ Y qué?, si mi karma en tu boca prohibida, si hasta el alma por ti vendería, si mi cielo se llena de espinas. Yo prefiero morir a tu lado a vivir sin ti".

—¡ Aparta tus asquerosas manos de ella!.

Bruno se acercó hasta Andrew y de un fuerte tirón lo alejó de mí, yo caí en el suelo.

Maldije al sentir un leve dolor en mi muñeca.

Levanté el rostro para ver como Bruno le propinaba una golpisa al chico, me levanté para detenerlo si continuaba pegándole así terminaría matándole.

—¡ Bruno basta!.— Le grité.

Esté se detuvo para mirarme, dejó al pobre chico quejándose en el suelo y se dirigió a mi.

—¿ Estás bien?.— Preguntó mientras me revisaba con la mirada.

— Estoy bien.— Aseguré, esquivando su mirada.

No quería verlo al final el era el culpable de esa escena tan deprimente y bochornosa, de que yo me halla emborrachado, con mis piernas como gelatina pasé a su lado para entrar a mi departamento.

Estuve a punto de caer al suelo pero los brazos de Bruno lo impidieron, me cargó como una niña, pesé a mis quejas y chillidos no me bajo, les pase mis llaves y abrió la puerta de mi depa.

Me depósito en el mueble, tomé uno de los cojines y lo coloqué sobre mi rostro. No quería verlo, sentía rabia, vergüenza y miedo, todo al mismo tiempo.

— Fara mirame.—  Masculló con voz de mando.

Manda a tu abuela.

— No quiero.— Dije a punto de llorar, sentía las lágrimas apoderarse de mis ojos.

— Fara, no quiero que vuelvas a hacer eso, no por mi... Yo no soy lo que tu quieres.

Retiré el cojín de mi rostro, sus palabras se escuchaban tan sólidas que me asustaron. Su tono de voz era tan gélido que hizo que se me pusiera la piel de gallina.

—¿ Porqué?.— Pregunté mirándole fijamente.

— ¿ Qué?.— Inquirió en tono confundido.

— ¡ ¿Por que tenías que cojertela delante de mi?!, ¡¿por qué me llamaste?!.— Suspire unos segundos. Eres una mierda .—  No pude contener las lágrimas.

— Lo sé. — Declaró en tono neutro.

— ¡¿ Por qué hacés esto?. — Le grité cabreada, su actitud tranquila y relajada me estaba desquiciando.

— ¡PORQUÉ NO QUIERO QUE TE ENAMORES DE MI!.— Me asuste unos segundos al escuchar sus gritos.— ¡Prefiero tu odio, soy malo para ti; ¡porque como lo has dicho soy una mierda!.

— Brun...

— ¡PORQUE NO TE PUEDO SACAR DE MI CABCABEZA, PORQUE ME ESTAS CAMBIANDO!... ¡PORQUE NO QUIERO QUE ME QUIERAS!...

— ¡ YA TE QUIERO, JODER!.

Se acercó a mi, tomó mi rostro entre sus manos.

— Maldición Fara, alejate de mí.— Susurró con lágrimas en los ojos al igual que yo.

Su aliento pegaba en mi rostro,nuestras frentes estaban unidas, quería besarlo pero no podría no mientras tuviera esa imagen en mi cabeza.

—  Te la follaste en tu oficina, igual que a mi.—  Masculle dolida.

Él sonrió.—  ¿De todo lo que he dicho eso es lo único que te preocupa?.

Coloqué mis manos en su torso, echándole hacia atrás,Rompí el contacto, estaba enojada y él lo sabía y sólo se reía como un invesir.

Posicioné mis brazos en jarras, para evitar que se me acercara.

—  Vete.—  Susurré señalando la puerta.

—¡ Demonios Fara!.— Volvió a gritarme.— ¡¿por qué contigo todo es complicado?!... Quieres escuchar la verdad. No, no me acosté con ella, no después de ver tu mirada.

— ¿Lo dices en serio?.—- Sin querer una sonrisa de lado se había formado en mis labios.

— No lo hice, creo que Katherine no volverá a hablarme nunca más.— Dijo en tono calmado.

Sonreí ante aquel comentario, no quería volver a ver a esa mujerzuela cerca de mi hombre, no me importa que él no me lo dijiera tal cual yo quería pero al menos se qué no se acostó con ella y eso por muy estúpido que se escuchará para mi era suficiente.

Me acerqué a él, coloqué mis brazos alrededor de su cuello, atrayéndole hacia mi para besarlo.

Sus labios y los míos se unieron en un beso feroz, cargado de pasión, lujuria, deseo, deseaba a este hombre, no me importaba si era mi perdición. Moriría por él, no me importaba que me hiciera daño no quería pensar en eso.

Era mi karma y estaba jodidamente enamorada de él.

— ¿ Segura que no te quieres alejar de mi.?—- Preguntó sobre mis labios, sin romper el contacto.

— Sólo si tú de verdad lo quieres, si de verdad lo sientes, lo haré.— Acaricié sus mejillas, su piel era tan suave.

Volvió a besarme pero esta vez fue diferente, era un beso suave, tierno, sus labios sobre los míos era la sensación más placentera.

Ahí lo supe, lo confirmé de hecho, confirmé que estaba pérdidamente enamorada de Bruno y aunque él no lo estuviera de mí, saber que me necesitaba o que estaba en su cabeza era suficiente para mi.


Es posible que Bruno sea mi destrucción, que este amor no me lleve a ningún lado pero quiero arriesgarme, quiero hacerlo cambiar, cambiar su destino y su vida... Aunque me destruya en el intento.


Canción: Axel— ¿ Y qué?.

AMORES QUE MATAN ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora