Capitulo Unico

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Abrí la puerta trasera, deje caer mi mochila sobre el suelo y colgué las llaves, cerrando la puerta con mi pie. Una pequeña nota descansaba sobre la barra de desayunos. Tal vez contendría una perfecta caligrafía conocida, diciendo que la comida estaba en el refrigerador y que no los esperara despierto. Salí de la cocina y subí al segundo piso hasta mi habitación.

Había sido un día impaciente en el instituto, uno impaciente y nada efimiro.

Me deje caer sobre mi cama sin quitarme el uniforme y mire el techo.

Poca luz se filtraba a la habitación. Mi rostro descansaba sobre mi mano. El invierno hacia de las suyas, enfriando mi otra mano con la cual hacia círculos deformes con mi dedo sobre mi edredón. Suspire, minutos atrás había tratado de conciliar el sueño sin aparente éxito.

Tal vez era el reloj de tres piezas de mi madre que había decidido esta noche sonar con mas eco de lo normal, o tal vez era porque aun lo esperaba, con su falsa sonrisa y su reluciente cabellera, para hacerme sufrir.

La ansiedad se colaba a mi sangre haciendo que mi corazón latir mas rápido de la cuenta. Probablemente el reloj marcaría pasadas las 9 pm.

Noches como esta eran una tortura, porque al ver como la luz que se colaba a mi habitación cambiaba demasiado lento para mi gusto, as preguntas y recuerdos vagos entraban a mi mente sin permiso y hacían que mis deseos por tirarme por la ventana ardieran como el infierno.

Un suspiro más. Le extrañaba más de lo que podía admitir.

—Sigues despierto... —susurró surgiendo de las sombras.

—Hola...

—Debes dormir, SeungJun —dijo arropandome con las sábanas.

—No quiero dormir.

—Lo sé. -hizo una pausa buscando palabras. —Pero debes de hacerlo, bebé, mañana tienes un examen.

—Tengo pesadillas...

—¿Por qué no me quieres contarme? —preguntó con voz neutra, cerrando sus ojos para que no pudiera leerlos. Acaricié su mejilla en un intento desesperado. —¡No lo hagas! —dijo asustado cuando me vió quedarme sin respiración. Los escalofríos no tardaron en hacerse presemtes. Mis latidos de sintieron débiles y mi respiración también.

Él comenzó a desaparecer en las sombras.

Sabía que él no vendría, por más que esperara.

Mi pecho se sintió ahogado. Yo no quería estar solo.

Abrí el cajón de la mesita de noche con brusquedad...

—¿SeungJun? —susurro mi padre entrando a mi habitación.

—¿Qué haces aquí?

—Yo vivo aqui. —dijo irónico, riendo— . ¿No leíste la nota que dejo tu madre? Mi turno de hoy termino temprano. En fin, necesito que vengas un momento a mi despacho. —dijo en un tono mas profesional dejando salir al doctor Park. Me incorpore fuera de la cama y le seguí hasta llegar al despacho por el corredor principal.

—¿Como te sientes? —preguntó cerrando la puerta tras de si.

—Bien.

—Llego una notificación de que te quedaste dormido a media clase, SeungJun. Es la tercera notificación en la semana. ¿Los somníferos que te recomendé no están funcionando?

El doctor Park tomaba nota en un cuaderno de piel.

—Solo me siento cansado.

—¿Lo haz visto de nuevo? —preguntó titubeante.

—No. —mentí —Las pesadillas persisten —admití en un hilo de voz, tratando de cambiar de tema.

—¡¿Sigues con los antidepresivos!? —pregunto alterado. —¡Hace una semana que debiste de haberlos dejado, SeungJun!

—Lo siento...

—Eso responde porque faltaba un pomo naranja —dijo con una expresión apenas recompuesta, pellizcando el puente de su nariz. —No puedes seguir así, SeungJun. —Sermoneo con culpabilidad —No es tu culpa que...

—Necesito aire —interrumpí saliendo de la habitación. Necesitaba las ultimas dos píldoras que me quedaban. Atravesé mi habitación y las busque en mi mesita de noche, lanzando todo.

Ambas píldoras mantenían su contextual​. Pero entonces una mano las lanzo.

Su mirada oscura me miraba con compasión.

Yo no quería compasión.

Corri lejos de mi habitación, lejos de mi casa, hasta que mis pulmones ardieran.

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Vagué por mas tiempo de lo que había pensado, y por mas de que tratara, mis pies me llevaban a ese lugar.

Me maldigo. Me maldigo y me maldigo mil veces mas. JiHun, mi amor. Si tan solo despertara no necesitaría hacer esto.

Ese lugar, que me había enterado de su existencia gracias a las malas lenguas del instituto y por la boca de HeeJun.

Cuando entre al establecimiento caras conocidas me observaron con cierta impresión.

Solo alguien se avecinó a mi y me recibió con un abrazo. YouJin saco un paquete blanco de su chaqueta y lo ofreció.

Esta era la única manera en la que nuestros mundos podían colapsar y hacerse uno.

Lo tome y sali del lugar.

El camino regreso a casa estaba siendo mas largo de lo normal. La adrenalina en mi cuerpo era tal que podía sentir mi corazon en mis oidos.

Escalé el conocido árbol y entre a mi habitación por la ventana.

Hice las líneas y olisquie un poco mas.

Si hacia lo suficiente podríamos vernos de nuevo.

Tome aire por mi boca y espere paciente. Entonces apareció, me dedico una sonrisa torcida y con las manos enfundadas a los bolsillos de su chaqueta se acerco.

Quería besarlo, quería oler su dulce aroma y sentir el calor de su mano.

Donde sea que estés, JiHun, te amo.

HIGH - OneShot (JunHun)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora