No me dejes - Benjali (Sin Editar)

21. "¿Volver para quedarse?" (segunda temporada)

Lali.

-¿Quién es? --repite Cande, al no escuchar voz alguna--.

-Comisario Fernández. Abra por favor.

Saqué todo el aire retenido en mis pulmones, e hice cara triste. Por un momento mis esperanzas se concentraban en Benjamín.

Hago un ligero movimiento con la cabeza para indicarle a Lelé que abra la puerta, y ella lo hace.

-¿Qué pasó? --me acerqué rápidamente--.

-¿Cómo se encuentra señorita Mariana? --pregunta, por respeto, ya que no me deja contestar y sigue--. Tengo buenas noticias.

-¿Si?

-Mariano Martínez ha sido detenido por... --frena--. Bueno, ya sabe por qué.

Miro a Cande con un extraño brillo en los ojos y ella me sonríe de oreja a oreja.

-Lo atraparon, Lali --me abraza--.

-Disculpen que interrumpa --nos habla nuevamente el comisario--, pero necesito que vayas a declarar y cuentes algunas cosas con detalles.

-S...si --asentí, y volví a mirar a mi amiga--. ¿Me acompañás?

Benjamín.
-Se va a poner re feliz de verte ahí --me habla Nacho, muy concentrado en su camino--.

No contesté más y sonreí mirando por la ventana. De todos modos no iba a tomar ese avión, estoy muy seguro.

Llegamos a la comisaría y mi primo se sentó a esperar, mientras que yo caminaba de un lugar a otro bastante nervioso.

-¿Te podés calmar?

-Juro que lo mato. SI LO VEO LO MATO.

-Heeey --se para y me sonríe, mientras me da un golpe en el pecho--, pará Thor --se burla--. Dejalo que tenga sus años de cárcel. ¿Qué vas a ganar matándolo?

-¿Y qué tendría que contarle yo, Comisario...Fernández, no? --su voz resuena en mis oídos y unos pasos cercanos a la puerta se hacen presentes--.

-Sí, Fernández. Contarme detalles de cuando el acusado la golpeaba abruptamente y demás... Será una larga noche --la puerta se abre, dejándonos a la vista--. Buenas noches Amadeo --me pasa la mano--.

Mientras saluda a Nacho me dedico a observar a Lali. Ojos bien abiertos y labios tensos, al igual que su cuerpo.

-Eeeh...¿Ustedes podrían esperar fuera?  --pregunta el comisario a Nacho y Cande, quienes asienten mirándose muy cómplices, y salen--. Tomen asiento por favor --nos señala las sillas y él toma su lugar, del otro lado del escritorio--.

-No te fuiste --dice Lali apenas se sienta--.

-Ya habrá tiempo para hablar de eso --contesté sin mirarla--.

La noche transcurre volando, y el sueño se acumula en los dos. Lali tiene que narrar los hechos desde el principio y no evita derramar varias lágrimas. Por momentos parecía imposible que siguiera, y eso me rompía el alma.
Firma la declaración mientras suspira profundamente. Han pasado varias horas desde que llegamos.

Cuando nos despedimos del policía que tan bien nos había atendido, salimos los dos, topándonos con una imágen que no nos sorprendía tanto. Lelé, aparentemente dormida, recostaba su cabeza en el hombro de mi primo, quien la abrazaba muy tiernamente. Miré a los ojos a Lali y ella me sonrió, sonrisa que me acabó contagiando.

-¿Se durmió? --Lali se acerca, y Nacho casi salta de su lugar, pero ni eso despierta a Cande--.

-Está muerta de cansancio --ríe--.