Fire Emblem Fates: Birthright

Capítulo 26: La decisión de Xander

-Todos los aliados y amigos de Corrin yacían muertos en el suelo; el príncipe Ryoma agonizaba al final del salón del trono. Habían perdido la batalla; Corrin permanecía de pie frente al príncipe Nohrio gravemente herida, pero aún tenía la espada en su mano. Era la única que seguía peleando por un tonto sueño imposible de conseguir; la chica atacó a su hermano mayor, pero éste logró bloquear la estocada de la pequeña princesa.-

Xander: ¡Corrin! ¡Tú decidiste traicionarnos! ¡Debes morir, y yo seré quien acabe con tu vida!

Corrin: ¡Aún si quedo completamente sola, pelearé hasta el final! Garon es un monstruo... ¡Y debo acabar con él!

-La chica corrió hacia el príncipe Nohrio mientras arrastraba su espada, Xander corrió hacia Corrin arrastrando su espada para acabar de una vez con la batalla. Era vida o muerte. Él o ella. Su deber como príncipe era claro: Matar a todo aquel que pudiera ser una amenaza para Nohr.-

Corrin: ¡XANDER!

Xander: ¡CORRIN!

-Todo fue silencio por un momento... Y luego, se oyó que una de las dos espadas atravesaba la carne de alguien, la sangre comenzó a caer por la hoja de la espada, tiñendo la alfombra de carmesí. Los ojos de Xander estaban cerrados con fuerza; había atravesado el pecho de su amada hermana Hoshidiana.-

Xander: Debo obedecer mi deber como soldado Nohrio...

-De la boca de Corrin apareció un hilillo de sangre, que lentamente cayó por la comisura de sus labios hasta el suelo. Lentamente, la chica levantó su mano hasta la altura de su hermano y acarició con suavidad la mejilla de éste; Xander abrió sus ojos con sorpresa y, al ver a su hermana atravesada por su arma, una lágrima cayó de sus ojos mientras su corazón se hacía pedazos.-

Corrin: Nunca pude superarte... hermano mayor... Me siento tan feliz... De haber peleado una vez más contra ti... No me arrepiento de haber ido a Hoshido... Sabía que era una carga para nuestro padre... No quería volverme una inútil para ustedes...

Xander: ¡Nunca serías una carga para nosotros! ¡Tú siempre fuiste y serás mi princesita!

-Los ojos de la princesa Hoshidiana se llenaron de lágrimas ante las palabras de su amado hermano mayor. Los labios de Corrin dibujaron una hermosa sonrisa en su rostro y, sus cálidos ojos le devolvieron la inocencia que había perdido hacía dos años.-

Corrin: Oírte decir eso... Me hace tan feliz... Saber que después de todo este tiempo... Siempre me quisiste... Gracias por haberme querido, Xander... Gracias por haberme hecho tan feliz... Gracias... por ser tú quien me detuviera... Te quiero tanto... hermano...

-Mientras las lágrimas caían por las mejillas de la princesa, Corrin cerró sus ojos y cayó al suelo, con la espada de su hermano enterrada en su corazón. El príncipe Nohrio tomó con cuidado el cuerpo de su hermanita y la abrazó contra su pecho, mientras lloraba en silencio. Él amaba a su pequeña princesita... y había acabado con su joven vida...-

Xander: ¡Corrin!

-Sobresaltado y llorando, el príncipe Nohrio se sentó en su cama. Era de noche; durante varios minutos, Xander lloró en silencio hasta que se dio cuenta que todo había sido una terrible pesadilla. Habían pasado dos años desde la desaparición de Corrin. El príncipe Nohrio se vistió en silencio, salió de su habitación y subió hasta la torre. Estaba por amanecer... Leo se había encontrado con su hermanita hacía exactamente dos años; Xander no podía evitar sentirse preocupado y triste por Corrin. De repente, sintió una suave brisa que llevó hasta él las palabras de su pequeña princesita. La paz se apoderó de su corazón por un momento.-

Corrin: He vuelto... hermanos míos... Los extraño tanto...

-La paz de su corazón desapareció, convirtiéndose en un profundo dolor y una gran angustia; Corrin no había muerto... Pero eso significaba tener que matarla por el bien de su reino. Una solitaria lágrima cayó por los ojos del príncipe Nohrio y cubrió su rostro con su mano derecha, llorando en silencio. Se sentía feliz al saber que Corrin estaba viva, pero también se sentía desdichado. A los pocos segundos de alzarse el sol por sobre los montes, Xander miró al horizonte con los ojos enrojecidos. Había tomado la decisión más dura de su vida: Su deber como hermano o su deber como príncipe de Nohr.-