Una tarde normal

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Temari había llegado a la entrada de Konoha para encontrarse con Shikamaru, su guia y compañero de trabajo para organizar los exámenes Chunin. Gaara le había encomendado la tarea de ser ella la representante de Suna en las demás aldeas, sobre todo en la de la Hoja.
Shikamaru estaba recostado contra un árbol cerca de la entrada, cuando la vio, sonrió de lado pensando en cómo molestarla durante estos dos días. Se paró a su encuentro y no pudo evitar en notar lo estresada que se encontraba.
- Hola bebé llorón.
- Que problemática.
Esas palabras eran un costumbre entre ellos, pensarían que algo andaba mal si no las decían.
- ¿Cómo te fue en el viaje?
- Todo bien. Me encontré un par de ladrones que no resultaron un problema.
El sabía que estaba mintiendo, pudo ver por el cuello de su kimono un moretón enorme en sus omóplatos. Decidió no decir nada, con lo orgullosa que era no iba a mostrarle ninguna herida para que la curara.
- ¿A donde vamos?
Temari se extraño al ver que no estaban yendo por el camino habitual hacia la posada donde ella solía quedarse cuando iba a La Hoja.
- Creo que seria mas cómodo pasar la tarde en mi casa, por la noche podes ir registrarte a la posada.
Shikamaru se rascaba la parte posterior de la cabeza, se notaba que estaba nervioso, invitarla a su casa había sido una jugada muy peligrosa.
- Como quieras.
- Mamá esta en el mercado y papá trabaja a esta hora.
Temari sonrió disimuladamente y lo siguió hasta la enorme residencia Nara. Una vez que llegaron se sentaron donde Shikamaru y su padre solían jugar al Shogi. Temari se apoyo sobre sus manos, apoyo el abanico en el suelo y dejo que sus hombros se relajaran. No habían sido simples ladrones los que tuvo que combatir en el camino, eran unos ninjas renegados de la arena rencorosos con el Kazekage.
Shikamaru había desaparecido dentro de la casa y volvió con Temari junto a una bandeja con tazas de té verde y dangos preparados por su madre.
Temari no pudo disimular su alegría al ver lo que el chico traía con el, después de todo era una de sus comidas favoritas.
- Esto esta muy bueno. Un día cuando vayas a la arena voy a preparar unos yo.
Shikamaru le sonrió tomando uno de los papeles que había que firmar, no podía creer que Temari, la kunoichi despiadada, le iba a preparar dangos a él.
Las palabras que le había dicho su padre se hicieron presentes y no dejaron de fastidiarlo mientras leía el papel. Le costaba mucho concentrarse por eso y por los ruiditos que hacía su compañera cada vez que comía un nuevo bocado.
- Gaara hizo está aclaración en el punto B porque quiere que la segunda parte del examen sea lo más justa posible.
Shikamaru no sabia si ella lo hacía a propósito o no, pero no podía escuchar lo que le decía al mismo tiempo que se apretaba contra su hombro para ver mejor lo que ponía.
Para cambiar de posición y que ella se alejara un poco de él, tomó uno de los palitos con dangos y se lo llevó a la boca. Temari estaba muy feliz de estar en la casa de Shikamaru, lo había extrañado y muchas cosas habían pasado en el tiempo que no se vieron, ella era la que le había pedido a su hermano que la enviará a Konoha como representante sólo para verlo.
Sorbio el te verde y estaba a punto de hablar cuando...
- No me dijiste que íbamos a tener visitas.
Ambos se sobre saltaron y se pararon para encontrar a sus espaldas a Shikaku Nara mirándolos con una sonrisa.
- Soy Sabaku no Temari. Un gusto.
- El gusto es mio. Soy el padre de Shikamaru, Nara Shikaku. No me dijiste que vendría alguien.
- No estaba planeado que vinieramos. Solemos hacer el trabajo en la oficina pero como hoy hacia mucho calor...
- No me molesta para nada. ¿Te quedas a cenar?
- Etto... yo...
- Claro que se queda -la puerta se abrió mas y al lado del imponente hombre apareció una mujer con una gentil sonrisa- soy Yoshino.
- Gracias por la invitación.
El resto de la tarde siguieron revisando los papeles que parecían no acabar, muchos formularios, inscripciones, documentos y demás hojas que nadie sabía que eran más tarde, terminaron.
Shikaku escucho desde adentro de la casa el suspiro que dieron su hijo y amiga cuando finalizaron la tarea, se paro y salio para encontrarse con una Temari recostada y a Shikamaru riendo.
- ¿Que es tan gracioso?
- Que la Suna-hime, la gran estratega de su país, no sabe jugar al Shogi.
Temari bufo molesta y cerró los ojos para no ver a Shikaku cuando se riera de ella.
- Eso no lo podemos permitir. Shikamaru alista todo que le daremos a la linda señorita una demostración.
El chico sonrió sin pudor y corrió a buscar las cosas, una de las actividades favoritas de el eran jugar a ese juego, pero ningún contrincante se comparaba con su padre. El era formidable.
La embajadora de Suna se paró y agradeció el gesto del hombre con una sonrisa e inclinando la cabeza un poco.
- No puedo permitir que la amiga especial de mi hijo no sepa jugar.
Amiga especial esas palabras se clavaron en su pecho y lo miro a los ojos sonrojada, escucho la leve risa de Yoshino desde la cocina y se apresuró a explicar las cosas.
- Shikamaru y yo no somos nada... solo compañeros de trabajo. Nada mas.
- No te preocupes. Se que eres especial.

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