Luke Y Robert(Luke Hemmings)

Capitulo 30:"No digas eso."

Pensé toda la tarde, ya era de noche, y quería salir. Tomé un momento para abrigarme y bajé las escaleras.

-Mamá, saldré un momento.-Dije.-Iré a pensar.-Asintió y salí. Acomodé mi gorro de lana en mi cabeza y me puse la capucha de la campera, hacia frío. Coloqué mis manos en los bolsillos de esta y caminé. Caminé despacio y al fin llegué al parque. Me senté en una banca y miré las flores mojadas. Había echado de menos esto, Me hacía sentir feliz. Miré a lo lejos y ví una silueta a lo lejos, se acercaba a donde yo estaba. Y me empezaba a asustar.

-¿_____?-Oí su voz, visualize el cuerpo y era el patán de Luke, me levanté y caminé rápido. Pero el sostuvo mi brazo.-_____...-Repitió sus ojos estaban rojos, y parecía que había bebido.-Escuchame.-Me negué y intenté soltarme.-Sólo escuchame.-Dijo y bufé.

-Cinco minutos... cuatro.-Conté.

-Mira, yo... Yo no quería hacerlo, estaba asustado...-Lo interrumpí.

-¿¡Asustado!?¡Claro! Ahora tu sufriste  por eso.-Dije enojada.

-¡QUE ME ESCUCHES! ESTABA ASUSTADO, PORQUE... PORQUE TE QUIERO ¿YA?-Dijo, y lo miré.-Y ERES UNA COMPLETA ESTUPIDA POR DAÑARTE, LO SIENTO, AL PRINCIPIO SÓLO QUERIA ESO, PERO AHORA... ES DIFERENTE.-Sus ojos se aguaron, podía verlo.-He bebido, intentaba olvidar... ¡Pero no puedo!.-Dijo, y tomó mi rostro.-De verdad, lo siento...-Habló quebrado, tomé sus manos y las aparté de mi rostro.

-No lo sientas.-Negué.-Lo hiciste, ahora déjame en paz.-Intenté caminar, pero este me abrazó.

-No, no te dejaré.-Me apretó más a él.

-Sueltame.-Rogué, mientras estallaba en llanto.

-No.-Dijo, intenté apartarlo pero no hubo caso.-Tú me odias.-Dijo.-Y haría cualquier cosa para que me quieras.-Miré sus azules ojos con asombro. Secó mis lágrimas con su pulgar, y negó con la cabeza, se veía dolido.-No te vallas, no quiero perderte.-Pude ver como una lágrima caía por su mejilla. Sentí como mi corazón se destruía más.

-Te llevaré a tu casa.-Dije y asintió, debíamos caminar. Caminamos en silencio, mientras el se dormía, estaba ebrio. Realmente ebrio. Apoyó su cabeza en mi hombro y, admito, dejó escapar un sollozo. Palmeé su espalda, haciendo muecas. Esto me destrozaba más, llegamos a su casa y no estaba ninguno de los dos coches. Tomó mi mano e hizo que entrara, intenté soltarme pero no pude.

¿Que-que haces?-Pregunté asustada, el no habló y se quedó callado por un momento.

-¿Que he echo?-Susurró.

-Me lastimaste.-Dije y negó.

-¿Porqué?

-Me dejaste tirada, Luke.-Dije con desprecio.

-No eso, ¿Cómo pudiste hacerlo? Aguantar tantas cosas, y seguir aquí.-Dijo y no supe que decir, fruncí mis labios. Se tambaleó un poco y lo sostuve. 

-Creo que debes dormir.-Susurré, lo llevé a su habitación y cayó en la cama, haciendo que cayera encima de él.

-Eres hermosa.-Me miró a los ojos, sostuvo mis brazos mientras intentaba pararme, me atrajo más a él y miró mis ojos.-Lo siento.

-Ya no te disculpes...-Hablé. Miré sus ojos que tenían ese brillo especial. Ese brillo que tanto me gustaba.

-Quédate.-Susurró y negué.-Por favor.-Dijo, con tanta sinceridad.-No haré nada, sólo... quédate.-Dijo mientras su voz se quebraba, asentí y me paré. El igual se paró y buscó algo en su armario, me entregó una camiseta. La camiseta de Nirvana, fui hacia el baño y me la puse. Llegué a su cuarto y hizo una pequeña sonrisa. Extrañaba esa sonrisa, Me acerqué a él cuidadosamente y el miró mis piernas, se veían las cortadas. Y su sonrisa desapareció.

-¿Porque lo hiciste?-Intentó tocar mis cortadas pero aparté su mano.

-Me estaba ahogando, y nadie me escucharía.-Dije y asintió apenado. 

-Lo siento.

-Sh...-Lo callé, mientras me sacaba las botas y rió. Me abrazó por detrás y me estremecí, corrió mi cabello a un costado y depositó un beso en mí cuello.

-Lo siento.-Susurró, negué con la cabeza. Besó de nuevo mi cuello haciendo que las mariposas despertaran, no otra vez.

-No...-Susurré. Y apoyó su cabeza en mi hombro. Hizo un movimiento rápido y quedé al frente de el. Miró mis ojos y se acercó más a mí, para luego besar mi mejilla. Cerré los ojos con fuerza, tenerlo tan cerca hacía que todo lo que sentía se desapareciera. Me dejó de abrazar y se acostó en la cama, hice lo mismo y lo miré. Nos quedamos varios minutos en silencio.

-Te amo.-Dijo y me sorprendí.

-No digas eso.

-Es la verdad, te amo.-No sabía sí, callarlo o besarlo, no sabía si, lo odiaba o lo quería, estaba realmente confundida.

-Estás ebrio.-Dije y sonrió.

-Lo estaré, pero mis sentimientos no.-Miré hacia abajo, no podía ver sus ojos.-Hey... mirame.-Susurró.

-No puedo...-Hablé.-Me has dañado, destrozado y pisoteado, nose si creerte.

-¿No confías en mí?-Preguntó y negué. Y mis ojos se aguaron.-No llores.-Tocó mi mejilla, miré sus ojos, destrozado, parecía destrozado. Se acercó a mi y me abrazó.-Soy un estúpido, haría cualquier cosa por cambiar ese día.-Dijo,y besó mi frente. Hasta que se durmió, al igual que yo.