¿El despertar de un ángel?

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PERFECCIÓN

Eso era lo que me transmitía estar a su lado, NADA, absolutamente NADA, podía destrozarme aquella noche. Fue...

Fue tan magnifica, que me quedo sin palabras cada vez que pienso en aquella noche de furor y pasión, en la que los 2, nos agarrábamos como bestias en celo, sin soltarnos, por nada del mundo, y queriéndonos atraer el uno hacia el otro. Fueron tantos los arañazos que me dio, que ya no sentía la espalda, eran algo extraño. Pero cuando sus afiladas uñas rozaban y realizaban surcos en lo más alejado de mi espalda, mis ganas de continuar aquella acción de 2 iban en aumento. Cada vez que mis labios y mi lengua rozaban los valles de su cuello, sus gemidos, sus gritos, sus suspiros iban en aumento, tanto que hasta la cansina de la vecina tuvo que dar algún que otro golpe a la pared para que cesásemos tanto alboroto. Era una situación de 2, ni ella me dominaba, ni yo la dominaba a ella, éramos 2 seres que querían disfrutar de aquel momento unidos, y si, con la persona seleccionada.

Me encantan los detalles, los pequeños detallitos que ocurrían en aquella habitación, como el caer de las gotas del sudor de su frente, o la corriente que se adentraba en la habitación y poco a poco estaba enfriando el ambiente tan caluroso, o incluso aquel batir de las alas de aquellas palomas que estaban anidando en aquel robusto roble; cuya posición, no ubicaba, pero sentía como aquella familia de aves sentía el mismo sentimiento de amor y pasión, que se estaba transmitiendo en aquella habitación.

Horas, bueno, en realidad no sé cuánto estuvimos, lo que sí que se es que fue fantástico, fue perfecto, fue MAGNIFICO. Pero en un momento de la noche... Pum, caímos los dos a la cama, tras habernos extasiado durante tanto rato. Nos miramos, sonreímos, nos besamos y ella me abrazo. Al principio fuerte, con una alta intensidad, pero a medida que pasaba el tiempo, fue reduciendo la brusquedad del mismo, aunque continuaba siendo tan intenso como lo fue en un primer momento. Y así nos pasamos el resto de la noche.

El helado que nos había sobrado del postre, ya se había derretido hace horas, las velas se habían consumido poco acabada la velada en aquel rústico salón, y las fresas... Quien sabe dónde acabaron, pues empezamos a jugar con ellas, a rozar nuestros cuerpos, con nata, mermelada e incluso chocolate. Fue la cena más extraña y a la vez más efímera que había tenido jamás.

Me desperté a eso de las 8 de la mañana, bueno, en realidad supuse que era esa hora debido al cantar de los pajarillos. Aunque... en realidad, fue porque los vecinos empezaron a mover una y otra vez las sillas que tenían en aquella pequeña cocina y que tanto ruido hacia.

Mire hacia mi izquierda y solo veía oscuridad... bueno pasados unos segundos podía ver...

AIBA! Mis calzoncillos y mi ropa, aunque eso... Aaaaaa eso no es mío, vamos, es que no me entraría nada por ahí. Pero cuando mire hacia mi derecha, la vi, era ella.

Estaba durmiendo, normal, tras una noche de tanta pasión acumulada, nuestros cuerpos no podían más. Pero... no podía dejar de mirarla. Era una situación en la que, parecía un niño pequeño mirando una piruleta, con una cara de embobado que no podía con ella. Y como ya lo había visto en las películas y en las novelas románticas, me decidi a ir a la cocina. Decidi prepararle el desayuno.

Exceptuando que no estaba en mi casa, y que no conocía muy bien aquella cocina, por todo lo demás, me encontraba superseguro de mí mismo. Ya había visto suficientes "Tumblr", en los que se podía apreciar bonitos desayunos que le realizaban personas de todo el mundo a sus amadas parejas. Comencé por hacerle unas tostadas con forma de corazón. Aunque tras habérseme quemado una... Decidi ver un tutorial de "YouTube". Luego prepare zumo. Pero... ES QUE ESTA CHICA NO TIENE NADA EN SU CASA! Pues nada... me tocara hacer zumo natural. No era muy hábil en este aspecto, pero bueno me había salido un zumito sin pulpa ni nada. Ahora... ahora toca el café, o bueno culacau... ¿Que tomara esta chica?

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