Era domingo, luego de aquel incidente con nuestra casa.
Decidí junto a mi hermano una cosa.
Hacer que Nathan Hernández pague por aquella broma, y vaya que será fácil.
—¿Sólo debo dejar esta cámara en su baño? —Pregunté mientras observaba una pequeña cámara que tenía en mis manos
—Exacto —Respondió Marcos
El día en que nuestras camas terminaron en el tejado de nuestro humilde hogar, Ryan tuvo que llamar a todo el equipo de fútbol para ayudarnos con aquel problema. Aunque por alguna extraña razón; mi mejor amigo no ayudó, al contrario...se fue rápido diciendo que debía hacer algo. Vaya chico más raro...
—De acuerdo —Ambos sonreímos de oreja a oreja—. Haremos que Nathan Hernández se arrepienta por meterse con nosotros.
—Esa es mi hermana —Comentó él—. Recuerda, sólo debes encenderlo y dejarlo en un lugar donde él no lo vea.
—¡Entendido señor! —Dije con voz de sargento
—Así se habla.
Ambos chocamos puños y reímos, nuestra jugarreta le dará un vuelco a su popularidad.
Salí de mi hogar y me dirigí a la casa de aquél homofóbico, al llegar observé desde lejos con mis binoculares si él estaba en casa, y efectivamente no lo estaba. Me dirigí al árbol que esta al frente de su cuarto y observé con cuidado si él estaba en el piso de arriba.
—Primer piso despejado —Sonreí mientras entraba a su cuarto
Abrí la puerta y observé a ambos lados, no había absolutamente nadie en este lugar. Salí del cuarto y busque el baño, fue tan fácil...estaba al fondo del pasillo, al entrar deje la cámara en un montón de ropa sucia donde de seguro jamás miraría ahí. Llame por WhatsApp a mi hermano y el atendió al tiro.
—¿Lo tienes? —Preguntó él
—Si.
—Bien, déjame que me encargo del resto. A ver, espera...—Oí como sus dedos golpeaban cada tecla, al poco tiempo oí un timbre del otro lado de la línea y río—. Listo, todo lo que grabe o tome foto se hará desde aquí —Dijo refiriéndose a su computadora
—Todavía no sé como le haces... —Hablé
—Tú sabes de artes marciales y yo de tecnología, nos complementamos de una u otra forma. Supongo... —Terminó de decir; con un tono desconfiado
—Si, supongo —Reafirme
Oí que la puerta principal se abría.
—Debo irme, él está en la casa —Susurré
—Claro, te veo en casa.
Yo sólo corte la llamada y salí rápidamente de ahí, me metí en su cuarto y baje por el árbol. Corrí lo más que pude para que él no me viera.
Pasaron unos minutos luego de que salí de aquella casa, al llegar a mi hogar me dirigí al cuarto de mi hermano, oí las carcajadas de Marcos. Al entrar observé que se estaba tomando del estomago.
—¿Qué pasó? —Pregunté algo agitada
—Mi-Mira —Me respondió mientras se carcajeaba
Observé la pantalla y vi dos cosas, una ventana mostraba a Nathan cantando en la ducha, lo cuál se veía realmente patético. Y la otra ventana mostraba una foto de él con bóxers de Bob Esponja.
Vaya regalo de navidad que me han adelantado.
Me empecé a reír como una loca desquiciada, era demasiado para mi cuerpo. El lunes empezará lo bueno y vaya que lo será. Pero antes de descansar decidimos esperar hasta la madrugada para invadir el instituto. Ya ambos con nuestras caras tapadas por pasamontañas y con un saco que nos tapaba la cabeza y toda la parte de arriba (ya que había cámaras de seguridad en la entrada) nos adentramos en el instituto, cada uno se separó para dejar aquella foto de Nathan con bóxers de Bob Esponja. Realmente...cada vez que lo veía me reía bastante.
—Ya quiero ver como te queda la cara de estúpido que tienes —Murmuré al plasmar algunas fotos en algunos casilleros
•
El día siguiente llego, y con ello una nueva broma.
Apenas entre en el instituto y se oyeron carcajadas e insultos, al llegar al lugar junto a mi hermano observamos como algunos reían y otros callaban ante la mirada de mi rival.
—¡Tú! ¡¿Qué hiciste?! —Tomó una de las fotos y me la mostró de cerca
—Observé la foto y me hice la desentendida—. ¿Y esto qué es? —Me carcajee y lo observé a los ojos—. El bóxer de Bob Esponja te quedan muuuuy bien —Dije en un tono de burla
—Maldita... —Sus amigos me tomaron de ambos brazos
—¡Oigan! —Gritó mi hermano, lo cuál fue parado por otro de sus monos amigos
—No te metas marica —Habló el tipo. Empujó a Marcos haciendo que caiga en el suelo
—¡Oye! —Chillé—. Métete conmigo, yo fui la que te hizo la broma.
—No te metas... —Nathan se dirigió a su casillero, al abrirlo una bomba de líquido viscoso de color marrón invadió todo su rostro—. ¡¿Qué mierda?! —Gritó él. Empezó a darle arcadas y salió corriendo al baño
«¿Qué mierda sucedió?» Me pregunté mientras aquellos gorilas me tenían aún sometida.
Al poco tiempo otro chico abrió su casillero y se lleno de mierda en la cara. Un olor nauseabundo invadió todo el pasillo, el muchacho salió corriendo al baño, ya que parecía que vomitaría en cualquier momento.
—Los gorilas me observaron con cierta molestia—. Oigan, sé que piensan que fui yo...pero juro que no tengo nada que ver.
—Exacto, ella no lo hizo —Habló derepente Ryan que venia hacia nosotros—. Fui yo el de la broma...ahora suelten a mis amigos, ¿Quieren? —Los chicos del club de fútbol se acercaron a nosotros y nos alejaron de aquello monos locos—. Váyanse —Hizo un gesto con sus manos. El club de natación hizo caso y se largaron
—Gracias por eso amigo... —Hable mientras acomodaba mis prendas
—Lo que dijo mi hermana, pensé que me comerían vivo —Habló mi hermano
Ryan se río y acarició nuestras cabezas.
—Que niños más problemáticos...
—Tú... —Soltó mi hermano—. ¿Por qué le hiciste esa broma al otro chico?
—Oh —Ryan lo observó unos segundos y suspiró—, Ese chico te lastimó la otra vez ¿No?
—¿Eh? —Observé a mi hermano unos segundos—. ¿Era él?
Mi hermano asintió con las mejillas sonrojadas, se veía tan tierno.
—Pues no pude quedarme de brazos cruzados, así que le hice una pequeña broma —Aclaró mi mejor amigo
—Gracias por eso Ryan... —Agradeció avergonzado mi pequeño hermano
—No hay de que —Acarició su cabeza y jugó con su cabello
Al observar la escena de ellos dos me dio algo de envidia.
«Quisiera que me haga caso...»
Agache la cabeza y suspiré.
A veces era difícil no ser correspondido.
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Fuck You!
Teen Fiction❝Escorias como tú no deben de existir❞ Esos pensamientos invadían la perturbadora y vengativa cabeza de Natalie; cuando escuchó hablar a Nathan, un homofóbico que se ha metido con su hermano por ser de una preferencia sexual distinta a la suya. ...