¿No hay veces que se preguntan por qué la vida es tan injusta con uno? Pero... ¿por qué tenemos esa incógnita, si sabemos que hay gente que la pasa mucho peor?
Creo que eso nos ocurre porque cuando algo malo nos sucede, preferimos ignorar lo que está a nuestro alrededor. Queremos creer que somos las personas más miserables del mundo, aunque no lo seamos.
Todas las mañanas al mirarme al espejo, veo a una persona deprimida y aburrida de su vida. Nunca ocurre algo nuevo. Mi cara se siente un poco más pesada con el paso del tiempo, envejezco un año cada día y me siento muerto cuando sonrío. Ya no queda nada de genuinidad en mis palabras y expresiones, únicamente siguen presentes mis pensamientos más oscuros sobre la vida. Para ser honesto, todo a mí alrededor me parece una increíble mierda. La hipocresía inunda las calles. Es como una gran tormenta y las gotas reflejan la vergüenza ajena y propia, el miedo al qué dirán y al rechazo.
Para algunos seré un dramático, un emo depresivo o un imbécil que intenta llamar la atención desesperadamente, pero juro que no lo soy.
Estoy solo todos los días de mi vida. Rodeado de muebles lujosos y personas que trabajan para mí. Gente que tiene una vida más o menos feliz, con una familia que los ama, o por lo menos una fe que los mantiene a flote. Yo no soy así. No me queda nadie quien amar y que me ame. Ni siquiera tengo un dios que me ampare de mis desgracias. Sólo soy un chico que era millonario, quebró y no tiene ni un dólar en las manos. Bueno, tampoco tan así. Todavía me alcanza para pagarle a mis empleados, pero cuando ya no pueda, voy a ser un joven visionario con los sueños machacados.
¿Cuál es mi historia, se preguntarán? Bueno. Nací en una familia con altos recursos económicos. Nunca me faltó nada, siempre me sobró todo. Mi madre es Anne y mi padre era James. Era, sí, él falleció hace dos años. Se quitó la vida luego de separarse de mi mamá. Una gran fortuna pertenecía al hombre. Me cedió todos sus bienes y su enorme corporación, "Cuore's INC.", una industria de indumentaria femenina. Al principio pude mantenerla a flote, ya que tenía ciertos conocimientos mercantiles, pero luego de un año todo se desmoronó. Rogué ayuda a mi madre, pero se negó a formar parte del negocio.
Entonces... ¿cómo es que sigo viviendo, si no trabajo, no estudio y ni siquiera me hago cargo de mi casa? Con el dinero en la cuenta del banco de mi padre.
Tenía una novia, pero me dejó al enterarse que no podía cumplirle más sus caprichos. No podía llevarla a cenar todas las noches. Tampoco podía regalarle algo que le gustara y mucho menos podíamos irnos de vacaciones. Yo le pedí piedad, pero no logró entender. O no quiso, no lo sé.
Cuando sólo me quedaban veinte mil dólares en el banco fue cuando reaccioné. Tenía que buscar un trabajo. Pero... ¿quién contrataría a un inepto de treinta años? Ni siquiera sabía tender una cama. Aunque estaba con muy pobres expectativas, lo iba a intentar.
***
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¡Hola! ¿Qué tal? Mi nombre es Luciana y soy la autora de esta novela.
Siembre me apasionó escribir, es la primera vez que subo algo a Internet. Me gustaría saber si te gusta esta novela, así la seguiré. ¡Muchas gracias por leer!
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Enriqueciéndome
FanfictionHarry es un empresario en bancarrota, sin nadie que le acompañe, sólo los seguidores de su blog. Louis es chef de un reconocido restaurante, rodeado de amigos pero sin nadie que lo ame. Una historia que muestra el trabajo esclavo en las cocinas, el...