"Capítulo 24"

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Pasó la semana rápido, y llegó el día anterior a mi vuelo. O sea que era día 14 de octubre. Estaba muy nerviosa. Era por la tarde y mi vuelo salía mañana a la una y cinco del mediodía. Por lo menos, tenía que estar dos horas para que me facturen la maleta y todo lo que llevaba y que me cambiaran la divisa de Euro a Peso Mexicano.

Suspiré y entré en mi habitación. Cogí la maleta, que estaba debajo de mi cama y la puse encima de la cama. Metí ropa de verano e invierno. Nunca se sabe el tiempo que va a hacer.

También metí unas Vans y dentro de las zapatillas los calcetines y ropa interior. Suspiré y también metí mi champú para el tinte y creo que ya estaría todo.

Solamente faltaba el pasaporte. El vuelo como era reservado, te acercabas a recepción, le decías el nombre y te daban el billete de vuelo.

Hice una lista mental. ¡Me faltaba el maquillaje! No iba a coger mucho, sólo lo que utilizaba frecuentemente, como el corrector, delineador y el rímel. Cuando lo tenía preparado, lo metí en la maleta. ¡La plancha! De pelo, no la plancha de planchar. La metí también.

Creo que ya tenía todo. O no.

Salí de casa en busca de una papelería. Cuando la encontré, escogí una grande y blanca. La pagué y volví a mi casa. Cogí un rotulador y comencé a escribir. Arriba ponía: "I ❤ Demi 4rever". Y debajo ponía: "I'm from Spain". Suena todo muy cursi, lo sé. Y también ridículo, pero ¡era mi ídolo!

Sonreí por el resultado y enrollé la cartulina, puse una goma alrededor y dentro de la maleta que iba.

Creo, que ahora sí, tengo todo. ¡La entrada! Corrí al despacho y cogí la entrada que estaba en los cajones. Fui a mi habitación, y dejé la entrada en el escritorio.

Los nervios me mataban. ¡Quería irme ya! Dejé la maleta en la entrada y suspiré.

Volví a hacer un repaso mental de todo y ya no me faltaba nada:

Ropa, sí.

Pasaporte y entrada, sí.

Maquillaje y plancha de pelo, sí.

Ropa para el vuelo, no.

Suspiré y escogí un conjunto de la ropa que quedaba en mi armario. Deje encima del escritorio el vestido. Era un vestido de tirantes azul cielo con lunares blancos. Me llegaba un poco por encima de las rodillas. Me arriesgaba. Después, dejé unas Vans al lado y ya tenía todo:

Ropa para el vuelo, sí.

¿Y ahora que hacía? No tenía nada que hacer.

Me senté en la cama y resoplé. Eran las cinco y media. Ya sé que hacer. Cogí un folio de mi despacho y escribí una cosa en grande. Cogí la guitarra y cogí las llaves del coche y guitarra. Conduje hasta un aparcamiento subterráneo y caminé hasta la Puerta de Sol.

Me senté en el bordillo de una fuente y puse la hoja a mi lado. Comencé a tocar una canción que aprendí recientemente: Amigo de Melendi y Malú. Necesitaba otra persona para que haga de Melendi, pero no tenía así que hice las dos yo. Conseguí un poco de "popularidad".

Cuando acabé de cantar, un niño pequeño, como de tres años, me dejó dinero en un sombrero que dejé delante de mí.

Sonreí.

—Gracias, peque —dije mirándole.

Se despidió con la mano.

—¿Nos podemos hacer una foto contigo? —preguntó un niño.

Era adolescente, como de 15 o 16 años.

—Claro

Eran dos, así que me hice foto con los dos. Después de eso, canté la canción que sabía. ¿Os acordáis esa vez que os dije que me paré a ver un vídeo de una canción en gallego? Pues me aprendí la letra, pero no los acordes, así que sólo la canté. Después, canté una de 5SOS. "She Looks So Perfect".

¿No quieres o no puedes?   ➡ Antoine Griezmann ⬅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora