Yoongi
Las luces en la ciudad se apagaban. Era el momento en el que la noche mostraba su peor lado. Sabía que corría peligro pero me daba igual. Prácticamente toda mi familia me creía loco por sufrir de depresión, y mis amigos me fueron dejando de a poco cuando se dieron cuenta de que no les servía ya más para ser su compañero de fiestas.
Mis manos estaban heladas, las escondí en los bolsillos de mi chaqueta con el propósito de protegerlas de la gélida noche, pero seguían igual y no dejaban de temblar, supuse que es lo que llaman "miedo".
Pero ahí estaba yo, dirigiéndome a un lugar del cual antes había oído hablar.
Me encontraba con varias personas en el camino, muchas de ellas me miraban con ánimos de querer matarme, pero en sus ojos notaba que no lo iban a hacer, solo estaban tratando de ocultar su miedo con una máscara intimidante.Cuando llegué al dichoso local en medio de la nada pude notar que adentro colgaban varios cuadros eróticos, al parecer era una clase de prostíbulo.
Como el lugar estaba repleto de personas no sabía exactamente hacia dónde moverme, visualicé unas sillas vacías en una esquina, una pareja las acababa de abandonar.
Me senté rápidamente, ignorando la queja de algunas personas que al igual que yo, deseaban esa mesa ahora ya no vacía.En los minutos que estuve sentado, algunas chicas se me acercaron, pero yo las rechacé a todas, no eran lo que buscaba ni por lo que estaba ahí.
De pronto un chico se me acercó ofreciéndome un trago. Parecía de unos veintitantos por lo radiante que era su mirada .Era la persona más linda que mis ojos hayan visto, sus cabellos naranjas ligeramente alborotados y la sonrisa que me mostraba mientras me extendía una botella de licor, hacia de él un cuadro majestuoso.
-Disculpa, ¿puedo sentarme a tu lado? -preguntó sonriendo de lado, mientras yo recibía coordialmente la botella.
-Sí, estoy solo igual -respondí con fingido desinterés.
Él asintió y tomó asiento frente mío. Estuvo observándome por un largo rato en silencio, hasta que decidió por fin abrir la boca.
-¿Querías probar algo nuevo también? -Sus manos se movían intranquilas por sobre la mesa.
Estaba muy ansioso, podía notarlo.
-Sí, supongo que algo así.
Soltó una pequeña, la cual cubrió inmediatamente con su mano derecha.
-Ni siquiera sé que hago aquí ¿Sabes? -Continuó hablando- No me gustan las mujeres.
Asentí con une leve sonrisa, me sentía exactamente igual.
-¿Tienes ganas de tomar algo? -volvió a ofrecerme como en un principio
-No gracias -rechacé amablemente- tal vez después de un rato, quisiera primero conocerte.
-¿Conocerme? -Lucía desconcertado, y como si toda su seguridad se hubiera esfumado de pronto, agachó la mirada susurrando:-¿Por qué?
-¿Por qué no? Eres un chico muy lindo.
Pude observar cómo sus mejillas se ponían rojas.
-Pues...mi nombre es Hoseok
-¿Y...?
-¿Y qué?
-¿Y tú numero es...? Quisiera tener a alguien tan guapo en mis contactos.
-Muy gracioso...-lo dijo con una voz un poco apagada, observé como su labio inferior empezaba a temblar- Perdón, es solo que...