4. Guía de supervivencia III (12)

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Después de la cena, subieron a la habitación. Parecía que a Roca no le gustaba relacionarse y Nameless quería hablar lo mínimo posible con aquellos tarados para que no se descubriera que era una civil.

–Ya sabes –su Capitana le señaló el suelo.

–Oh, vamos, ¿no has oído que hacer ejercicio antes de dormir es malo? –rezongó Nameless, por si servía de algo.

–¿No has oído tú que ser débil en el Instituto del Mal es peor?

–Unas cuantas veces... –refunfuñó echándose en el suelo.

Mientras hacía flexiones, Roca se puso un pijama con estampado de camuflaje en tonos grises.

–Sigue –le ordenó cuando cayó desplomada, fustigándola con la revista de las armas.

Nameless se abstuvo de quejarse de que no podía más para que no le dijera "Todavía puedes hablar" y se forzó hasta el límite.

–¿Sabes cuántas has hecho esta vez? –preguntó su Capitana.

–Yo qué sé –jadeó, había perdido la cuenta–. ¿Veinte?

–Treinta.

–¡¿En serio?! –exclamó incorporándose ilusionada–. ¿Cómo puedo estar mejorando tan rápido?

–Influencia del Instituto. Pero hazte a la idea de que esto es una mierda, yo hago sesiones de trescientas con cada mano –informó sin levantar la vista de su revista.

–Qué bestia eres –murmuró Nameless buscando un pijama que ponerse, ya que el que había traído puesto había desaparecido–. Una pregunta... –empezó al ver su fondo de armario– ¿por qué mi ropa tiene tantas capuchas?

De hecho, su pijama consistía en unos pantalones negros de tela bastante normales, pero la parte de arriba se parecía más a una chaqueta, del mismo material y color, que se ataba como una camisa desde cuello al ombligo, con amplia capucha y faldones por detrás.

–Será tu marca, tu estilo –asumió Roca.

–¿Mi estilo? –repitió poniéndose aquel extraño atuendo.

–Yo soy militar, siempre uniformes y ropa de combate. Tú...

–¿Misteriosa? –se echó la capucha por la cabeza y se miró en el espejo comprobando el vuelo de la chaqueta.

–Sí... dejémoslo en "misteriosa".

–Mola demasiado para ser un pijama, ni que fuera a salir a rondar en plena noche –bromeó Nameless.

–No te lo recomiendo –contestó su Capitana con seriedad.

–¿Por? Aparte de que esto sea una casa de locos peligrosos.

–Kill patrulla con seis perros demoníacos –comunicó Roca como si nada.

–¿Pero es que esa mujer nunca descansa? –se quejó echándose en la cama. Ella estaba reventada, por lo que se durmió enseguida, profundamente...

...hasta que la despertaron unos gritos.

–¡Arriba, Subcapitana Nameless!

–¿Eh? ¿Qué? –se sobresaltó y casi se cayó de la cama.

–Son las seis y media. ¡Levántate y vístete!

–No me grites –gimió con dolor–. ¿A qué hora empiezan las clases?

–A las ocho y media –respondió mientras hacía flexiones con una mano y los pies sobre la cama.

–Una hora más, por favor... –se acurrucó cerrando los ojos, pero un contacto frío en el cuello interrumpió su vuelta al país de los sueños.

Institute of Evil versus Heroes Academy (IEvsHA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora