Somos carne, somos huesos,
Somos hombre y mujer,somos ellos y nosotros.
Somos una sombra bajo el sol, una esperanza, un proyecto de lo que el cielo imaginó.
Aprendimos en las caídas, que levantarse es mas duro que caer.
Soñamos y creemos, que puede ser que ocurra, que quizás sea verdad, que siempre los sueños son caducos.
Somos la historia contada con matices, la batalla perdida, la guerra absurda, somos las manos que matan, las manos que aveces salvan vidas.
Somos los que amamos, y siempre queremos ser los amantes, deseamos lo que no tenemos, despreciamos lo mas valioso, abandonamos al corazón a su suerte.
Somos palabras escupidas en un río donde las mentiras se ahogan, un océano de oraciones a la deriva, un grito, una plegaria, un naufragio en una isla hecha de promesas por cumplir.
Somos Penitentes ateos, que cargan sobre sus hombros preguntas al aire, respuestas que se esconden de la verdadera naturaleza humana, altar del dios sabio, que vacío esta, pues el saber no ocupa altares.
Somos garabatos de los niños, pintados por fuera de los bordes, de bocas grandes y mentiras piadosas, mentiras que duelen.
Ahora que somos más viejos, o quizás demasiado jóvenes, ahora que ya tenemos lápiz y papel, quizás ahora escribamos sobre nuestras almas errantes, que buscaron en el infinito espacio lo que de verdad somos.
