"Te necesito"

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HARRY'S POV

El frío parecía traspasar mi cuerpo, sentado en el pasillo de ese aislado hospital, a la espera de un milagro o una desgracia. Presioné con fuerza mis manos, lancé algunas plegarias y besé el tatuaje de cruz que llevaba en mi mano izquierda. Por más que la fama y su estrepitoso camino intentaran alejarme de lo terrenal, siempre fui fiel a mis creencias, no siempre fui muy religioso, pero si creyente de que todos tenemos un dios que nos protege o nos castiga en el peor de los casos. Supongo que era uno mas en este mundo que buscaba aferrarse a algo que lo hiciera sentirse vivo, que fuera la respuesta a todas las cosas buenas y malas de la vida, y estaba conforme con ese rol. Aunque en momentos como este, era consiente de que ya nada dependía de un dios, si no de la voluntad humana, esa voluntad que en Madilyn se encontraba totalmente nula.

— Harry. — Lauren toco mi hombro. — El doctor dijo que Mady estará bien. Sólo fue una sobredosis.

— ¿Sólo fue una sobredosis? — Pregunté irónico al escucharla.

— Si. Ya sabes. Un exceso de drogas...

— Lauren — No pude evitar interrumpirla — No necesitas explicarme, se muy bien de que se trata. Ahora intenta ser tu misma quien analice lo grave que es todo esto. Es más que "sólo una sobredosis". Madilyn necesita ayuda y no precisamente de nosotros.

— Ella no va a internarse, Harry. Sabes como és.

— Lo se. Por eso mismo es necesario ponerle un límite ¿O a caso debemos esperar a que suceda una desgracia para darnos cuenta de la gravedad del asunto?

Mi pregunta parecía haberla dejado sin palabras. Sólo miró al suelo, sin decir absolutamente nada. Se muy bien que Lauren no quería ver a su hermana muerta para aceptar la realidad. Nadie quería eso. Mucho menos yo. 

— Disculpen. — El médico se asomó por la puerta — La paciente acaba de despertar.

MADILYN'S POV

Abrí los ojos y lo primero que ví fue el blanco techo de un hospital. No necesitaba ni que me lo dijeran, sabía que estaba allí, y también sabía porque. Mi último recuerdo era esa mesa llena de lineas de cocaína y una botella de vodka en la mano. No tenía que ser muy inteligente para darme cuenta de lo que estaba sucediendo. Y fue allí cuando sentí lo absurdo en mi. Me tomé un tiempo para comprobar que todo funcionara bien: Respiré profundo, moví mis brazos, moví mis piernas, conté hasta 10, recordé mi nombre, toque mi rostro, sentí mi corazón latir un tanto acelerado en mi pecho. Todo estaba perfecto. Nada anormal ¿Entonces por qué debía estar ahí, como un vegetal, dándole pena al mundo? Me senté apoyando mi espalda en el respaldo de la cama. Un médico me observaba mientras tomaba anotaciones. Bien, resultaba que ahora yo era un fenómeno, la primer persona que había sufrido una sobredosis en el mundo entero. Ahí tienen el absurdo al que me refería. 

— Debes hacer reposo y-

— Que mierda. No haré ningún reposo. Me voy a casa — Lo interrumpí.

— No. No puedes. Acabas colapsar a causa de una sobredosis.

— Y aún sigo viva. Asi que me voy.

Me senté en el borde de la camilla y me dispuse a pararme. Mis piernas se sentían un tanto débiles, como si temblaran de solo sentir mi peso sobre ellas. No me importó. Necesitaba deshacerme de ese asqueroso traje de enferma. Observé como el médico dejaba la habitación. Comencé a ponerme mis viejos jeans, mi sostén, mi gastada camiseta y fueron esos pocos minutos en los que la puerta tardó en abrirse de nuevo. Decidí no mirar quien era, de todas formas, digan lo que digan, sea quien sea, ya había tomado la decisión de marcharme de ese puto lugar.

Make No Mistake • H.S {Libro 1}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora