Escribo esto escondido en el tronco de un árbol caído que he tenido la suerte de encontrar. Estoy aterrorizado, no se cuanto tiempo ha pasado desde que me adentré en este maldito bosque, ni como demonios he conseguido sobrevivir, pero el final esta cerca. Ya tengo 7 notas. Espero encontrar la última antes de que anochezca ,si no, no se que podría pasarme...
Se oye un crujido en el silencio del bosque y el tronco hueco en el que se refugia el soldado se quiebra. Este solo puede mirar hacia arriba aterrorizado, encontrándose con la alta y siniestra figura de aquel ser sin rostro y su garganta consigue sacar un desgarrador grito.
-¡Aaaaahhh!
-¡Aaaaahhh!
-¡Puto espermatozoide!
-¡Oye! -se indigna la criatura- ¡sin pasarse!
-¡casi me matas de un infarto, cabrón!
-¡Te dije que ni fueras dejando mierdas por mi bosque ,hostia!
-¡Cago'ntutia!
-¡No hace falta insultar! ¡Yo no te he insultado! ¡Ni a tu familia!
De repente se oye una risa suave y ambos se giran. Se ve a un chico joven, con la cara blanca y abundante pelo largo. Va en vaqueros, tenis y sudadera.
Su mirada burlona oscila de uno a otro y finalmente se fija en el inmenso ser conocido como Slenderman. De su mano sale una tenue luz que atrae sus miradas, encontrándose con el fósforo encendido que sostenía el nuevo personaje.
-¡Eh, suelta eso puto mapache! -grita Slender provocando la carcajada del otro, que echa a correr.
-¡Ni se te ocurra, ¿me oyes?! ¡Te juro que vas a lamentarlo! -grita corriendo tras él.
-¿Pero que cojones? ¡No me dejéis atrás malditos!