Un mundo para los dos

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La esperé según lo que acordamos, cuando caminamos por la calle Los ficus de la Castellana; ese día cuando nos apartamos del grupo y nos fuimos. La verdad es que no queríamos ver los animales, ni la costa, la sierra y selva ;queríamos un lugar secreto. Un lugar para derrochar palabras y curar el corazón. Llamando al amor con unos besos suaves que nos dimos a escondidas de ellos. Mis manos rodeaban su cintura, ella abrazaba mi cuello.

La vi llorar aquella primera vez de nuestro encuentro casual, eran como las ocho de la noche. Ella estaba sentada en esa banca fria del paradero. Sus lagrimas rodaban por sus mejillas ,ella trató de disimular al verme, una pena invadio mi ser, mi respiración se hizo pausada.
- Hola
- Hola ¿ Que haces tan sola por este lugar ?
- No...nada... solo...
Disimuladamente secaba sus lagrimas
- ¿Puedo...?
- Si,claro sientate.
-Espero no ser inoportuno.
- No, no te preocupes.

Hablamos, estuvo mas serena, nos hicimos amigos y pasados cuatro meses con algunos dias, nos sentamos casi juntos en el salón, ante los rumores de algunos; por que yo era nuevo, trasladado de otra institución, pero en el mismo siclo. Acepté ir a ese paseo a pedido de ella. Sabía que después de muchos dias que habían pasado, cuando tomé su mano, que ella sin recelo aceptó al tomar también la mia. Aquél dia, cuando caminamos juntos al paradero, e intercambiamos  las miradas en todo momento. Creí que debía decirle lo ya que sentía, y lo hice ese día del paseo, pero también le dije que lo pensara, por que la vi un poco nerviosa, ya no como antes.

Fue sincera conmigo, cuando volvimos del paseo dejando atras a los demas con sus rumores.
Caminamos del Ovalo a la Castellana, me dijo que él la estaba buscando y le había mandado un mensaje.

-Pero no siento nada por él. (Me abrazó colocando el perfil de su rostro en mi pecho).
-Bueno,no hablemos mas de eso(¿sentiría yo celos acaso?)
-Tienes razón, entonces que quede en pié lo del Domingo-- me dijo.
-¡Claro lo del Domingo es un hecho! ... (la abracé ).
Sentíamos un poco de temor a la vez, como si fuera un pecado, nuestros corazones latían al mismo tiempo...callamos, nos mirábamos, el te amo estaba a la puerta de nuestros labios. Nos despedimos con un beso en la mejilla a esperar el domingo para encontrarnos.

La semana pasaba muy rapido y llegó hasta el día jueves, no dejaba de pensar en ella, nos mirábamos y los demás también con desdén, no nos sonreíamos por ellos, claro estaba, algunos eran amigos de él y a otros no le importaba.

-Amigo mio ¿Qué te ocurre?
-hoy es  viernes Antonio y no ha venido...
-Si, lo sé, ¿Qué harías si te digo que la vi?
-¡Qué! ¿con quién?,Antonio vé al grano.
-¡Nada hombre!, me encontré con ella en el supermercado, se acercó  y me dió un mensaje para ti.
-¡Dimelo!
-Me dijo que hoy no vendría y que  irá  el domingo a donde quedaron.
-¿No le mencionaste lo de la carta que encontraste?
--¡No!, esas cosas son personales.¿y la esperarás?
--¡Claro! ahí estaré,gracias.

El domingo llegó muy deprisa,ella no tardó mucho eran las cinco mas treinta, el corazón me latía con fuerza, cada minuto que pasaba era angustiante.Se acercó un poco nerviosa, con esa cafarena roja y jeans color negro.Sus ojos brillaban a la luz del farol reluciendo sus labios rosados y es que me gustaba verla al natural, con esos ganchitos negros atados en su cabello.
-¡Perdóname!
Me paré, se acercó para saludarnos con un beso en la mejilla.
-Demoraron en darme el permiso de salida¿te hice esperar mucho?
-La verdad no, no hace mucho que llegué también.
Excusas para no sentir en mi la soledad,quince minutos no es nada.Te esperaría toda una vida decía mi corazón.
- ¿Tomamos el bus?-pregunté.
-¿A dónde iremos, si se puede saber?
-Es una sorpresa...
Sonreímos, nos mirábamos desafiando nuestros ojos.
-¡Vaya que emocionante!¿Y es lejos o cerca?
-Antes de la Bolichera hay un Restaurante estupendo.
-¡Y para qué necesitamos el bus! vamos caminando, así podemos conversar.
-¿Estás segura?
-¡No hay problema, vamos! el tiempo no se puede perder- me dijo con ternura.

Caminamos, conversamos de todo menos de amor y es que cuando uno lo siente ya no puedes hablarlo solamente, sino sentirlo en su maxima expresión.
¿Lo sentíamos?
Tomé su mano, ella cedió y así caminamos juntos.
Mirábamos los árboles y los autos que pasaban de vez en cuando con las luces encendidas, haciendo reflejar nuestras sombras.
Llegamos hasta el parque "Maestro Belga" y nos soltamos de las manos.
-Sentémonos un momento...
-Disculpa,estas cansada,perdona no debí hacerte caminar.
-No digas eso,yo lo hé sugerido.
Jaló un poco mi camiseta para sentarme. Allí a su lado contemplando sus ojos marrones y dormilones,en esa carita blanca con esos labios rosados que deseaba besar otra vez pero con más intensidad y pasión.

Acaricié su rostro, ella nerviosa esperaba el desenlace de mi declaración, pero mi razón y mi corazón no me dejaban vivir.
¡Que incertidumbre!
-Vamos a comer algo - sugerí.
-Está bien...vamos...
Me tomó de la mano.Entramos a disfrutar de unas hamburguesas. Hablábamos de todo un poco, nos reíamos de algunos acontecimientos, pero de amor ... no hablamos.

Salimos.Me sentía extraño y ella atada.En ese paradero casi solitario.No pude decirle que la amaba y que era muy importante para mi, sólo le pregunté.
-¿Le quieres?
-No.
-¿No,o no lo sabes?
Se quedo en silencio unos segundos. (¡Pero que estupidez la mia!)
-No lo sé... es decir,me siento confundida,son muchas cosas.
-No quiero que te sientas mal o presionada disculpa mi torpeza.
-Eres bueno,quizá yo debería...
-No, no lo pienses, (interrumpí) nos haríamos daño, tu no sabes si le quieres, él quiere que tu le quieras, lo que menos necesitas es pensar si no sentir ... bueno si ... si tu quieres, piensa en mi.
Me puse atrás de ella y le di una florcita artificial, para hacerla sonreir.
--Ay, que gracioso eres, eres tan tierno.
--¿Tú  crees?,espero que no haya un motivo que diga lo contrario de mi. Caminemos te acompaño.
-¿Estas seguro? es decir ¿en realidad quieres?
-¡En realidad si! vamos
( nos tomamos de la mano y nos miramos con ternura)

Caminamos juntos por esas calles de Vista Alegre y Benavides.
Aquél Domingo de calles vacías para nosotros, era como un mundo solo para dos. Me imaginaba una eternidad así.
Ella me tomó del brazo un poco apegándose a mi hombro, caminabamos lentamente. Recordaba lo que Antonio me había dicho antes.
-¡Déjala hombre!, ya te lo he dicho no puede pasar de ser más que solo tu amiga.Lo que él le escribío es para llorar; él esta perro por ella y se puede matar por así decirlo.
-¡Estas exagerando Toño!.
-¡Si,exagero!, pero lo leí accidentalmente cuando ella me prestó su cuaderno; quizá el metió la carta ese día que la buscó y la encontró. Claro, ella ya no quería hablar con él, por eso él metió esa carta en su cuaderno, sin saber que ella me lo prestaría. ¡Tal vez termines mal!, es buena chica, pero tres o cuatro meses que ya no están no es diferencia del tiempo que han estado, esa carta lo dice todo.
-¿En que piensas?...estás tan callado.
-No, nada, mira que lindas las estrellas.¡Como brillan a lo lejos!
-Si, son lindas, es una linda noche, parece una de esas noches del poema veinte de Neruda.
-Si eso parece... ¡como brillan!.
Pero lo que en mi mente estaba era esa frase que decía: “ yo la quise y a veces ella tambien me quería"
-¡Cómo quisiera que estas calles formarán un mundo!(apretó un poco mi mano)
-¿Un mundo?
-Si,un mundo solo para los dos.

Nos detuvimos...

—Es aquí, bueno tengo que entrar, prométeme que no vas a decir a nadie donde está mi casa, solo tú lo sabes, bueno también Dulcina.
—¿Entonces,Dulce y yo lo sabemos?
—Si tu y ella.
-¿Y él no lo sabe?
-No, claro que no y por favor... no se te vaya a escapar,contándole a tu amigo el dibujante.
-¡No, como crees! Antonio no se presta para esas cosas.
-Bueno debo entrar, algunas noches son largas, ¿se puede alargar la noche?.
-Cuando uno esta solo si, cuando piensas que cosa es lo mejor, cuando uno esta enamorado todo se hace eterno ¡supongo!
-¿Te ha pasado algo así?
-¿Estamos hablando de amor?
-Perdona, tengo que pasar.
-¡Claro!nos vemos mañana.
-Si mañana nos vemos y mañana te diré lo que quería decirte hoy,de lo que hablamos en el Zoo y me dijiste que te lo diga después...bueno de lo que conversamos ese día; para mi fué como ninguno, no lo olvidaré y este dia tampoco, eres maravilloso.
Nos cogimos de las manos nuestros dedos se deslizaban suavemente hasta las puntillas de las yemas, un medio beso y el adiós.Ella tras su puerta ¿sentiría lo mismo que yo? ¿Qué es, lo que pasa por tu vida y la mia? ¿por qué no podíamos ser libres y seguir nuestro rumbo?.Quizá lo diría mañana, si mañana, todo queda en el mañana y se que mañana estaremos sentados en nuestras carpetas mirándonos, contemplándonos el uno al otro. Mañana, si, mañana, justo mañana ahí te esperaré.

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