-No, solo manténgala ligera y sin vinagreta.-
-Desde luego señora.- la chica se alejó de ahí y miré a una pareja frente a mí, iban tomados de la mano y adorando sus alianzas, seguramente eran recién casados. Me recordé a mí con Chris la primera semana... viajando por el mundo, tomados de la mano, complaciéndome en todo, pero solo eso. Luego de un par de horas de vuelo llegamos al aeropuerto en Nueva York, pedí un taxi para ir a casa.
Vivíamos en un penthouse bellísimo.
-Buenas noches señora Evans.-
-Buenas noches.-
-Permítame llamarle el ascensor.-
-Gracias... ¿mi esposo...?
-Llegó hace un par de horas, debe estar exhausto, no bajó al gimnasio.-
-Oh... debió trabajar mucho... gracias.-
-Para servirle señora.-
La puerta del ascensor se cerró y esperé a subir al piso 29... Al llegar al piso 28 se me pidió accesar la llave. Lo hice, estaba a un piso de diferencia solo para llegar a la casa. El ascensor anunció mi llegada, entré a casa y todo estaba oscuro, dejé la maleta cerca de la puerta de la habitación. En la oscuridad veía la realidad de este matrimonio, siempre así, siempre vacío, siempre frío, siempre solo.
Me acerco al pequeño balcón de la ventana que da a la calle y por coincidencia, veo pasar una joven pareja... divertidos, toqueteos inocentes, van felices.
No recuerdo algo así con Chris. El embarazo no se había dado.
Mejor dicho, yo no había permitido a mi cuerpo que se transformara con los cambios del embarazo, así que me seguí cuidando, Chris no lo notaba, solo se le veía triste al no recibir noticia de paternidad.
-Llegaste, iba a ir por ti al aeropuerto.- dijo con cara somnolienta.
-¿estabas dormido ahora?-
-Sí, tenía mucho trabajo, pero no me olvidé que llegabas hoy.-
-Lo sé, no te preocupes.-
Estaba esforzándose.
-Vamos a que te des un baño y descanses... ¿quieres alo decenar?-
-No, cené en avión.-
-¿segura? ¿Puedo pedir algo o si quieres, prepararlo.-
-Solo quizá jugo o leche con galletas.-
-te llamó un tal Nathaniel... dijo que necesitaba hacerte unas consultas sobre el último trabajo que hiciste.-
Me paralicé, ese hijo de perra, me estaba buscando en mi casa.
-Oh...-
-¿qué pasa?-
-nada, es el cambio de horario.-
-Anda, date ese baño y durmamos.-
-ok...-
-Lisa... gracias por esto... gracias por la oportunidad-
-No me agradezcas, creo que, nos lo debemos.-
-Creo que si.-
Entré a la habitación y me fui quitando la ropa hasta entrar a la regadera, luego de esto me vestí y salí, estaba esperando.
-¿Qué haces ahí?-
-Estaba esperando que salieras para darme una ducha, aquí está la leche.-
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Worst Kind Of Love
Teen FictionJamie es la jefe de edición en el piso 19 de la revista de la BBC, llegó ahí gracias a su gran esfuerzo, hermana mayor de Isabella, una chica temeraria y un tanto rebelde, es un espíritu libre que se casó muy joven y fue a vivir a Estados Unidos...