Sueño humedo (smut)

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Armando entró al baño con sigilo, cerrando la puerta detrás de él, se encontraba nervioso, quería ser precavido ante cualquier cosa.

Se adentró en aquel lugar un poco más, hasta que divisó a su pequeño novio, que esperaba sentado en el piso, levemente sonrojado y con la mirada fija en un punto indefinido.

-Amor- dijo Armando para llamar la atención de Neri.

-Armando, hola...- susurró muy sonrojado, mientras se paraba en su lugar.

EL chico más alto se acercó y le ayudó a reincorporarse, enseguida capturando su cintura y dándole un pico rápido, siendo correspondido, mientras Neri pasaba sus brazos alrededor su cuello.

-¿Estás seguro de esto? Siempre podemos detenernos cuando lo desees- Armando quería asegurarse de que su novio no se arrepentía, no quería hacer nada que él no quisiera, y si su novio se lo pedía, se detendría sin chistar.

-Completamente- le respondió N mirándole a los ojos.

Ese fue el pase para que Armado comenzara a besarlo de forma apasionada, juntándolo más hacia él, para poder sentir su cuerpo. Lentamente se fueron recorriendo hasta que el más bajo tocó la pared con su espalda. Ahí Armando se dedicó a recorrer con sus manos el cuerpo de su amante, acariciaba su cintura, sus caderas. Neri no se quedaba atrás, una de sus manos se encontraba enredada en el cabello de su novio, mientras que a otra recorría su espalda y sus hombros. Ambos deseaban esto.

-Armando...- dijo Neri cuando se separaron por fin del beso.

El aludido le quitó la sudadera gris que llevaba puesta, y la lanzó en alguna parte de aquel baño. Después besó su cuello, mientras metía sus manos por debajo de la camiseta. Neri se sujetaba fuertemente a su cuello espalda. Soltaba pequeños jadeos y suspiros, las manos frías de Armando contrastaban con el calor de su cuerpo, haciéndole sentir cosas que no sabía definir.

-Te amo- dijo Armando, mirándolo fijamente a los ojos, sus miradas decían todo aquello que no podían explicar sólo con palabras.
Después de salir de su trance, el más alto sacó su propio suéter, aventándolo también a quién sabe dónde.

-Jamás te había visto sin suéter- comentó Neri acariciando los brazos suaves de su novio.

-Quería que fuera especial cuando lo hicieras- respondió mientras le guiñaba un ojo- Quítate tu camisa para mi, amor.

Un brillo de deseo en los ojos del curvilíneo muchacho se vio reflejado, detrás de sus lentes que enmarcaba su mirada.

-Siéntate- pidió amablemente, indicando un pequeño "escalón". El más alto acató su petición, esperando ansioso por ver lo que su novio quería hacer.

Neri se paró enfrente de éste y se dio la vuelta. Caminó dándole la espalda unos pocos pasos, movía sus caderas seductoramente, deleitándolo, provocándolo. Pasaba sus manos por su gran trasero, tocándose todo su cuerpo aún cubierto. Metió sus manos por debajo del elástico de su pantalón deportivo y, poco a poco, se lo fue bajando, hasta quitarlo por completo, sin doblar sus rodillas, dejando una muy agradable vista a su querido novio, que sin pensarlo había llevado su mano a su entrepierna.

El pequeño chico se dio la vuelta nuevamente y recorrió con su mirada todo el cuerpo de su acompañante, se paró delante de él y se dejó caer de rodillas. Comenzó a tocar sus hombros, siguió con sus brazos, hasta llegar al borde de su propia camiseta, todo como un sensual jugueteo. Se quitó lentamente ésta, despeinándose un poco al sacarla por completo.

Armando sentía el calor recorriendo su cuerpo, centrándose en su ahora notable erección. Neri lo llamó con su dedo índice, mientras se posaba en cuatro patas. El aludido no pudo resistirse más, se abalanzó sobre él. Lo besaba de forma desesperada, tocando ahora sin ningún descaro todo su cuerpo. Recorriendo su espalda, su abdomen, su cuello. Se tuvieron que separar por falta de oxígeno, tomando ese tiempo para acomodarse en el suelo. Ágilmente Neri se sentó en su regazo y le quitó su camisa.

Sus bocas colisionaron juntas de nuevo, ahora más lentamente, dentro de éstas una guerra de lenguas se hacía presente, sin llegar a ser obsceno ni vulgar, simplemente erótico. Las manos de Armando se posicionaron en la cintura del más pequeño, mientras que las de este agarraban el cabello de su pareja con desesperación. Al terminar su sesión de besos el más pequeño se movió de su lugar para poder tocar por todas partes a Armando. Desabrochó su pantalón, comenzando a acariciar por encima de la tela del bóxer el marcado miembro de este.

-Neri... -habló Armando con la voz más ronca de lo normal.

-¿Mmm?- dijo seductoramente Neri.

-Por favor... hazlo.

Las manos del menor terminaron por quitar la estorbosa tela que se interponía entre medio. Tomo con su mano aquel pedazo de carne que le ponía el estómago blandito, se acercó lentamente hasta que su respiración chocaba contra este, abrió su boca y..........

- ¡BIIIIP! ¡BIIIP! ¡BIIIP!

Armando despertó sobresaltado, con el cuerpo sudado y un inconveniente entre sus piernas

- ¡Mierda! - susurró frustrado.

Era la tercera vez esa semana que tenía un sueño húmedo con su mejor amigo.

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Ok sí, este One Shot es completamente raro, con faltas de ortografía y toda la cosa, pero me hacía Ilusión subirlo.
Espero les guste.

P.D. Toda esta historia está basada en dos de mis compañeros de mi salón XD.

P.D2. Para los que ya habían leído la historia xd se darán cuenta que está bastante cambiada en la edición jaja adióssss.

Narmando. Smut/yaoiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora