Capitulo 1

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Con los audifonos ya en las orejas me preparaba para salir por la reja de la prepa. Ya con un pie fuera, una mano en el hombro me detuvo.

Al voltear me encontre con un... ¿Pecho? al lvantar la cabeza vi una cara bastante familiar. «Agh... es el prefecto. ¿Y ahora que mierdas quiere?» Me quite los audífonos para oírlo mejor.

—¿Qué pasa, Profe? —dije con una voz un tanto aburrida.

—En la lista de los clubs no me aparece su nombre, Carrasco.

«Aquí vamos de nuevo...»

Trate de dar mi mejor sonrisa, aunque siento que salió mas como una mueca. Trate de darle mas excusa pero ya estas si no me las creyó.

—Carrasco, necesitas un club -frunció el ceño.

—Y exactamente, ¿para que lo necesito? -arquee mi ceja, dando un aire de curiosidad y molestia al mismo tiempo. Se quedo mirándome a los ojos por un momento, parpadee unas veces y luego el miro hacia otro lado y suspiro.

—La verdad es que no se porque —hizo una pausa para frotarse los ojos que tenían una cantidad notoria de ojeras de mezcla negra-purpura—, pero reglas son reglas. O no escoges uno ahorita mismo, o te meto al de limpieza.

—...¿Dónde dijo que estaban la información de los clubs? —trague saliva. El solo sonrió y me llevo hasta uno de los pizarrones de corcho café. Ahí había bastantes hojas de diversos tamaños y colores amontonadas una con otras sujetadas por tachuelas.

Me hizo saber que escogiera el que mas me "llamara la atención" y que fuera rápido, que tenia cosas que hacer. Me reí en mis adentros de los problemas del prefecto.Había bastantes, desde académicos hasta creativos. Los de deporte están fuera de mi lista, obviamente.

«¿No hay uno de lectura? Digo, no es que sea fanática de ello, pero el de la secundaria no hacías nada, prácticamente. Hasta me dormía.» Sonreí nostálgicamente al recordar esos momentos.

Saque la hoja del club de dibujo y la empecé a leer, no me intereso, la verdad. Alce la vista a la pizarra y mire una hoja que no había visto. Agarre esa y deje la otra en su lugar. Parecía como si un niño de 5 años lo hubiera hecho. Y no por su ortografía, si no por su presentación. Era rosa y con el nombre del club con corazones alrededor, ponía con un dibujo de una cara linda de un perro: 'Inscripciones abiertas!!' encerrado en un globo de dialogo. Y también otro decía: 'Solo chicos cool' con un perrito con lentes swag. Al pie de pagina decía: 'Pasar a la biblioteca para mas información'.

—¿Hm? Oh, 'La Escuela de la Vida', eh- observo el prefecto —. Ese club hace años que no se habla de el.

Lo mire con curiosidad y pregunte:

—¿A que se refiere?

—Fue uno de los primeros clubs en esta institución; era bastante querido, la verdad— explico el prefecto. Arqueo sus cejas y con un suspiro, añadió —: Pero... tan rápido como vino, rápido se fue. Sepa por que.

Mire el papel con curiosidad mezclado con lastima.

—Este.

—¿Eh?

—¿Sigue siendo un club oficial, no? Me uno a este.

El prefecto me miro como si fuera un león fuera de su jaula, yo lo mire, seria. Cuando suspiro, supe que lo había convencido.

—Bien. Te anotare en ese club... aunque seas la única. Ahora ve a la biblioteca.

Y con eso se fue, volví a mirar la hoja rosa de nuevo, y fui a la biblioteca; despidiéndome de varios amigos durate el trayecto. Al llegar vi que estaba vacio, aun asi entre

Esboce un pequeño: '¿Hola?'. No recibí respuesta. Me quede parada por unos segundos, asi que, encogí los hombros y decidí irme.

—¡Espera! ¡No te vayas!

Voltee a ver de reojo y vi a un hombre de 20 años o mas, di la media vuelta para verlo mejor. Era un tanto alto, pelo esponjoso y chino color café claro, era de tez morena clara, con unos lentes rectangulares de pasta de plástico que protegían unos ojos de color café obscuro. Vestía una camisa de botones azul celeste y unos jeans marrones.

—¿Vienes por el club, verdad? —supuso con felicidad.

—Eh... ¿si? Eso creo... —tartamudee.

—¡¿De veras?! —su grito chillón nos llevo por sorpresa, carraspeo y volvió a decir—: Digo... ¿De veras?— su voz sonando ahora un tanto grave y amable.

—Este... si. No sabia que los bibliotecarios hacían "clubes" —sonreí, haciendo el signo de comillas con mis dedos; sus mejillas se tornaron un rosa palido.

—Eh... no exactamente —termino con una risa nerviosa—. Tu debes ser... Tania, ¿verdad?

Parpadee varias veces, sorprendida que supiera mi nombre.

—Eh... si. ¿Cómo sabes mi nombre?

Abrió sus ojos como platos y su sonrojo se hizo mas fuerte. Pequeñas gotas de sudor se formaban en su frente.

—Am... bueno, te he visto sacar varios libros aquí; digo, soy bibliotecario. Como que es parte de mi trabajo.

Di un pequeño 'Oh' y nos quedamos parados ahí por unos momentos; el silencio haciéndose cada vez mas incomodo. El joven bibliotecario juntando las manos, abrió la boca y con emoción dijo:

—¡Bueno! ¡Que comience el club! Solo dejame anotarte en la lista.

—Espera —lo interrumpí. El me miro con la cabeza ladeada murmurando '¿Que pasa?'—, eh... ¿Cuál es su nombre?

El inmediatamente puso cara de sorprendido y se dio un pequeño 'sope' en la cabeza diciéndose así mismo: 'Pfft. Pero que tonto soy a veces, eh.'

—Soy el bibliotecario, Víctor Ramírez de la Torre. ¡Un gusto!

~¡Fin del Cap. 1! Vaya... si que me tarde mucho para publicarla, espero y les haya gustado! Todotipo de critica es aceptada, este es simple un "borrador por asi decirlo, porque de seguro talvez dentro de un mes o un año, le hare cambios (es lo mas probable) en fin, que tengan lindo dia/tarde/noche :3~

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⏰ Última actualización: Mar 23, 2017 ⏰

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